Aspiración pero también necesidad
Sucede en ocasiones que las circunstancias se confunden emocionalmente. Igual que ocurre con los sentimientos como tales. Determinadas situaciones concretas conllevan la mezcolanza de sensaciones. En este punto se encuentra precisamente el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que desde la calma navega entre dos orillas: son las de la aspiración y la necesidad. Porque entre una y otra realidad está el cuadro califal tras su última derrota en Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), que le coloca al borde del abismo -aun cuando resta muchísima temporada, claro está, y tiene tres choques atrasados-. Los blanquiverdes ocupan el play out con los mismos puntos que dos de los tres equipos en descenso. Tal es el motivo por el que la plantilla dirigida por Josan González requiere el triunfo al tiempo que lo desea. Y sin embargo, aunque esto es lo habitual, su consecución no va a ser sencilla. No en vano, visita a un rival al alza como es el Real Betis (19:00). Bien lo atestigua su posición: es cuarto con 16 puntos.
Como siempre, la ocupación principal -que no tanto la preocupación, que es distinto- es el propio estado de forma. En este sentido, el entrenador del conjunto blanquiverde, Josan González, tiene plena confianza en la capacidad de sus jugadores. No cambia nada en absoluto en cuanto a su percepción. Si lo hace es más bien al contrario, con más certeza en las aptitudes -además de la actitud- de la plantilla al frente de la cual se encuentra. “Tenemos una oportunidad de refrendarnos en nuestras convicciones. Es el momento, más que nunca, de no dudar de lo que estamos haciendo porque cada vez estamos más cerca de ser ese equipo regular en todas las facetas del juego”, dijo el preparador de Puente Genil el lunes. A modo de resumen, el técnico insufló ánimo a los componentes del vestuario califal para continuar en la línea de trabajo de los más recientes duelos, por mucho que el último terminara con remontada del adversario y, por ende, con derrota.
El caso es que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad viaja a Sevilla para enfrentarse de nuevo, y desde entonces no lo hizo en competición liguera, a un Real Betis ante el que obtuvo su pasaporte para la final del play off de la 2018-19. Los recuerdos, si son bien gestionados e incluso cuando no se tienen en primera persona, pueden resultar beneficiosos en el parqué. Aunque en esta ocasión el cuadro califal no acude a San Pablo sino al Centro Deportivo Amate, habitual sede de los heliopolitanos. En dicho escenario el conjunto blanquiverde pretende dar un paso al frente y empezar a marcar diferencias con los rivales ubicados en posiciones de descenso. Con los tres puntos tiene opción de establecer una distancia de tres respecto de O Parrulo Ferrol ya con el mismo número de partidos, así como del Ribera Navarra con un duelo menos que los tudelanos. También de abrir brecha de cinco en relación al BeSoccer UMA Antequera con dos contiendas menos. Por tanto, el triunfo es una aspiración.
Pero no deja de ser, al tiempo, una gran necesidad. Básicamente porque de perder va a quedar anclado, por mucho que le resten después otros dos choques atrasados por recuperar, en la parte baja de la clasificación. Con el consiguiente riesgo que supone esa situación, también en el apartado psicológico. No alcanzar victorias suele rebajar la moral a cualquier deportista, y también este aspecto ha de tenerse en cuenta. Lo cierto es que el deber es complicado para el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, ya que se mide a un adversario que para nada desempeña el papel de recién ascendido a Primera de la LNFS. Se trata de un Real Betis que procura tomar el rango de equipo revelación de la campaña. Por el momento lo consigue al afianzarse en la zona noble de la tabla. Los de Juan Antonio Miguel Juanito son cuartos con 16 puntos en apenas diez encuentros. Como defecto tienen los sevillanos su falta de solidez en defensa en determinados instantes pues acumulan 32 dianas en contra, que son siete más de las que encajó hasta ahora el plantel de Josan González.
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