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Balonmano Cara a cara

Juanlu Moyano: “Jacobo Cuétara y César Montes supieron llevarme al siguiente nivel”

Cara A Cara - Juanlu Moyano, Jugador del Cajasur CBM

Jesús Ventura

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Dedicarte a lo que te apasiona siempre es un honor que no mucha gente puede decirlo. Lo que un día empieza con un hobbie, puede que se convierta en tu trabajo con esfuerzo diario, además del talento necesario para aportar algo diferente al resto, más aún en un deporte que no está tan consolidado en la sociedad actual como es el caso del balonmano. Esta disciplina tiene un arraigo mayor que muchas otras, pero sigue siendo muy complicado vivir de ello una vez finalice la vida deportiva del protagonista, como es el caso de Juanlu Moyano, jugador cordobés que acumula más de 200 partidos en la máxima categoría nacional, ha defendido las elásticas de Ángel Ximénez, Villa de Aranda o Guadalajara y ha acumulado más de 600 goles. Por tanto, una trayectoria envidiable para cualquiera, pero sigue cumpliendo objetivos a sus 37 años, ya que, en la actualidad, quiere ascender al club de toda la vida, a su Córdoba de Balonmano que, a día de hoy, marcha en segunda posición en el Grupo F de Primera Nacional. Inmerso tanto en el apartado deportivo como en el profesional, Moyano ha atendido a CORDÓPOLIS con una auténtica sonrisa para repasar lo que ha sido su vida y lo que podrá ser en los próximos años.

PREGUNTA. La actualidad manda y es que el Cajasur CBM está inmerso en una racha inmejorable, pero es verdad que ha sido un poquito montaña rusa la temporada, sobre todo en el inicio.

RESPUESTA. Sí, empezamos el año con muchas incógnitas. Al final un equipo prácticamente nuevo, quitando tres o cuatro jugadores del año pasado. Algunos que también eran del año pasado pero que están lesionados, como es Verdejo, pero claro al tener tantos jugadores nuevos pues era un poco incógnita. Es verdad que hasta que ajustas tantos jugadores nuevos pues cuesta un poco, pero al final se ha visto que los fichajes, para mi gusto y creo que a la vista está, han sido un acierto. Son chavales jóvenes, con muchas ganas, que aprenden casi día a día y están demostrando que pueden competir en esta categoría.

P. Antes de meternos en la actualidad, quería conocer un poquito tus inicios. ¿Cómo empezaste en el mundo del balonmano?

R. Yo empecé en el colegio por pura casualidad. Yo empecé porque mis compañeros se apuntaron y como eran amigos, pues me apunté con ellos y poco a poco me fue gustando. Vi que se me daba muy bien y antes había probado muchos deportes. Yo siempre era un chico que le gustaba mucho el deporte y había jugado a fútbol, baloncesto, pero este pues no sé por qué me enganchó y siempre lo he compaginado con otras actividades hasta que ya en juveniles decidí tomármelo un poco más en serio y la verdad es que creo que me ha ido bien.

P. ¿Cómo fue desarrollándose ese inicio?

R. Ahí ya en esa época, el Córdoba de Balonmano hacía captaciones y al final pues la mayoría de los entrenadores de los colegios eran o jugadores o entrenadores del propio club y siempre hacían como mini concentraciones para ver a los chicos que más destacaban. Ahí ya pues decidí entrar por inercia en el club y luego más adelante pues siempre lo he compaginado porque a mí me gustaba tocar. He tocado en un grupo y he tocado un instrumento. Entonces siempre lo compaginaba un poco con todo hasta que ya se puso la cosa seria porque vi que se me daba bastante bien y decidí apostar por esto.

P. Conforme ya el balonmano entraba cada vez más en tu vida, tuviste que dejar esos hobbies a un lado.

R. Sí, al final fue un poco así porque llevar los hobbies, más los amigos, más los estudios en esa época y jugar como hay que jugar y entrenar sobre todo para llegar a algo más que simplemente competir en donde sea, pues requiere un esfuerzo y un tiempo. Entonces, pues sí tuve que sacrificar hobbies pero nunca se dejan del todo, con un poco menos de tiempo pero todo se puede hacer.

