El Consejo del Movimiento Ciudadano pide un nuevo rumbo para el Festival de la Guitarra

El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) ha trasladado al Ayuntamiento de Córdoba “la necesidad de recuperar el prometido debate y la anunciada reflexión sobre el Festival de la Guitarra”, al entender que “el modelo actual ha tocado techo y que es limitado en sus aspiraciones y falto de ambición en sus expectativas”.

“El Festival de la Guitarra no ha sabido irse adaptando al reto de la multiplicación de festivales, incluidos los dedicados también a la guitarra, y corre el riesgo de ser un festival que pierda su espíritu internacional. La actividad más señera, como son los cursos formativos, no son suficiente argumento para defender el actual modelo que va perdiendo prestigio”, ha señalado el CMC.

La primera limitación, sostienen, parte del presupuesto, puesto que la 43 edición del festival de nuevo corre a cargo, casi en exclusiva, de la financiación municipal, sin que la Junta de Andalucía, la Diputación o el Ministerio de Cultura apoyen su celebración, algo que en otros momentos sí ha sucedido, aunque en niveles insuficientes siempre.

“Esto choca con la buena salud financiera del propio IMAE Gran Teatro, que año tras año presenta superávits presupuestarios. Con todo, lo más grave es la falta de apoyo institucional que representa esta carencia de apoyo económico, totalmente incomprensible para un festival que pretende ser seña y muestra de nuestra ciudad”, sostienen.

Junto a ello, para el CMC, otra cuestión es que el Festival de la Guitarra carece de una persona que se dedique en exclusiva a su preparación, recayendo su organización en el personal del IMAE Gran Teatro que lo compatibiliza con el resto del trabajo anual. “Eso lleva a que no se pueda diseñar un festival para dentro de tres o cuatro años y se nutra casi en exclusiva de las artistas que están en gira y con cachés limitados. Al final se opta por escenarios de pequeño o mediano formato, renunciando a las grandes actuaciones que se han dejado en manos de la iniciativa privada al margen del Festival”, apuntan desde el movimiento ciudadano, que remarcan que “el cartel de conciertos atrae a público de la provincia y algo de la comunidad, pero no traspasa las fronteras andaluzas”.

Además, también señala que las fechas de celebración, en una época climática muy calurosa, sin posibilidad de usar nada más que la noche para el desarrollo del festival, o los espacios cerrados con climatización suponen “otra limitación”, lo que “a su vez genera problemas de relación con el entorno, en el caso de espacios abiertos, o falta de conexión con la ciudadanía al no apreciarse en la calle la existencia del festival”.

Por todo ello, el Consejo del Movimiento Ciudadano urge a recuperar la reflexión y el debate sobre el Festival de los próximos cinco o diez años o “acabará por ser intrascendente”.