“Un poeta no puede caer en sus propias trampas”
Tesán se ha desatado, se ha desencadenado, como lo introducía su amigo y compañero de generación y de estética, Pablo García Casado, en su presentación. Y lo ha hecho con una colección de poemas donde habla de la familia, las relaciones personales, los deseos no consumados, la perplejidad o la contemplación del espacio.
Pero lo que hace muy especial al mundo poético de Alberto Tesán es su tratamiento de la violencia. Lo hace, además, con mucha lucidez: “Hay una violencia normalizada en el cine, incluso en el teatro, en la novela…, pero en la poesía es complicado”. Y con la complicidad de sus oyentes y lectores en la librería afirmó que “los psicópatas nos caen bien”.
Albero Tesán dice que “nunca ha pensado en el lector”, aunque “siempre en los poemas queda un transfondo de vida que se puede compartir.
Gente que bebe deja paso al tiempo y, por eso, no con cierta ironía, Alberto dice que en realidad ya “me relaciono con gente que bebía”.
Tesán tarda en publicar, aunque está siempre en el foco de la poesía contemporánea española, pero tenemos que felicitarnos por tener fresco entre nuestras manos este Gente que bebe, que sale en la editorial Milenio con gran vocación de permanencia.
“Cuesta decir, sin timidez, ´soy poeta´, porque parece sospechoso”, le dice Alberto Tesán a los lectores mientras va desgranando en Córdoba los poemas de su libro, una ciudad con la que, por amigos presentes o ausentes, mantiene un gran “flujo sentimental”.
0