P. De hecho, son hobbies muy variados.

R. Me gusta un poco de todo. Los juegos de mesa pues los descubrí hace unos años y la verdad que me enganchó muchísimo. Tenemos en el equipo a Richi, entrenador de porteros. Es otro buen fan de los juegos de mesa y pues tenemos muchas conversaciones sobre ese aspecto. Leer siempre me ha gustado mucho y siempre he sido muy friki de los comics y los colecciono. Al final son pequeños hobbies que hacen también que no todo sea deporte.

P. Eso también ayuda dentro del equipo a la hora de reforzar la relación entre jugadores.

R. Sí, eso también ayuda. Al final son hobbies que antes a lo mejor eran un poco más raros, pero hoy en día casi todos los chavales pues ven anime, leen manga o leen comics de DC o Marvel, que se ha puesto ahora muy de moda. Son cosas que, a hoy en día, le gustan a todo el mundo y ayudan también a hacer algo de piña.

P. Volviendo un poquito a tu trayectoria deportiva, llegaste al equipo senior del Córdoba de Balonmano en Plata hasta que descendió a Primera Nacional y tú te tuviste que marchar. ¿Cómo recuerdas esa etapa?

R. Lo recuerdo con mucho cariño. Al final fue un año muy bonito porque veníamos de unos años anteriores con un equipo que había cambiado muy poco y habíamos hecho una serie de fichajes pues que por A o por B pues encajaron dentro de lo que es la dinámica del equipo muy bien y fuera también. Fue un año bonito porque ahí me di cuenta del nivel que había fuera de lo que es Primera Nacional y eso que en esa época pues había equipos como Granollers o Irún que tenían super equipos. Al final te motiva también ver que has competido con un Prasa, que ese año jugó la fase de ascenso, compites con un Guadalajara, que también, o un Palma del Río. Entonces, para mí fue una experiencia muy bonita y fue lo que me hizo decantarme ya por dar el salto a buscarme algún equipo fuera, dar el paso a profesionalizarlo entre comillas.

P. Si no me equivoco, ese primer paso lo diste en dirección a Palma del Río. ¿Por qué decidiste aceptar su oferta?

R. Fue gracias a César Montes, que hoy en día lo considero un amigo, pero en esa época apostó por mí y lo recuerdo con mucho cariño porque tengo muchos amigos allí en Palma del Río. Gracias a irme allí pues conseguimos el ascenso al año siguiente.

P. Más tarde, te tocó probar en Villa de Aranda, primera experiencia lejos de territorio cordobés. ¿Cómo fue el irte tan lejos?

R. Pues muy duro al principio porque venían de cambiar un entrenador como era Jacobo Cuétara, que acababa de llegar. Ese año fue muy exigente con los jugadores, pero yo creo que fue lo que me hizo mejorar como jugador. Aunque, como bien has dicho, en realidad yo me fui a Palma del Río pero casi no era ni salir de la provincia y la mayoría de jugadores nos conocíamos porque hemos jugado juntos aquí en Córdoba o contra ellos amistosos. Al final, más o menos, todos nos conocemos, pero irte fuera sin conocer a nadie era un poco más duro. Al final tuve la suerte de coincidir con un grandísimo entrenador como es Jacobo Cuétara y creo que él y César Montes fueron los que supieron llevarme al siguiente nivel.

P. Tanto nivel que te consolidaste en la ASOBAL, más de 200 partidos si no me equivoco y más de 600 goles. Se puede decir que has tenido una larga trayectoria en la ASOBAL con esos siete años en la élite.

R. Sí, la verdad que muy contento. Por suerte siempre he tenido muy buenos entrenadores y siempre he estado en equipos en los que he estado muy cómodo. Al final he congeniado muy bien con las plantillas y nunca he tenido ningún problema. Al final eso es lo que queda. Lo otro son números que a uno le gustan, pero a mí me interesan, por ejemplo, los recuerdos y la gente que te deja cada año y que te sigues escribiendo con ellos. Eso es lo bonito del deporte.

