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Adiós a la música callejera en el Puente Romano y junto a la Mezquita de Córdoba

Juan Antonio Galiot tocando en el Puente Romano.

Juan Velasco

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Una de las estampas más habituales de la zona cero del turismo en Córdoba está a punto de tocar a su fin. Los músicos callejeros van a desaparecer de dos de los puntos más concurridos y especiales de Córdoba: el Puente Romano y los alrededores de la Mezquita-Catedral.

Las bases de expresión artística que publicó el Ayuntamiento de Córdoba la semana pasada, y que están dedicadas a la ordenación del uso y control de la actividad de música y pintura en el viario de dominio público, han sacado de los lugares autorizados estos dos puntos. Aunque de soslayo, esa fue la principal novedad de la renovación de las bases.

En 2021, dentro del Eje Tendillas-Puente Romano-Mezquita, aparecían como lugares consignados a la música y actividad artística callejera las calles Torrijos, Magistral González Francés y el Puente Romano, aunque excluyéndose la Puerta del Puente y la Plaza del Triunfo, y a una distancia mínima de 100 metros de la Puerta del Puente y la Torre de la Calahorra, respectivamente.

En las nuevas bases, sin embargo, estos puntos han desaparecido de los espacios que se ofertan para la realización de actuaciones de expresión artística, lo que ha causado malestar dentro del colectivo de músicos callejeros.

La recogida de firmas

De hecho, una quincena de músicos cordobeses han iniciado una recogida de firmas online en la plataforma Change.org para reclamar al Ayuntamiento la restitución de estos espacios. 

En el texto que acompaña la recogida, explican que, “durante los últimos ocho años, el casco histórico de Córdoba ha sido un vibrante escenario para los artistas callejeros, quienes han aportado su arte a los transeúntes y turistas, convirtiéndose en una parte esencial del paisaje cultural de la ciudad”. 

“Estos músicos, que han cumplido con sus obligaciones legales, incluidas las tasas correspondientes para obtener sus licencias, ahora se enfrentan a la posibilidad de perder su principal escaparate de expresión”, lamenta el artista, que espera que el Ayuntamiento reconsidere su decisión y permita que la música continúe siendo una parte viva del patrimonio cordobés. Así, uno de los lemas de la campaña es “La música no daña el patrimonio. La música es patrimonio”.

¿Qué opina el Ayuntamiento? Este periódico ha preguntado por los motivos que han llevado a eliminar estos dos puntos de los lugares autorizados sin haber obtenido respuesta, en el momento de escribir estas líneas.

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