Un chequeo al Córdoba: Diez partidos, diez apuntes
Villa ha utilizado a 23 futbolistas en un equipo que se mantiene en zona de 'play off' de ascenso a Primera por su alta capacidad defensiva y su poderoso balance en El Arcángel
Diez partidos, 17 puntos. Ha ganado la mitad, ha empatado dos y ha perdido tres. Nueve goles marcados y seis encajados. Quinto en la clasificación. Esos son los números. ¿Las sensaciones? Entre el alivio -había quien pronosticaba una hecatombe ante la visión del grupo formado para este curso- y el orgullo que exhiben los aficionados más señeros, que vuelven a comprobar que al Córdoba es imposible destruirlo por más terremotos que padezca. Siempre, de una u otra forma, encuentra un héroe al que agarrarse, alguien con el suficiente carisma como para abanderar una causa que parece perdida. Este papel le corresponde, seguro que no por decisión propia pero sí por aclamación popular, a Pablo Villa.
El de Alcorcón sólo lleva diez partidos como entrenador en una liga profesional. Los que ha cumplido en la Liga 13-14 con el Córdoba. A esos hay que añadirle el duelo de Copa ante el Deportivo de La Coruña, que marcó un efímero paso por una competición en la que el club blanquiverde hace historia cada año. Si en los anteriores fue por la eliminación de varios conjuntos de Primera, en la última ha inscrito su nombre en el libro de los récords del torneo por ser protagonista junto al equipo gallego de la tanda de penaltis más larga que jamás se haya registrado en la Copa: 28 lanzamientos para concluir con el Depor en la siguiente ronda. Pese a este trance amargo, el balance global del Córdoba se puede calificar como notable. Con casi un cuarto del campeonato ya cumplido, el conjunto de El Arcángel es uno de los que se sitúa o merodea por los alrededores de los puestos de play off. Queda un mundo, pero ya hay indicios.
1) Villa da el tono. Inexperto en Segunda División, como lo fueron apuestas anteriores como Paco Jémez -en 2007-, Rafa Berges o Juan Esnáider -estos dos bajo la etapa de Carlos González-, el de Alcorcón ha sido el primer técnico elegido por decisión popular. Su discurso, marcado por las metas cercanas y alejado de visiones futuras, no disgusta a casi nadie. El arranque feliz de los blanquiverdes ha contribuido a reforzar su posición. Imprime un estilo fundamentado en la seguridad defensiva, en la construcción desde atrás. Ha resuelto bien los problemas que se le han presentado en forma de lesiones, sanciones y bajas formas en la retaguardia. Su 4-2-3-1 es irrenunciable. Tiene sus detractores, pero al menos públicamente no parece hombre predispuesto para enfrentamientos mediáticos.
2) Canteranos a escena. Las lesiones y sanciones en defensa propiciaron el descubrimiento -o más bien la confirmación- de Fran Cruz como central más que válido para actuar en Segunda División. Sin el peaje de la Segunda B, directamente desde Tercera, Fran es hoy día un fijo en la zaga blanquiverde. Su hermano Bernardo también cató la categoría dejando un buen sello. Hombres como Dani Espejo o Rafa Gálvez han intervenido con acierto proyectándose desde el filial. Todos tienen recorrido por delante. Y no serán los únicos.
3) Xisco, sí; solo, no. El balear es la estrella del proyecto. Lleva tres goles en diez partidos y podría haber firmado alguno más -erró dos penaltis: en Jaén y en Las Palmas-. Se ha mantenido inamovible en la punta. Todos le miran, pero lo cierto es que el resto del plantel ha anotado 6 tantos. Falta mayor variedad en la aportación. Caballero (2), Bouzón, Abel, Strahman y López Silva han puesto su rúbrica goleadora. Hace falta más.
4) El cerrojo de El Arcángel. Cuatro victorias y un empate. Trece de los 17 puntos han sido aferrados en casa, donde el equipo está manteniendo una línea excelente. Su reputación como anfitrión temible se remonta ya a los tiempos de Paco Jémez y se ha mantenido inalterable exceptuando el nefasto periodo de Juan Esnáider. Ha vencido con uno menos, con uno más, con rotundidad o en el último minuto. El grupo tiene empaque y la afición se ha enganchado. El Arcángel y El Molinón son los campos que menos conceden a los visitantes, los más seguros de Segunda. Lejos de su estadio, las cosas cambian. El Córdoba sólo ha hecho cuatro puntos.
