'Buenas hierbas, una conferencia bailada': las plantas hablan y danzan para Flora
El Festival Internacional de las Flores, Flora, contará en su edición de 2023 con una espectáculo que suma la danza a la botánica y que ofrecerá al público una experiencia donde el arte y las plantas se funden. Será en Buenas hierbas, una conferencia bailada, cuando las plantas hablarán y bailarán sobre el escenario del Teatro Góngora el 21 de octubre.
La compañía del coreógrafo cordobés Antonio Ruz es la encargada de dar vida a las enseñanzas del paisajista e investigador botánico Eduardo Barba, en un espectáculo donde el movimiento, la danza, la música y la luz acompañarán a las enseñanzas de este experto en plantas, para hablar de las consideradas 'malas hierbas'.
El espectáculo se presenta con una selección de esas plantas urbanas hablando en primera persona, “con un guiño de humor, un punto de ternura” -explica Antonio Ruz a Cordópolis-, y sumando la danza de tres bailarinas de su compañía: Lucía Montes, Mado Dallery y Alicia Narejos.
“El cuerpo, el sonido, la luz, van a añadir emoción, para que el espectador se conmueva con esa relación y vea cómo los cuerpos relatan las plantas de otra manera que no es la palabra”, dice el coreógrafo, que ha aceptado la propuesta del Festival Flora para crear esta obra junto a Eduardo Barba, en lo que describe como “un encuentro entre dos disciplinas: la botánica y la inteligencia vegetal que centra la temática de esta edición de Flora, con la danza”.
“A mí, todo lo que sea sacar la danza y mezclarla, hacer un diálogo con otras dicilplinas, siempre me parece enriquecedor para mí, para la compañía y también para el público”. Porque, cuenta, “desdibujar esas fronteras” de cada disciplina, “abre nuevas puertas al espectador”.
Contacto con las plantas e inspiración
Recuerda Antonio Ruz que, para hacer esta coreografía ha echado, primero, la vista a su infancia y su primer contacto con el mundo de las plantas: “Desde pequeño he tenido contacto con ellas, ayudaba en casa a mi abuela y a mi madre a trasplantar, a cuidar las plantas. Luego, además, mi padre y la familia son agricultores, en Montalbán”, añade sobre su conocimiento del mundo vegetal.
“Y, ahora mismo, tengo mi salón lleno de plantas que me van a echar de casa”, ironiza mientras constata que su amor por ellas, inoculado en la niñez, pervive en la actualidad.
Por eso, refiriéndose al espectáculo, cree que él mismo ha aplicado su “sensibilidad especial con las plantas y, más si encima son las menores, las llamadas malas hierbas -las protagonistas de la obra-, que crecen en lugares hostiles, pero que sobreviven, que encierran secretos de cómo se adaptan, de cómo viven con insectos...”.
Ahora, tras unos meses de reuniones entre Eduardo Barba y Antonio Ruz para abordar el contenido y la forma del espectáculo, en estos días se trabaja ya en los últimos ensayos, en la puesta a punto y, como si de una planta viva se tratara, siguen dándole los últimos pespuntes.
Ruz tiene claro que quiere que esta conferencia bailada sirva “para que el público viva una experiencia interesante a nivel de conocimiento y también y sensorial por la danza”. Y, para ello, su mente ha ideado una dramaturgia que recorre el espectáculo desde la presentación, con un hilo conductor, uan dinámica y un cierre, para presentarlo ante el espectador. “No solo se trata de hacer unas coreografías para las bailarinas, sino también de ordenar el contenido a nivel escénico, con la iluminación y la música, todo en una dirección”.
Organicidad de las plantas y el cuerpo
Un espectáculo de danza donde se toma como inspiración la organicidad del cuerpo y de las plantas. Explica Antonio Ruz que nunca antes había trabajado con un contenido tan específico sobre las plantas, pero “sí en mi método coreográfico siempre busco la organicidad del cuerpo, desde la propia forma, pero también desde los órganos”.
“Al final, el cuerpo es también naturaleza, como las plantas, en constante movimiento como sus raíces, el tallo... Entonces, el cuerpo es una metáfora de esa naturaleza. Y las plantas hacen eso, no paran de crecer, de cambiar, propagarse, morir pero luego crecen en otro sitio. Y eso es un caldo de cultivo muy interesante” para su creación especial para Flora.
Con música del compositor Aire y diseño e iluminación de Olga García, el espectáculo promete ser un constante diálogo entre el erudito Eduardo Barba, su voz, y el movimiento, la luz y los sonidos a cargo de la compañía de Antonio Ruz.
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