Mérida - Córdoba CF
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Crónica
El Córdoba CF, preso de sus propios errores en Mérida
El partido era clave. Bueno, todos los que quedan en sí ya son catalogados como finales porque el Córdoba CF no tiene opción a fallar, más aún viendo que el CD Castellón también está mostrando todas sus cartas sobre la mesa. Por ello, la escuadra blanquiverde llegaba a Mérida sabiendo que tenía que ganar sí o sí, no había más. El rival, el campo y las condiciones climatológicas eran muy difíciles, pero no había excusas en este sentido. Mientras tanto, la AD Mérida llegaba al Estadio Romano José Fouto con la obligación también de como mínimo puntuar para tratar de salir del descenso a Segunda RFEF. Dos metas muy diferentes, un destino fijado y un plantel califal que quería el triunfo y así mirar con tranquilidad lo que hiciera el club orellut en su enfrentamiento ante el Recreativo de Huelva.
La igualdad estaba clara dado que ambos equipos se jugaban un objetivo claro. Es por ello que la AD Mérida tenía que dar un paso al frente, más aún por jugar como local y sobre todo después de dos derrotas consecutivas que han hecho que esté ocupando actualmente un puesto en la zona de descenso a Segunda RFEF. Gracias a ello, el cuadro emeritense impuso una presión muy alta a la salida de balón de un Córdoba CF que se encontraba muy incómodo. De hecho, el plantel blanquiverde perdió varios balones en campo propio que propiciaron que los de David Rocha creyeran en sus posibilidades, hasta tal punto de que Chuma y, más tarde, Beneit estuvieran cerca de inaugurar el marcador del Estadio Romano José Fouto.
Sin embargo, con el paso de los minutos, la entidad blanquiverde ejerció de candidato a ascender de manera directa y se hizo con el dominio del partido, haciendo justo lo que sabe hacer: llegar a línea de fondo a través de sus bandas. Es por ello que tanto Carracedo como Adilson Mendes fueron los principales protagonistas por parte de un Córdoba CF que avisó en un primer momento después de sacar hasta siete saques de esquina durante la primera mitad, aunque el primer gol llegó por su propio peso. Tras un despeje fallido por parte de la AD Mérida, el esférico cayó en las botas de un Calderón que filtró un pase perfecto para que el extremo ex del CD Badajoz fusilara con su pierna derecha a Juan Palomares y adelantara así a los suyos en el Romano.
Este gol sentó como agua de mayo —o marzo en la actualidad para algunos embalses— a un Córdoba CF que a partir de aquí ya se sintió como si estuviera sobre el tapete de El Arcángel. Y la AD Mérida lo sabía, por eso dio un paso hacia atrás a pesar de que iba por detrás en el marcador, aunque no sirvió de nada porque los blanquiverdes no perdían la meta rival de vista. De hecho, los de Iván Ania recuperaron en campo contrario, cayendo nuevamente el balón en posesión de un Calderón que vio solo en el área a un Kike Márquez que dejó a su vez el esférico de una manera brillante a Kuki Zalazar y este volvió a mandar el cuero al fondo de la red para aumentar la ventaja de los blanquiverdes en el marcador. Gracias a esto, la escuadra califal encaró el túnel de vestuarios con una victoria momentánea, aunque también con una mirada puesta en el triunfo al descanso del CD Castellón sobre el Recreativo de Huelva.
Sin embargo, el partido no estaba cerrado. De eso ni hablar y la AD Mérida tenía el objetivo de pelear cualquier oportunidad que le diese el Córdoba CF en la reanudación. Por su parte, la escuadra blanquiverde tenía que mantenerse tranquilo, pero no fue capaz. Un primer error de Carlos Marín entregó el esférico de manera franca a un Busi que no aprovechó este regalo, aunque no fue el único. Minutos más tarde, Chuma creyó en un pase mal ejecutado por Diarra volvió a dejar solo a un exblanquiverde que no falló ante la salida de Carlos Marín para poner más emoción al choque si cabe. Le estaba saliendo todo mal a los chicos dirigidos por Iván Ania y esto relució tres minutos más tarde cuando un disparo sin apenas peligro de Dani Sandoval se introdujo en la meta califal después de que Carlos Marín no pudiera despejarla contra todo pronóstico.
Fue un auténtico jarro de agua fría tanto para la afición como para los propios jugadores de un Córdoba CF que se quedó igual de noqueado sobre el Romano que la AD Mérida en la primera mitad. Con todo igualado, la escuadra blanquiverde tenía que despertar cuanto antes, más aún después de saber que el Castellón se había adelantado nuevamente tras un empate exprés en Castalia por parte del Recreativo de Huelva. En cambio, estaba incluso más cerca el 3-2 que el 2-3, aunque, conforme los minutos pasaban, los locales sabían que puntuar este partido era ideal y comenzaron a jugar con el marcador.
Esta fue la tónica de lo que quedaba de partido. El Córdoba CF lo intentaba con más corazón que cabeza, pero lo visto durante la primera mitad desapareció de una manera brutal en la segunda. Sin apenas orden y sin ideas en zona ofensiva. Esto provocó que los nervios entrasen en los cuerpos de unos futbolistas que se les notaba con cierta ansiedad hasta que, finalmente, el colegiado vasco decretó el final del partido, haciendo que los de Iván Ania se vayan a cinco puntos del ascenso directo. Una distancia lejana, aunque todavía posible. El sueño del ascenso directo, más lejos para los califas tras su visita a Mérida.
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