El Córdoba, con un déficit de 4,2 millones y en causa de disolución
La situación es más compleja de lo que en un principio pudiera pensarse. Tanto que, a la vista de la documentación para la Junta General Ordinaria de Accionistas del 10 de enero, bien puede ser considerada como preocupante. El Córdoba CF SAD se halla en causa de disolución. Un hecho éste que se produce después de que la entidad cerrara el curso 2017-18 con un déficit de algo más de 4,2 millones de euros, tal y como refleja el balance de dicho ejercicio. La cifra es superior a los tres millones de los que en su día habló el propietario y presidente del club, Jesús León, y provoca un problema en el plano patrimonial de la sociedad que requiere ajustes importantes.
De entrada, el informe de auditoría expone que el Córdoba se encuentra inmerso “en causa de disolución […], ya que las pérdidas han dejado reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social”. Es sin duda el dato de mayor interés de los que recoge la documentación para la Junta General de inicios del próximo año. Lo ofrece el Grupo de Auditores Públicos, empresa encargada de revisar los números de la entidad. La misma expresa, a continuación, que “el Consejo de Administración está concretando las medidas necesarias para restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad”. “Para ello se han retomado las negociaciones para formalizar la cesión del estadio El Arcángel con el Ayuntamiento de Córdoba y se espera que el acuerdo llegue a buen término en los próximos meses”, se señala.
El acuerdo para la cesión del coliseo ribereño es ya no sólo deseado, sino necesario. Pero ésta no es la única vía de solución que maneja el Córdoba, que también prevé acabar o rebajar la causa de disolución a través de ingresos por salidas de jugadores. “Además, se espera obtener beneficios por el traspaso de jugadores en el corto plazo”, añade el Grupo de Auditores Públicos en su informe. En este sentido, el club plantea en su presupuesto para el ejercicio 2018-19 -el que está en curso y con final a 30 de junio del próximo año- una entrada a sus arcas de cinco millones de euros por la venta de futbolistas. Esta cifra parece elevada dadas las circunstancias deportivas actuales del conjunto blanquiverde.
Lo cierto es que el Córdoba necesita actuar para resolver una coyuntura complicada como lo es la descrita. A este punto llega la entidad después de acumular pérdidas de 4,2 millones en el ejercicio 2017-18 -el pasado-, uno por encima de lo que el propio Jesús León afirmó allá en septiembre en la presentación de Alfredo García Amado como director general de la entidad. El déficit decrece tras ingresar la cantidad del impuesto sobre beneficios -de poco más de 800.000 euros-, pues antes de esto se superaban los cinco millones. Al mismo se llega principalmente por dos cuestiones. La primera es el elevado incremento de los gastos en plantilla deportiva, que tras el paso por el mercado de invierno se fueron por encima de los siete millones.
En este apartado cabe mencionar que el Córdoba gastó casi cuatro millones de euros en los sueldos de la plantilla inscribible en la LFP. A esta cantidad hay que sumar otras como, sobre todo, la correspondiente a las primas colectivas. La permanencia supuso un desembolso posterior de más de 1,5 millones. Son las dos cifras principales en este plano. La segunda cuestión que conllevó el crecimiento del déficit es el incremento en los gastos en servicios exteriores. Estos ascendieron a más de 5,8 millones de euros, muy probablemente resultantes del trabajo en diferentes parcelas de Luis Oliver y su equipo de colaboradores. Esta cifra viene recogida en el apartado de “Otros gastos de explotación”, que superó los 8,2 millones y en el que cabe resaltar los algo más de 1,4 de gestión corriente.
Una de las cartas que pretende jugar el Córdoba para solventar su delicada situación financiera es, en efecto, alcanzar importantes ingresos en materia de traspasos. Son cinco millones de euros los que plantea obtener la entidad en el ejercicio 2018-19, tal y como recoge el presupuesto para el mismo. En este caso, el club considera que puede cerrar a 30 de junio del próximo año con un superávit de algo más de un millón. Eso sí, advierte la sociedad de que “el presupuesto se va a ver modificado en determinadas partidas en base a los acontecimientos acaecidos en la sociedad y la proyección de la misma”. Una circunstancia ésta que, con todo, está siempre presente y no sólo ahora.
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