Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
ENTREVISTA

La Tremendita: “Ganar el Concurso Nacional fue un chute de energía; me pasaron muchas cosas nuevas”

Rosario la Tremendita

Juan Velasco

16 de noviembre de 2025 20:05 h

0

El regreso de Rosario La Tremendita a Córdoba iba a producirse el pasado jueves con el estreno de Matancera, el espectáculo que comparte con La Kaita y que debía presentarse en el Gran Teatro, en el marco del Concurso Nacional de Arte Flamenco (CNAF). Sin embargo, la muerte de Fosforito, que ha teñido de luto oficial la actividad cultural de Córdoba, ha llevado a aplazar la función, que iba a ser “el broche de oro” a un ciclo creativo, antes de embarcarse en nuevas propuestas.

Eso contaba La Tremendita a este periódico. Lo hacía horas antes del momento que estaba fijado para su salida al escenario del Gran Teatro, el mismo sitio donde, hace 21 años, se había convertido en la ganadora del Concurso Nacional de Arte Flamenco (CNAF). Este año, sin embargo, ha sido jurado. Y también le tocaba mostrar su evolución, estrenando en la capital Matancera, cuya première tuvo lugar en 2024 en la Bienal de Flamenco de Sevilla,

En Matancera, la artista sevillana explora un diálogo íntimo y arriesgado entre dos cantaoras de generaciones distintas. “Es un diálogo entre dos mujeres, con diferencias por generación, por corrientes e identidades, pero también con muchas similitudes: la visceralidad en el cante, las inquietudes…”, explica La Tremendita. La Kaita, recuerda, ya estaba en 1984 “con una guitarra eléctrica en las manos”, un gesto visionario que encarna el espíritu de búsqueda que comparten.

La Kaita y La Tremendita.

Un idioma común, un puente entre generaciones

Ese encuentro intergeneracional es, para La Tremendita, natural dentro del flamenco: “Es un idioma común, una forma de comunicación directa. Nos entendemos desde el minuto uno”, explicaba la artista, que apostillaba que, aunque sea conocida por su experimentación, su raíz es profundamente tradicional: “Me crie en la tradición. No hago ningún proyecto sin tener eso presente”.

En Matancera la apuesta escénica es extrema: no hay guitarrista, solo ellas dos en escena acompañadas por el batería y productor Daniel Suárez. “Cuando le dije a La Kaita que no habría guitarra, que vendría un músico de batería y electrónica y que la iba a acompañar yo con el bajo, se sorprendió. Le dio vértigo. Pero es una mujer valiente y encajó superbién”, cuenta con naturalidad una de las puntas de lanza de las nuevas formas flamencas, que mezclan beats y sintetizadores electrónicos con cantes tradicionales sin ningún rubor.

Lo puro es que lo que yo cante por la tarde sea coherente con lo que siento por la mañana

La Tremendita defiende una visión del flamenco libre de miedos y etiquetas. “Para mí, lo importante es hacer lo que te dé la gana”, afirma tajante. “En 2025 no puedes inventar como si estuvieras en los años treinta. Hay que vivir los tiempos con las herramientas de hoy. Lo esencial es tener valentía para desarrollar lo que realmente sientes”. Su definición de purismo es personal: “Para mí lo puro es que lo que yo cante por la tarde sea coherente con lo que siento por la mañana. Lo puro es lo que se siente de verdad”.

El espectáculo tiene además una marcada perspectiva femenina. Aunque la artista suele trabajar “rodeada de hombres”, en esta ocasión ha construido un equipo integrado casi en su totalidad por mujeres: desde la dirección escénica de Verónica Morales hasta los audiovisuales o la ayudantía. “Me apetecía que ese punto femenino estuviera muy presente. Ha sido un viajazo muy interesante”, destaca.

Concierto de Rosario la Tremendita

Córdoba, origen y tobogán

La relación de La Tremendita con Córdoba no es solo profesional. Es afectiva y biográfica. “Mi abuela es cordobesa, mi abuelo también. Desde pequeñita he tenido un vínculo muy fuerte con Córdoba”, recuerda. Su abuela nació en Fernán Núñez; su abuelo, aunque nacido en Melilla, llegó a Córdoba con cinco años. “Córdoba tiene mucho que ver con que yo exista y con que siga cantando”, dice.

Este año, además, ha vuelto al Concurso Nacional de Arte Flamenco como jurado, una experiencia que le ha despertado “los mismos nervios que hace veinte años”. Aquella edición en la que participó, siendo apenas una adolescente, marcó su vida artística. “Tenía 17 años, venía de dos años en Inglaterra cantando y estaba agotada. Ganar el Nacional fue un chute de energía. Me pasaron muchas cosas nuevas. Podía haber dejado el cante, pero el premio me dio la vida”, confiesa.

El flamenco instrumental, una asignatura pendiente

Rosario volverá a Córdoba la semana que viene, para la fase final. Y este año el Concurso Nacional ha abierto por primera vez una sección dedicada a instrumentistas flamencos, un cambio histórico que La Tremendita celebra. “Era necesario. El nivel instrumental ha estado increíble”, afirma. Uno de los finalistas es Juanfe Pérez, bajista que ha trabajado junto a ella en varias ocasiones, al igual que también ha colaborado con el pianista Alfonso Aroca, otro de los candidatos.

“Para mí es muy importante que el instrumento entre en el Concurso Nacional de Cante. Hay mucha gente haciendo flamenco muy bien desde el instrumento”, recalca la artista, que ha trascendido al mundo iconográfico precisamente pegada a un bajo eléctrico. En ese sentido, La Tremendita mira también hacia el ámbito académico: “Ahora solo falta que los conservatorios den el salto. Hoy es más fácil estudiar instrumentación jazz que flamenca. Pero iremos poco a poco. La evolución natural será esa”.

Etiquetas
stats