5) La “vieja guardia”. Saizar, Abel, Caballero, Pedro y Xisco han jugado los diez partidos de Liga. Y López Silva sólo faltó, por sanción, en uno. Estos seis jugadores son supervivientes de la pasada temporada, que el Córdoba cerró con una purga que dejó una plusmarca de bajas ya fuera por fin de contrato, traspaso o despido. Sólo el canterano Fran Cruz, que también ha intervenido en los diez encuentros, representa una irrupción poderosa. De los recién llegados, Luso Delgado y Jens Janse han estado presentes en nueve jornadas. El mediocentro ex del Girona se cayó por lesión en la última cita, mientras que el holandés fue borrado del once inicial en Las Palmas por decisión técnica.
6) Lesiones, lesiones... Desde que arrancó el campeonato ha sufrido Villa contínuos contratiempos para componer el once por culpa de las lesiones, que han afectado de forma especial a la parcela defensiva. Ahí han caído Raúl Bravo, Iago Bouzón y Armando, todos ellos jugadores llamados a ser piezas básicas al principio de la Liga. El último en pasar por la enfermería ha sido Luso, que se cayó de la lista en las vísperas del último encuentro ante el Sabadell.
7) La afición y la alianza. Los buenos resultados en casa han provocado un reencuentro con los aficionados de El Arcángel, que se han limpiado ya el poso de decepción que dejó la etapa de Esnáider al final de la pasada Liga. La predisposición al apoyo que se notó desde la primera jornada -un triunfo apuradísimo en el descuento ante la Ponferradina- tiene bastante que ver con la veneración que siente el público por la figura de Villa, al que sienten como uno de los suyos, un símbolo de club que sólo levanta la voz cuando está en el césped. Sin llegar a niveles de euforia desatados, los seguidores blanquiverdes están respondiendo con madurez ante los nuevos desafíos de un equipo muy exigido. El partido ante el Sabadell dejó un retrato conmovedor, con un estadio animando sin desmayo a una formación que defendió con diez durante toda la segunda parte un 1-0 de penalti.
8) Saizar, un hallazgo. Sólo había disputado, con 30 años, una temporada como titular en Segunda División. Fue hace dos campañas, en el modesto Guadalajara, y terminó siendo uno de los metas más goleados de la división aunque los alcarreños lograron la permanencia gracias en gran parte a sus intervenciones. El portero de Ibarra, suplente de Alberto García -ahora en el banquillo del Sporting- el año pasado, ha sido uno de los grandes descubrimientos. Con sólo seis goles encajados en diez partidos, es uno de los mejores en este apartado en la Liga Adelante. Ante el Sabadell fue clave para la consecución de los tres puntos.
9) Un problema en la derecha. La banda derecha es la zona que muestra más dudas en este primer tramo de la competición. El holandés Janse, procedente de una liga con otro tipo de requerimientos, se mostró muy disperso y vulnerable en muchos momentos. Ha mejorado en varios aspectos, pero no aporta una fiabilidad alta a una línea que requiere rozar la perfección mientras no eleve su productividad ofensiva. El fichaje de Campabadal no ha resuelto, de momento, nada en este aspecto. El ex del Wigan ha pasado de las convocatorias a la grada y, últimamente, a jugar partidos con el filial de Segunda B. El mercado invernal puede traer alguna novedad.
10) Soñar no está prohibido. ¿El objetivo? Si se calibra el rendimiento con las expectativas lanzadas desde el club, una especie de “ascenso o muerte” -algo que, lamentablemente, no parece descabellado-, el asunto lanza mensajes inquietantes. Si no sube, el Córdoba no tendrá nueva ciudad deportiva ni ingresos por socios, según se desprende de las declaraciones y promociones publicitarias de la entidad. Sin embargo, desde un análisis más realista, el papel que está desempeñando el Córdoba en las diez primeras jornadas se puede catalogar como bastante bueno. Está metido en zona de play off, presenta números interesantes -sobre todo en goles encajados- y en Segunda no se detectan potencias imbatibles. Ni siquiera el “hermano” Recre, que se ha encaramado al liderato desde hace varias jornadas. Lo mejor es que, con diez partidos jugados, el Córdoba puede ser considerado, con fundamento, un serio aspirante al play off de ascenso.
0