P. ¿Cuál es el recuerdo que no se te va a olvidar en la vida?

R. Pues podría coincidir con el que te he dicho del Barcelona en el vídeo porque ya no era simplemente el hecho de jugar ante el Barcelona. Yo nunca había jugado en un pabellón que estuviese lleno hasta arriba. En Aranda, la gente canta el himno un minuto antes de empezar el partido y un minuto antes de terminar. Para mí era como ver fútbol, en otras palabras, y mira que no me gusta, pero era como ver un partido de otro deporte y eso me chocó muchísimo. Pero creo que diría pues el entrenar por primera vez en Aranda con la seriedad de un equipo de ASOBAL y eso me chocó mucho, además de motivarme también.

P. ¿Te hubiera gustado una experiencia extranjera o eso nunca lo has contemplado?

R. Sí. Tuve oportunidades en su momento, pero al final decidí quedarme. No fue al principio, fue casi ya en los años de Puente Genil, terminando casi mi carrera en ASOBAL. Mi cabeza estaba ya pensando en otros objetivos que ya no era tanto balonmano, sino acercarme un poco a la capital y buscarme un poco el futuro fuera del deporte.

P. Y volviste a la capital para vestir la camiseta del Córdoba de Balonmano. Empezar aquí y terminar aquí. También es bonito, ¿no?

R. Sí, eso era algo que yo lo tenía bastante claro. Mi carrera deportiva la iba a terminar en el Córdoba de Balonmano, que al final es el equipo que desde chiquitito me ha dado todos los valores dentro del deporte y de alguna manera habría que devolvérselo.

P. Poco a poco te fuiste consolidando otra vez en el Córdoba de Balonmano, siendo un auténtico líder. En la actualidad, el equipo ha ido creciendo hasta tal punto de que acumula once victorias consecutivas. ¿Cómo ves a la plantilla de cara a la segunda parte de la temporada?

R. Pues lo veo muy bien, la verdad. Ya te digo, te he comentado antes que son chavales con muchas ganas y lo demuestran día a día, que eso es lo bueno de este deporte. Al final, el trabajo siempre da sus frutos y la verdad que no sabía lo que me iba a encontrar, pero me he encontrado con un grupo súper trabajador. Llevo muchos años tanto como jugador como entrenador, siendo compañero de Jesús Escribano y llevaba muchísimo tiempo sin verlo de contento en lo deportivo. Eso significa que estamos haciendo las cosas bien y las once victorias no son fruto de la suerte ni nada. Simplemente porque hay mucho trabajo detrás de esas victorias y poquito a poco vamos mejorando. Los chavales van cogiendo esos galones para jugar en la categoría.

P. Y en el apartado más académico, estás en medio de otras oposiciones en busca de asegurarte una vida después del balonmano.

R. Sí. Al final, por desgracia, en este deporte, por muy bien que te haya ido, siempre hay que pensar en el, ¿y qué pasa cuando se acabe el balonmano? Pues en mi caso estoy estudiando unas oposiciones y espero que este sea el año. Si no habrá que seguir en el balonmano. Como tú dices, las cosas ya se van acabando, porque aunque yo me encuentre muy bien, pues ya tengo una edad y tengo que pensar en otras cosas que no son solo el deporte, porque esto no da para vivir. Esto da para una ayudita, pero no te da la tranquilidad de un sueldo y un trabajo fijo.

P. Y ya la última, Juanlu. ¿Dónde te ves dentro de cinco años?

R. Pues espero que sea vinculado al balonmano y sobre todo al Córdoba de Balonmano, porque no me gustaría terminar mi carrera deportiva y dejar de estar implicado en lo que el club se refiere, pero teniendo mi trabajo, pudiendo venir a ver todos los partidos y quién sabe, lo mismo echando una mano a algún entrenador o lo que sea. No me importaría tampoco, eso ya tampoco lo sé ni yo, ya se verá.

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