Asun Batista y la impaciencia del Adesal: “Tenemos ganas de empezar ya”
Más esperado que nunca. La vuelta al trabajo de todos los deportes ha sido más deseada que en años anteriores. El Covid-19 hizo que la mayoría de los clubes suspendieran su actividad allá por el mes de marzo y hasta agosto no han podido reactivar su ejercicio. Una espera que muchas entidades han sufrido económicamente hasta el punto de que no volverán a reabrir en un futuro cercano. Aunque hay clubes cordobeses que ya están planificando una nueva temporada en sus respectivas divisiones. Después de que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad retornara a Vista Alegre el pasado lunes, en el día de ayer le tocó al Adesal. El conjunto de La Fuensanta consiguió un ascenso histórico a la Liga Guerreras Iberdrolas y en esta campaña intentarán consolidarse en la máxima categoría del balonmano femenino nacional. Por ello, la plantilla está muy ilusionada con una participación que será bastante dura. “Paramos mucho antes de lo previsto y llevábamos preparándonos todo este tiempo en casa para llegar a este momento de la mejor forma posible”, explica la jugadora Asun Bautista.
Y es que el papel del Adesal durante la temporada pasada fue de sobresaliente. Aunque comenzó con bastantes dudas, las fuensantinas fueron cogiendo ritmo partido a partido y, tras un buen inicio de año, el plantel de Rafa Moreno consiguió auparse a la primera posición allá por el mes de febrero. A partir de ahí, las de La Fuensanta se consolidaron como las líderes de la División de Honor Plata hasta que el Covid-19 llegó y el Gobierno de España junto a la Junta de Andalucía decidió que era óptimo suspender todas las categorías deportivas y los entrenamientos de los conjuntos afectados para evitar así más contagios entre el público y los deportistas. Esto hizo que el Adesal sumara un ascenso histórico a la Liga Guerreras Iberdrola, máxima categoría del balonmano nacional femenino. Para las jugadoras es un hecho inolvidable y más que merecido. “Teníamos muchas ganas de afrontar esa fase de ascenso porque ahí es donde se ve esa cohesión del equipo, pero se nos ha premiado a la liga que hemos hecho”, por lo que “ha sido un regalo”, apunta Asun.
Por otro lado, la temporada del conjunto fuensantino será muy dura. La directiva cordobesa ha decidido mantener la columna vertebral del equipo, cambiando puntos clave para reforzar así a la plantilla en busca de la permanencia, aunque parece no ser suficiente. El plantel luchará por una salvación que involucrará hasta cuatro equipos en esta temporada por culpa del Covid-19, por lo que las opciones se dividen aún más para las chicas de Rafa Moreno. Aún así, el Adesal lo intentará con más corazón que cabeza para que Córdoba siga teniendo un equipo en la máxima categoría del balonmano nacional. “Al final jugar en División de Honor es la ilusión de cualquier profesional”, admite una jugadora que sabe que todo no son desventajas para el conjunto cordobés. “Debido a toda la problemática, la liga es un poco más corta, pero a lo mejor es una ventaja para nosotros” y admite que “tenemos ganas de empezar ya”.
Por otro lado, el Pabellón de La Fuensanta no podrá apoyar a las suyas en una temporada tan importante. Las condiciones sanitarias mínimas para que la actividad del deporte se desarrolle requiere que los partidos se disputen sin público o con un aforo limitado. Esto puede beneficiar o perjudicar a los equipos. Por una parte, el apoyo al jugador es importante para que así la motivación no se venga abajo, pero por otro lado, el no tener esa presión ayuda a que el profesional se concentre en el partido. “Es bonito tener esa afición que nos apoya, pero nos vendrá bien para salir concienciadas del trabajo que tenemos que hacer en la pista”, explica una malagueña que repetirá una temporada en el Adesal en busca de la ansiada permanencia.
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