El Teatro Góngora acoge 'En mitad de tanto fuego', un alegato antibelicista candidato a cuatro Max
El Teatro Góngora acoge este viernes En mitad de tanto fuego, de Alberto Conejero, un poema épico interpretado por Rubén de Eguía en torno a la figura de Patroclo, compañero de armas y amante de Aquiles. La obra, dirigida por Xavier Albertí, es, en palabras de su autor, “un alegato antibelicista que explora la paradoja del arte frente a la guerra, la belleza de su horror”.
El espectáculo opta como candidato a cuatro Premios Max, los galardones de artes escénicas más importantes de ámbito nacional, que celebran esta temporada 2023-2024 su vigesimoséptima edición. En concreto, En mitad de tanto fuego opta a ganar los Max al Mejor espectáculo de teatro, Mejor autoría teatral, Mejor actor y Mejor diseño de iluminación (Xavier Albertí y Toni Ubach).
Tomando como punto de partida el canto XVI de La Ilíada, Alberto Conejero, ganador del Premio Nacional de Literatura Dramática en 2019, brinda una aproximación personal e íntima al poema de Homero, una nueva mirada vivida y contada a través de un personaje secundario en el relato habitual pero tan discutido como fascinante y misterioso: Patroclo, el “más amado” por Aquiles. En mitad de tanto fuego es un grito atemporal al amor, la alteridad, la amistad y la paz. Esta versión del clásico, con más vigencia en la actualidad que nunca, se estrenó en el Festival Grec 2023 de Barcelona el pasado mes de julio, y en estos meses ha obtenido el unánime reconocimiento de la crítica especializada -- “Un texto precioso, poético y humano”, dice Espectáculos BCN-- y del público.
Deseo, guerra, deserción, poder… Alberto Conejero comparte con el público la belleza, el misterio y la oscuridad de un poema épico a través del cual dialoga con la condición humana y enlaza épocas distintas, a la vez que combina voces del pasado y del presente. Se trata de un montaje a partir de La Ilíada de Homero y otros textos -contiene citas y referencias de Safo, ,Pedro Lemebel, Anne Carson, Luis Cernuda...- en el que intérprete, dramaturgo y director presentan un monólogo que es tanto una canción de guerra como un oratorio por las víctimas; un poema oscuro en el cual se habla de la violencia del campo de batalla, pero también de la violencia del deseo y, sobre todo, es un gran canto al amor.
“Porque La Ilíada empieza con las deserciones de dos hombres que se aman y que abandonan el campo de batalla diez años después de que la guerra haya empezado”, señala Conejero. En su opinión, se trata de una contienda universal: “hoy seguimos hablando de la guerra de Troya porque todavía sigue ardiendo en otras guerras”, advierte.
Pero esta obra es también, según su autor, un intento de contar la historia de otro modo, o lo que es igual, de imaginar el futuro de otro modo. “El rescate de una alegría posible. El canto de un personaje que fue, ante todo, carne enamorada y deseo. Un deseo libre y disidente”, concluye el autor.
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