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La banda cordobesa de rock Babel Circus, en concierto este viernes para presentar su primer disco

El guitarrista Julu Vazk.

Alejandra Luque

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Cinco años después de que los músicos Julu Vazk y Antonio Jordan dieran vida a la banda Babel Circus, ellos -junto a otros dos artistas más, Tito Tony y Domingo Ruiz- ven cumplidos uno de los sueños que suenan a lejano cuando se inicia un proyecto musical: publicar su primer disco. La ópera prima de esta banda cordobesa de rock recibe el nombre de El equilibrio del porvenir y este viernes, a partir de las 22:00 en el Ambigú de la Axerquía, podrá escucharse (y vivirse) en riguroso directo. Eso sí, previa reserva en ambiguaxerquia@gmail o en Discos Vitalogy.

PREGUNTA (P): ¿Cómo ha llegado Babel Circus hasta aquí?

RESPUESTA (R): Actualmente, el grupo lo formamos cuatro personas pero la idea surgió entre Jordan, el vocalista, y yo, que soy el guitarrista. Empezamos en 2016 y cada uno venía de grupos diferentes porque Córdoba es muy especial para la música; vamos saliendo y entrando de diferentes proyectos. Pero en 2016 decidimos montar el grupo y fuimos llamando a gente viendo que podría surgir algo muy bueno. No fue hasta principios del año pasado cuando conseguimos la banda que queríamos: fue cuando entraron Tito Tony, el bajista, y Domingo Ruiz, el batería. En pandemia nos metimos en el estudio de Musi Kurtuba y pudimos grabar el disco.

P. ¿Cuánto esfuerzo ha costado?

R. Mucho. El disco tiene mucho esfuerzo, cariño y mimo desde el minuto uno hasta el último. Ha sido enteramente producido por nosotros, desde la letra hasta la música. Está muy bien tocar versiones, pero nosotros preferimos un producto propio y en español. Hace tiempo grabamos una maqueta pero en El equilibrio del porvenir ya se ve una evolución gracias a las influencias que tenemos cada uno de los cuatro que forma el grupo.

P. ¿Cómo ha sido la pandemia para vosotros?

R. Matadora. Cuando no se podía salir nos mandábamos audios y así pudimos, incluso, hacer una canción durante el confinamiento. Ahí la tenemos y a ver qué hacemos con ella (ríe). Cuando se abrió la veda y empezamos a salir, nos reuníamos en la sala Recycle una vez por semana para ensayar y dar forma al disco, pero los directos han estado parados. Todavía no está la situación muy allá pero ya queríamos presentar el disco.

P. ¿La idea es hacer gira?

R. Tenemos, desde luego, varios proyectos porque la idea era promocionar el disco a partir de septiembre. El primer concierto queríamos que fuera en Córdoba y hay que agradecer a El Chino [Rafael López Esquivel, que gestiona el Ambigú de la Axerquía] que nos haya averiguado una fecha porque, aunque parezca que se toca poquito, se van sacando fechas, pero hay muchos conciertos que se suspendieron por la pandemia y que ahora se están organizando. Sí es verdad que vivir un concierto de rock sentado no es lo mismo, pero el Ambigú de la Axerquía es un sitio muy chulo y con una buena acústica e iluminación.

P. Vivir de la música parece impensable, y más con este panorama.

R. Hay que decir que nosotros no vivimos de la música. Tenemos nuestros trabajos y la música es como un hobbie pero mucho más comprometido. A veces hemos tocado para el técnico de sonido para el grupo que tocaba después de nosotros, pero nos encanta la música. La entrada para el concierto del viernes cuesta siete euros con la consumición y hay gente que es muy reticente a gastar eso, pero no lo es para tomarse un cubata por ocho euros en el Vial. Eso es sí y no lo podemos cambiar, pero que quien acuda al concierto sepa que va a disfrutar.

P. ¿Hace falta más apoyo de toda la ciudad para promover espacios como el del festival Grita?

R. Hay que ir a muerte con las personas que organizan ese festival, entre los que se encuentra nuestro batería. Hay que promover la música en directo, que la gente vaya y que vengan grupos que están empezando. En Córdoba es muy difícil organizar cosas y por ese motivo hay que ir a muerte con quienes deciden hacerlo, y más cuando se trata de un estilo que no responde a lo que la mayoría de la población escucha. Se echan en falta muchas citas, como la antigua muestra pop rockera o las fiestas que se hacían, como El Día de la Litrona, en El Arenal, donde había conciertos desde las 12:00 hasta las 3:00. Es muy importante coger a grupos de Córdoba y de los pueblos, gente joven que está empezando y que no pude tocar porque no tiene equipos para eso. Hay que apoyar a esa gente que está ensayando pero que no tiene recursos para hacer directos. A todos esos músicos, pónganles un buen escenario y denles la posibilidad de que toquen, más allá de que también llames a grupos consagrados.

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