'Juego desigual', poemas para un tiempo nuevo
El Centro Andaluz de las Letras presenta el trabajo de la escritora y periodista Matilde Cabello | La obra ganó el I Premio Juana Castro
La presentación de 'Juego desigual', de Matilde Cabello (Puerto Real, 1956), que ha tenido lugar en la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte, cierra el ciclo del Centro Andaluz de las Letras hasta el próximo otoño. El poemario, publicado por la editorial Renacimiento, fue elegido el pasado noviembre de entre un total de 103 como ganador del primer premio Juana de Castro de poesía.
El jurado que hizo público el fallo (compuesto por Juana Castro, Juan José Téllez, Isabel Pérez Montalbán y Manuel Gahete) destacó en su momento la emoción contenida por medio de la expresión directa, sin obviar por ello el juego metafórico que logra Cabello en estos poemas (Y otearás a esta Ariadna mar adentro / orientando las velas a sí misma. / Y si viene Dionisos, copulemos). En palabras de la autora: “Este nuevo poemario supone un punto de inflexión en mi vida, cercano a una autobiografía íntima. Supone el proceso del amor tratado desde la enfermedad, la posterior sanación, los mecanismos que ponemos en marcha para esa sanación y, en definitiva, la búsqueda de la soledad. El poemario es una antes y un después, tanto a nivel personal como en mi poesía”.
'Juego desigual', que cuenta con un total de 54 poemas, recorre cada uno de los estados o las fases experimentadas en el intercambio amoroso. Así, algunos de sus apartados tienen nombres como “De la mentira”, “De la mudanza”, “Del cambio” o, finalmente, “Sin ley” (Este amor tan absurdo, tan cansado,/ se ha amparado en mis ojos./ Ando a ciegas; solo queda nutrirse de una misma).
“El título –continúa la poeta- hace alusión a los amantes siempre en desigualdad, a la lucha por conseguir una igualdad de ambos. Al igual que el toro se enfrenta y mide sus fuerzas con el hombre, están también esos amantes en un juego amoroso de entrega, adaptación, rabia, reproche, caída, que termina en la posesión y en la absoluta soledad para reflexionar, por último, qué queremos, quiénes somos, cuáles son las ventajas de estar con uno mismo y sentirse bien”.
El poemario recoge la tradición sembrada por otra escritora importante, Juana Castro. Cabello se muestra emocionada al respecto: “Juana es un referente en la poesía femenina. Que haya logrado este premio significa mucho. Precisamente, además, lo escribí hacia el 2000, lo había retomado varias veces… Y, sin embargo, tardé en componerlo en su momento menos de un mes: cuando cierras un poema, cierras una herida y también una etapa de ti misma. Eso ocurrió hace tiempo. Fue Paco Cerezo, mi compañero que falleció hace unos meses, quien encontró un día el poemario, quien me obligó a revisarlo y a darle una unidad porque él sentía que era bueno. Un día, de repente, me dijo que el poemario estaba presentado al concurso de poesía Juana Castro. Todo esto añade unas notas adicionales de valor para mí, nada es causal ni casual con este libro”, explica la poeta.
“Si miro atrás, hay notables diferencias con 'El fruto de aljamía', publicado en 1991. En el fondo, emotivamente, no hay ninguna diferencia porque la poesía es la única vía para expresarme; temáticamente, son dos mundos distintos. El primero trataba más el mundo de mi infancia, el exilio… Quieras o no yo era una niña del 50 con gran carga política y crítica alrededor; este libro, en cambio, muestra la evolución y el plano sentimental, pero especialmente la evolución”, resume Cabello.
La autora, que participará como invitada en el próximo festival de Cosmopoética, se encuentra así apreciada en el mundo de la poesía y satisfecha especialmente por el galardón otorgado a esta última obra, fruto de una etapa de madurez.
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