El Córdoba y una semana de acción directa
Desterrar la imagen de parálisis de los últimos tiempos era una misión marcada y ya cumplida por el Córdoba, que aborda la última semana del mes de junio con muchas tareas pendientes ya tachadas de la agenda. Quedan algunas más -fundamentales, como la construcción de la plantilla y la resolución de los conflictos abiertos con el anterior propietario, Carlos González-, pero Jesús León ha puesto el turbo y ha colocado pilotos al mando en los principales puestos.
A Alfonso Serrano y Jorge Rodríguez de Cózar les toca mover fichas en el tablero de un mercado tan peculiar como el de la Segunda División B, donde los talentos jóvenes aspiran a dejarse ver para salir lo más pronto posible y los veteranos buscan un punto y final en el que sentirse protagonistas en un entorno que les exige estar a la altura de su nombre. No es sencillo jugar en la división de bronce. Quienes lo han vivido lo saben. El nuevo director deportivo, Serrano, ya abrió la lata de las incorporaciones con una llegada de impacto: Raúl Cámara. El defensa llevaba seis años, los últimos como capitán, en un Tenerife en el que también ejerció el actual responsable de la confección del plantel cordobesista. Le conoce bien. Ya dejó claro en su presentación que no habrá demasiadas apuestas. El Córdoba busca operaciones de efecto inmediato, jugadores con un perfil para un propósito fijo: ascender más pronto que tarde a Segunda.
La incorporación de Cámara, lateral derecho, deja una incógnita que se resolverá pronto: Fernández y Loureiro tienen contratos en vigor -hasta 2021 y 2020, respectivamente- y al menos uno de ellos saldrá del grupo. Todo apunta al capitán, con un sueldo poco acorde con la categoría en la que el club militará este curso 19-20. De los 35 que defendieron la blanquiverde durante el tormentoso campeonato del descenso apenas quedarán un puñado. Lavín, Fernández, Loureiro, Quim Araujo, Álex Quintanilla y Andrés Martín pertenecen a día de hoy al Córdoba. El último tiene su futuro lejos de El Arcángel y de los demás nadie lo tiene absolutamente seguro para continuar. También habrá que ver qué sucede con los cedidos Sebas Moyano (Valencia Mestalla), Víctor Mena (Salamanca), Zelu (Leonesa), Quiles (Recreativo de Huelva) y David Moreno (Balompédica Linense). Y de los que cumplen, puede que alguno continúe. Ahí se pueden apuntar nombres como Piovaccari, Chus Herrero, Flaño o De las Cuevas. Algo tendrá que decir -y lo dirá, si es que no lo ha hecho ya- Enrique Martín, el nuevo entrenador del Córdoba.
El día 15 de julio empezará a trabajar con un grupo que ahora está en un simple esbozo y que se tendrá que armar en las próximas tres semanas.
En el aspecto institucional, el club está a punto de lanzar su campaña de abonados. Un reto complejo. Después de un descenso de categoría -con salida además de la órbita del fútbol profesional después de doce años- exige una estrategia peculiar para, al menos, evitar una previsible desbandada de socios. El Córdoba ya tiene experiencias anteriores para sostener un número decente de afiliados después de temporadas en las que los objetivos no se cumplieron, aunque en estos casos siempre salir a relucir el asunto de la compensación: ¿Precios más baratos? ¿Carné gratis si hay ascenso? ¿Abonos familiares? ¿Ventajas a la fidelidad? El toque de las teclas emocionales se da por supuesto con un eslógan más sentimental que ese “creemos en las matemáticas” que se convirtió en un macabro chiste en la campaña pasada.
Para acabar, se espera una nueva comparecencia de Jesús León para dar cuenta de cómo queda el club y que futuro se le plantea en lo que respecta a la propiedad. La batalla judicial está abierta entre el anterior propietario, Carlos González, y el empresario montoreño. En un segundo plano, de momento, se mantiene Luis Oliver, quien reclama cantidades pendientes de cobro por su etapa en la entidad. El 31 de julio es la fecha límite para el pago de los 4'5 millones de euros pendientes por parte de Aglomerados Córdoba -León- a Azaveco -González-, para terminar de cerrar la operación de compraventa firmada en enero de 2018. Pero antes de ese día pueden ocurrir muchos episodios. Y, seguramente, entrarán nuevos protagonistas a la trama.
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