Rafa Santos prepara su regreso: “Empezar en EBA me vendrá genial, pero quiero volver a dónde estaba antes de la lesión”
Volver a empezar nunca ha sido nada fácil para un deportista, y menos aún tras una lesión de larga duración. Para todos aquellos medianamente entendidos de la práctica del baloncesto, así como de la propia singularidad del cuerpo humano, las rodillas suelen ser el lastre general que más termina perjudicando a cualquier jugador, así como la razón más asidua a la hora de poner fin a trayectorias prometedoras. Y en el caso de un cordobés, ese duro revés le tocó vivirlo hace ahora dos años. En efecto, uno de los jugadores más deslumbrantes que han salido de la cantera califa en los últimos años ha sido Rafa Santos, el cual comenzó a florecer en las categorías inferiores del Cordobasket, llegando a debutar en Liga EBA con apenas 15 años, entonces en edad cadete y de la mano del extinto proyecto senior encabezado por el club colegial y que entonces comandada Jesús Lázaro desde el banquillo.
Fueron sus primeros pasos para el gran foco mediático, ya que justo en ese época le llegó igualmente la oportunidad de estrenarse con la selección española, al ser citado para una convocatoria con la U16. El futuro estaba en sus manos y la progresión de Santos no hacía más que crecer con el paso de los meses. En 2019 le reclutó el Unicaja, con el que compitió en categoría junior y con el segundo conjunto cajista en EBA. Todo estaba saliendo a pedir de boca, pues en octubre del 2020, con apenas 16 años, 10 meses y 10 días, se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en debutar con el primer equipo malagueño, superando a otros como Yannick Nzosa o el NBA Domantas Sabonis (eso sí, en 2022 le adelantó Mario Saint-Supery, aunque aún se mantiene en el tercer cajón del podio).
Rafa Santos hizo su estreno ante el Germani Brescia italiano, en la cuarta jornada de la liguilla de la primera fase de la Eurocup. Disputó el último minuto del partido y llegó a anotar la última canasta del mismo, recibiendo las felicitaciones de todos sus compañeros. La última gran promesa cordobesa se consolidaba entre los profesionales. Paso a paso. Y sin perder la sonrisa.
Asimismo, continuaba con su crecimiento a nivel internacional, proclamándose campeón del European Challenge con la selección U18 en 2021, donde jugó junto al lucentino José Tanchyn. Además, hay que puntualizar que Santos compartió equipo en ese momento con algunos de los actuales campeones del mundo U19, tales como el propio seleccionador Dani Miret o jugadores como Sediq Garuba, Baba Miller, Jordi Rodríguez o Luis García. Una carga sobresaliente de éxito, pero también de trabajo. Y su cuerpo lo notó, hasta que dijo basta. Recién llegado de esa experiencia con España, el cordobés se incorporó a la pretemporada del Unicaja, y en uno de los entrenamientos iba a sufrir un episodio que iba a cambiar su carrera hasta ese momento, ya que se le diagnóstico una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
El 24 de agosto se cumplieron dos años de aquel duro suceso, que le ha mantenido alejado de las pistas hasta finales de este mismo verano, cuando, ya sanado al 100%, está ultimando su regreso. “Yo nunca me había lesionado, si acaso en mini algo en el tobillo, pero se acabó. Venía de jugar con España en Macedonia y ya tenía una carga física bastante dura. Llegué aquí y al poco de llegar, empecé a entrenar con el ACB. Era mañana y tarde, mañana y tarde”, repasa en su memoria Rafa durante una conversación con CORDÓPOLIS.
Es más, “durante ese entrenamiento yo recuerdo que desde el calentamiento estaba cansado, no me respondían las piernas igual, pero claro, al ser el júnior, el novato, no puedes decir: entrenador, estoy cansado. Y él te dice: claro, como estás cansado, pues traigo a otro. Total, que forcé, como es natural, y en el primer ejercicio, en un 1x1 con Francis Alonso, al querer defender, lo típico, en un gesto que había hecho 40.000 veces, pero claro, al estar más cansado y no responderme igual las piernas, en el giro se me quedó pillada la pierna izquierda, y ahí noté un crujido”, añade.
Ese episodio, el cual en un principio “no me dolió”, desembocó en un duro e inolvidable parte médico que cambiaba absolutamente todos sus planes. En un primer escenario debía decir adiós a toda la temporada, con lo que ello suponía a nivel de frenar su proyección, aunque luego el problema se fue haciendo más grande hasta dilatarse durante dos años, debido a tenerse que operar “más de una vez”, puesto que “mi cuerpo respondía a las operaciones con una hinchazón que no me permitía hacer nada. Después de cada operación, tienes que empezar a doblarla porque si no se vuelve a generar una fibrosis, pero como a mí se me inflama, tengo que estar en reposo para que se pase esa inflamación para poder doblar. Entonces era siempre un círculo vicioso”, explica.
Sin duda alguna, su familia, sus amigos y el club han sido fundamentales en este duro y extenso proceso de recuperación, no solo en el terreno físico, sino también en psicológico, ya que, de estar en la cresta de la ola en lo deportivo y profesional, un mal gesto te obliga a pararlo absolutamente todo. “Que te corten cuando todo te estaba saliendo a la perfección, fue como un puñetazo en el costado, pero los momentos más duros han sido cuando pensabas que estabas bien y has tenido que recaer”, afirma, reconociendo haber tenido que recibir ayuda en determinados momentos, además de resaltar “la ayuda de muchos amigos, familiares, sobre todo mis padres, que han estado en todo. Y yo soy una persona que piensa que si viene, ha venido, y que todo se recompensa. Sobre todo paciencia. Agradezco la paciencia que he tenido en mí”.
Actualmente trabaja con el equipo EBA del Unicaja, con el que piensa competir esta misma temporada. Y es que su situación es realmente particular, ya que tan solo hay dos jugadores senior en esa plantilla, que este año estará dirigida por su paisano Jesús Lázaro. La entidad cajista ha mostrado una enorme confianza en el cordobés, al que le hizo contrato profesional justo después de la lesión, por lo que la encrucijada en la que se encuentra actualmente queda un poco solventada con esa motivación de volver a donde estuvo antes de lesionarse. “Esta temporada mi objetivo primordial es volver a jugar y competir. Primero completar un partido y luego volver a sentirme igual de ágil, y a partir de ahí ya me veré con fuerza y ganas de competir y esforzarme mucho más en el tema deportivo”, analiza, resaltando que “el EBA me va a venir genial en esa etapa de transición, empezar con juniors, que yo ahí como que los lidero y eso me viene bien como primera toma de contacto y de ahí seguir escalando. Yo no me quiera quedar en un EBA, quiero volver a donde estaba. Ese es mi objetivo y mi motivación”.
Más de 730 días después de su lesión, Rafa Santos prepara su vuelva a las pistas. Será en la cuarta categoría nacional, aunque ya ambiciona volver a entrar en dinámica del primer equipo. “Lo más natural, cuando ya esté al 100%, es que pueda ayudar al primer equipo en la pretemporada, como han estado haciendo los juniors, y luego no sé cuál sería el plan. Y en un futuro, si sigo aquí, mi idea es estar con el primer equipo, por supuesto”. Así se está produciendo la vuelta de un dimanante en bruto que busca volver a brillar. No ha dejado de lado sus estudios de Educación Primaria, aunque en su mente no cesa la idea de ser (y sobre todo, sentirse) profesional. De momento, su nombre está vuelva en una cancha de baloncesto, que no es poco.
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