Córdoba CF

Una agridulce guinda de pretemporada

La última oportunidad para probar. El último test previo al inicio de lo verdaderamente importante. Y las sensaciones han quedado de manera agridulce, más por la forma que por el fondo. En un partido trabajado y de mucho recorrido físico, donde la resistencia y el empeño se impusieron a la velocidad y el brillo, el Córdoba CF fue de menos a más para alcanzar un valioso empate. Unas tablas que, sea como sea, cierran una pretemporada de notable alto y, además, ante un rival directo en la Primera RFEF. Una sonrisa que habrá que dibujar de nuevo.

Un choque, eso sí, que arrancó con unos minutos de retraso puesto que se produjo previamente la presentación, uno por uno, de todos los integrantes de la plantilla del Badajoz. En esas, tras el pitido inicial, el juego deparó unos primeros compases de domino del Córdoba en lo que a la posesión se refiere. La iniciativa era blanquiverde, aunque prácticamente sin ninguna ocasión de gol relativamente clara.

Por contra, la primera oportunidad del encuentro, que de hecho acabó dentro de las mallas, pero no subió al marcador, la firmaron los pacenses pasados los primeros diez minutos. Un error en la salida de balón propició que Carlos Marín tuviera que despejar de forma apurada y el balón rebotó en un atacante local, que se quedó solo delante de la portería, aunque el árbitro anuló el tanto por rebotar el esférico en el brazo. El Córdoba corría, driblaba, jugaba entre líneas y buscaba el ataque, aunque con muchas dificultades para encontrar la meta rival. Los de Isaac Jové, con mucho menos tiempo de control del esférico, sí que se beneficiaban de una mayor verticalidad.

Es más, el primer lanzamiento del partido para los blanquiverdes llegó a la media hora, en un acercamiento entre Benito y De las Cuevas que no consiguió rematar el alicantino, el cual, ya pasaba la portería, la sirvió para Diarra, en una buena posición en boca de gol. No obstante, éste tampoco pudo ajustar su disparo entre los tres palos. Ahí fue muriendo poco a poco una primera mitad muy incomoda para un Córdoba desacertado ante un Badajoz optimista y más peligroso en el frente de ataque.

La salida de vestuarios siguió la misma dinámica que el desenlace del primer tiempo, con un Badajoz mejor asentado y que reanudó el partido de manera más insistente que su rival. Tanto que consiguió adelantarse por medio Adilson en una jugada desafortunada que rebotaba en un futbolista rival y cambiaba la dirección del esférico a Marín, incapaz de reaccionar. El gol en contra pareció hacer mella en las filas visitantes, que a base de orgullo querían dar un paso adelante en busca de voltear el electrónico. No obstante, el brillo estaba lejos del juego cordobesista en esta ocasión, con más insistencia ahora, pero sin hacer temblar realmente la muralla defensiva pacense.

Fueron los cambios los que actuaron de revulsivos en las filas califas. De hecho, dos de ellos participaron de forma activa en la jugada del empate. Kike Márquez fue el encargado de servir un saque de esquina que remató de manera mordida Javi Flores, y ahí el balón fue a parar a los pies de Carracedo, que en este caso no perdonó de cara a portería. Sin duda, las rotaciones cambiaron definitivamente las sensaciones en el bando visitante, mucho más activo y vertical de cara al gol. Los últimos compases ofrecieron un partido prácticamente roto y de idas y venidas con mayor velocidad. Los dos querían la victoria, aunque era el Córdoba CF el que parecía estar más cerca de la misma.

Sin embargo, pese a la insistencia, el luminoso no iba a volver a moverse. Fue Carracedo el que tuvo la oportunidad de sentenciar la contienda en el tiempo de descuento, aunque su mano a mano con el guardameta se marchó alto. Al final, tablas para cerrar una pretemporada ilusionante y que deja al Córdoba con máximas aspiraciones de cara a la campaña regular.