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Un año de contrastes: el balonmano cordobés, un curso con destino cruel

Jugadores del Ángel Ximénez celebrando un triunfo.

Alejandro Jiménez

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Al igual que ocurre con otras disciplinas, el año en términos deportivos del balonmano cordobés ha sido, cuando menos, irregular. Cuatro equipos pugnaban por defender el nombre de Córdoba en sus respectivas categorías, siendo dos de ellos masculinos -el BM Ángel Ximénez de Puente Genil, en ASOBAL; y el Cajasur CBM, en División de Honor Plata- y otros dos, femeninos -el Itea Córdoba y el Deza CBM, ambos en la División de Honor Plata femenina-. Como si de una balanza se tratase, el éxito en sus objetivos de uno de ellos se equilibra con los esfuerzos realizados por los otros tres, que han sufrido un fuerte descalabro en, una vez más, un año de contrastes.

El Ángel Ximénez sufre mientras que el Cajasur CBM confirma su descenso

En el apartado masculino se encuentra el mayor representante del balonmano cordobés tratando de hacerse un nombre en la máxima categoría del balonmano español: la Liga ASOBAL. El Ángel Ximénez de Puente Genil ha completado, de nuevo, una notable campaña y certificando su permanencia en la primera división en la penúltima jornada de liga. No fue, sin embargo, fácil para el conjunto dirigido por Paco Bustos, que tuvo que sufrir hasta el último momento para lograr su objetivo. Y es que, pese a iniciar la campaña con una buena dinámica, los pontanos, poco a poco, se fueron desinflando, fruto también del bache atravesado en el mes de marzo, donde acumularon cuatro derrotas consecutivas que les dejaron a tan solo un punto del descenso. Sin embargo, la reacción llegó a tiempo y, finalmente, el Ángel Ximénez será una temporada más equipo de ASOBAL. A este logro hay que sumarle también el buen papel que ejercieron los de Paco Bustos en Copa del Rey, donde llegaron hasta semifinales dejando así un gran sabor de boca.

Sin embargo, la nota negativa, en este caso, la coloca el Cajasur CBM. Y es que el conjunto cordobés partía con aspiraciones en la segunda máxima categoría del balonmano español. Pese a ello, lo exigente de la temporada, con hasta cinco descensos a Primera Nacional, llevó a los de Jesús Escribano a verse envueltos en la pelea por evitar la caída. La irregularidad fue la tónica dominante durante la primera fase de competición, donde los granates culminaron en octavo lugar, quedando así relegados a una lucha por evitar el descenso en diez jornadas. Una vez ahí, el dubitativo inicio de esta segunda fase estableció al Cajasur CBM en el meridiano de la clasificación, el sexto lugar, pugnando por evitar los puestos de descenso con el Vestas BM Alarcos Ciudad Real. Sin embargo, y pese a firmar un buen final de campeonato, los de Jesús Escribano finalmente no lograron dar la machada, cayendo así en el descenso pese a empatar a puntos con los ciudadrealeños con motivo del gol average.

Itea Córdoba y Deza CBM, una permanencia en forma de descenso

En cuanto a los equipos femeninos, la suerte, igualmente, ha sido dispar con respecto a los objetivos marcados por ambos conjuntos a principios de temporada. Por un lado, el Itea Córdoba, antes conocido como Adesal, partía con las intenciones de pelear por el ascenso a la Liga Guerreras Iberdrola después de caer desde la máxima categoría el pasado año en una temporada que se antojaba vital para el devenir del equipo. Pese a no disfrutar de apenas preparación previa, el inicio de temporada para las de Rafa Moreno fue excepcional, logrando culminar la primera vuelta en segunda posición. Sin embargo, poco a poco, el esfuerzo físico fue haciendo mella, lo que, uniéndose al poco descanso por los diversos casos de Covid-19, llevaron a que el Itea cerrase finalmente la temporada en cuarta posición. La reestructuración que hará la RFEBM, sin embargo, hará que realmente ese cuarto lugar sea amargo, ya que, al no disputar las eliminatorias de ascenso ni estar entre los dos mejores terceros, el Itea Córdoba perderá una categoría tras la introducción de la nueva División de Oro, que compondrán los cuatro equipos descendidos de Liga Iberdrola, los seis equipos de play off que no logren ascender y los dos mejores terceros de los cuatro grupos. De esta manera, la División de Honor Plata y, por tanto, el sitio del Itea Córdoba, pasará a ser la tercera categoría nacional de balonmano femenino.

Por otro lado, el Deza CBM llegaba a esta División de Honor Plata en una tendencia completamente opuesta a la del Itea. Tras tan solo dos años de existencia, las de Mario Ortiz lograron el ascenso a esta segunda categoría el pasado año, por lo que el objetivo más lógico para ellas era el de pelear por la permanencia, asegurar la categoría, y caer así en un doble descenso que sería catastrófico para los intereses de las granates. No fue fácil, sin duda, ya que la adaptación no fue la mejor, y al Deza CBM le costó coger ritmo competitivo. Pese al mal inicio liguero, las cordobesas fueron remontando el vuelo poco a poco, logrando esquivar así la zona baja de la clasificación para, finalmente, confirmar la permanencia por una temporada más en esta División de Honor Plata. De esta forma, las de Mario Ortiz competirán, la próxima temporada, en la tercera categoría nacional.

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