Recuperan la obra discográfica de El último puente, una banda cordobesa de culto de los 80
Fueron uno de los primeros grupos de Córdoba que, en los albores de la movida e influenciados por la new age, optaron por cantar en inglés. Claro que su cantante era británico y un prolífico compositor. Eran El último puente, una banda formada por Eduardo Viñolo, Carlos Sánchez y Benjamin Thirkettle cuyo trabajo ha sido recuperado por el sello cordobés Atancemusik.
El hombre detrás de esta labor arqueológica es el productor, dj y compositor Pepe Atance, que señala a este periódico que, tras recuperar hace unos meses algunos de sus propios trabajos, realizados en los años 90, ahora ha visto la oportunidad de dar salida “a grupos que grabaron álbumes y que no los vieron publicados en su día y que merecen dejar esa herencia por su calidad y buen hacer”.
El primero de ellos es El último puente, del que ha recuperado gran parte de su sorprendente obra. El Ultimo Puente, Vol. 1 está disponible desde el pasado viernes en todas las plataformas y recoge trece canciones de una banda totalmente sui géneris.
Según detalla Atance, El último puente fue uno de los grupos más prolíficos y duraderos de los nacidos en Córdoba en los años 80. Surgidos en el año 1986 de las cenizas de la banda Jaleo, inicialmente estaba formada por Carlos Sánchez, Pablo León, Charly de La Mata, Juan de Dios García y Eduardo Viñolo, aunque la presencia más reseñable era la del vocalista Benjamin Thirkettle.
Un grupo de culto que no llegó a despegar comercialmente
“Benjamin era una mina inagotable de canciones, con una media de tres o cuatro diarias de las que, como mínimo, una era genial. Por ello, cada concierto era distinto al anterior y de imprevisible repertorio”, señala el productor, que recuerda que la decisión de la banda de cantar en inglés en una época en la que la movida monopolizaba las radios “era arriesgado y aun no muy digerible”.
Curiosamente, a pesar de la barrera idiomática, lo que más sorprende de la banda es su gusto por mezclar sonidos de la new age y el post punk con guitarras españolas e incluso desarrollos flamencos, lo cual les confería una personalidad muy marcada y les distinguió, casi con total seguridad, del resto de bandas de la ciudad en la época. Además, fueron incorporando otros miembros a la trayectoria como Juanjo López, Miguel Ortiz, Charli Japón y el búlgaro Boris Dimitrov.
Toda su eclosión musical quedó recogida en varias maquetas y, sin embargo, nunca llegó a cristalizar en un LP oficial. Sí que colaron algunas de sus canciones en recopilatorios, la más rastreable fue la canciónn Malcolm Mcfly, incluida el tercer EP del fanzine 27 Puñaladas, y que hizo que alguna publicaciones les compararan con The Cure, con los que guardaban una bastante reseñable similitud.
También situaron dos canciones, Singing y Please, en el recopilatorio Singles Del Año 90 - Antología Anual De Grupos Andaluces, del sello sevillano Trilita, que poco antes había descubierto al grupo Reincidentes. En aquella época estuvieron a punto de dar el salto, llegando a tocar en varios programas de televisión, tanto en Canal Sur como en Radio Nacional de España.
Su estatus y su singularidad siempre les situó como un grupo de culto, pero sin embargo no llegaron a explotarlo comercialmente. Atance afirma que “la labor de marketing nunca fue su fuerte” y que siempre prefirieron “ir contracorriente”. “No obstante, las críticas y la asistencia a su profusa cantidad de conciertos hacen que se les recuerde como uno de los grupos más respetados en el microcosmos de la época”, remarca el productor.
Tras recuperar este proyecto, Atance ya está trabajando en nuevas incursiones arqueológicas en la escena cordobesa y planea dar un poco de brillo a la figura de Rafa Manzano, un cantautor que grabó un álbum con los mejores músicos de ese momento en el estudio de Paco Records.
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