Un Córdoba-Girona, ayer y hoy
Cuán parecido y cuán diferente es a la vez. El final de la presente campaña permite rememorar el desenlace de la anterior. Un año atrás el Córdoba despidió el curso en Segunda A ante el que el sábado será también su último rival. Entonces, en realidad, fue en un play off y en esta ocasión será en el cierre del campeonato regular de Liga en Segunda A. Lo cierto es que el Girona se cruza de nuevo en el camino del conjunto blanquiverde cuando éste toca a su conclusión. Eso sí, en la temporada 2015-16, con Oltra en el banquillo, se desconocía y esperaba que no fuera el momento de bajar la persiana al ejercicio. Después de aquel encuentro doble en el que el cuadro catalán cerró el paso hacia Primera a los califales. Tras casi doce meses, ambos se volverán a enfrentar en el adiós de los cordobesistas. Y ahora será con los gerundenses ya en Primera, al fin tras dos intentos frustrados, y los locales con una apurada permanencia en la categoría de plata.
La similitud se encuentra precisamente en el hecho mencionado de que, sin quererlo, el Girona fue el último adversario del Córdoba la pasada campaña. En junio de 2016 el equipo que dirige Pablo Machín visitó El Arcángel en una nueva pugna por dar el salto a la elite del fútbol español, en la que se estrenará de una vez por todas la próxima temporada. Los blanquiverdes se impusieron por 2-1 gracias a dos dianas de Xisco, que fue el principal protagonista del plantel a las órdenes de Oltra en la eliminatoria, en un duelo que bien podría haber terminado con una clara goleada adversa para los catalanes. Sin embargo, un tanto de Herrera permitió a los gerundenses tener un hilo más grueso de esperanza de cara al choque de vuelta. Y no se le rompió. Si bien necesitó llegar a la prórroga, el cuadro rojiblanco logró remontar (3-1) y se clasificó para la final del play off. En esa decisiva ronda final, cayó ante Osasuna y su sueño de escalar a Primera se desvaneció.
El mal gerundense comenzó una temporada antes, con el Córdoba dispuesto con un chaleco salvavidas después del gran naufragio en la elite, cuando el ascenso directo se esfumó en el último suspiro. Empató en la última jornada con el Lugo (1-1), y en Montilivi, y el Sporting venció con excesiva facilidad en el Benito Villamarín (0-3). Los dos resultados provocaron un equilibrio de puntos en la tabla que benefició al cuadro asturiano. Podía ir a peor dicha situación y lo fue. En el play off, los catalanes ganaron por 0-3 al Zaragoza en La Romareda y el paso a la final era casi un hecho. Pocos dudaban en todo el país de la clasificación del Girona. Pero los maños se impusieron por 1-4 en la vuelta y el sueño se hizo añicos una vez más. Este curso no podía volver a suceder. Al fin, el equipo de Pablo Machín culminó su traumático proceso hacia una Primera en la que debutará la próxima temporada.
Tiene el Girona la agradable sensación de saberse ya entre los más grandes del fútbol español. Un deseo que se hizo realidad este domingo después de que sumara el punto que necesitaba. ¿Y ante quién puntuó? Igualó a cero con el Zaragoza, el rival que le cortara el paso hacia la final del play off hace dos campañas. Una casualidad más. El caso es que el cuadro catalán regresará a El Arcángel con el recién estrenado rango de conjunto de Primera. Probablemente vendrá a un ritmo mucho menor del que de otra forma pudiera haber mostrado, pues esta semana es de celebración. Esta vez el Córdoba tampoco se disputará el ascenso, ya que la temporada se tornó en difícil para los de Luis Miguel Carrión. Ahí reside la diferencia con el anterior precedente del enfrentamiento entre ambos equipos. Los blanquiverdes encaran ese último choque con el alivio de haber cerrado su permanencia en Segunda A. Sí, ese objetivo que parecía olvidado y que este curso, conforme avanzó, reapareció para modificar el reto inicial. Un Córdoba-Girona, ayer y hoy. En el pasado los dos pelearon por dar el salto y en la actualidad se verán las caras en un encuentro sin más importancia que cerrar el campeonato con una alegría.
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