Segunda FEB
Rafa Sanz y una primera vez como rival en Vista Alegre
El aficionado cordobés al baloncesto tiene una cita muy especial este próximo domingo, ya que el Coto Córdoba CB regresa a Vista Alegre con el objetivo de mantener el buen rumbo fijado hasta la fecha en Segunda FEB. Y el rival será nada menos que el Lobe Huesca La Magia, un equipo que nuevamente cuenta con una trayectoria infinitamente superior a la de los blanquiverdes, con muchas temporadas acumuladas en ACB y LEB Oro (actual Primera FEB). Eso sí, actualmente, la entidad oscense pasa por un momento que queda lejos de esos años dorados, aunque no deja de ser uno de los grandes proyectos de la categoría de plata y, sin duda alguna, uno de los más experimentados. Además, en su cuerpo técnico cuentan con Rafa Sanz, el entrenador con más partidos dirigidos en la historia de las divisiones FEB. Ahí es nada.
En efecto, pues para el aficionado medio, ese será uno de los grandes atractivos del partido. Presenciar la vuelta a su tierra del técnico cordobés, uno de los más laureados de la historia de la provincia. Y para el propio Sanz será igualmente una contienda significativa, pues, como él mismo reconoce a Cordópolis, será la primera vez que se siente en el banquillo visitante de Vista Alegre. “Nunca he ido de visitante a Vista Alegre, he entrenado cinco años allí, y nunca he ido de rival. Será nuevo, y ojalá vaya más veces. Será buena señal”, admite el preparador califa, que de unos años a esta parte ha vuelto a consolidarse como uno de los entrenadores más reputados de la categoría.
Es más, reconoce que “preferiría no ir a Córdoba como visitante. Porque un mal resultado o un mal partido lo padecen mis familiares y mis amigos. Solo me alegra porque Córdoba vuelva al mapa de la LEB, es penoso que hayamos sido incapaces de articular un proyecto durante 14 años. Solo nos ponemos de acuerdo para poner zancadillas al que está intentándolo”. Claro y directo. Como siempre.
Y es que hay que recordar que Sanz se inició en los banquillos sénior con apenas 20 años, dirigiendo al entonces prometedor CB Montilla en Segunda División, y al que llegó tras su buen hacer en las categorías base del Salesianos. En las filas vinícolas logró disputar dos veces el grupo de ascenso, lo cual le valió para fichar en 1999 por el Cajasur Córdoba, entonces en la LEB Oro, convirtiéndose en el técnico más joven de la categoría y llegando a jugar dos play off a la máxima división. En su ciudad permaneció hasta 2001, curso en el que se marchó a La Palma en LEB 2, aunque consiguiendo esa primera temporada el ascenso a la segunda categoría, justo en el momento en que Córdoba perdía a su vez su plaza. Una a la que ya no volvió jamás.
Pero Sanz se mantuvo en Oro durante muchos años entre Tenerife, La Palma y Ourense, disputando, incluso, varias fases de ascenso a ACB. En 2015 le llegó de nuevo la oportunidad de volver a entrenar en su ciudad. Tomó el mando del recién creado Bball Córdoba en Liga EBA, con el que jugó para promocionar a LEB Plata, lo cual repetiría igualmente en el desaparecido Yosiquesé hasta 2018, siendo esa la última vez que se sentó en un banquillo en Vista Alegre. Pero siempre lo hizo como local.
Su última etapa antes de dejar los banquillos profesionales sería en Plasencia. Luego trabajaría durante varios años en Federación, aunque el gusanillo de entrenar nunca se le fue y quiso volver a la rueda en 2021, firmando por la Associação Académica de Coimbra, de la Primera División de Portugal. Al año siguiente pasaría por Aridane, antes de recalar en 2023 en el histórico Peñas de Huesca, al que ha consolidado en Plata. Un equipo que llegará a Vista Alegre con “alguna baja”, aunque Sanz ve “bien” a los suyos. “Estoy contento este año. El día a día es mejor. Tenemos ilusión, siempre competimos y somos un equipo de verdad”, subraya.
Eso sí, se medirá a un Coto Córdoba que “está con buenos resultados y con mucha moral”, por lo que espera un duelo de “ritmo alto, muchos rechaces y desgaste físico. Veremos quién pierde menos balones en ese contexto y cuál es el acierto desde el triple. Espero que seamos nosotros, con nuestra identidad colectiva”.
En definitiva, sobre el proyecto cordobés, el técnico considera que “con desengaños, incluso en quinta categoría, han perseverado. Esa familia no ha salido corriendo y han apostado por el baloncesto. Es de agradecer. El retorno es poco y la inversión mucha, y ahí siguen. El equipo tiene físico en varias posiciones, calidad en el manejo en otras, y un entrenador sólido. La salvación les queda corta como objetivo. Tienen buen nivel”.
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