Este verano confía en Alcalá la Real

Alcalá la Real, ubicada en la Sierra Sur de Jaén, ya está lista para ofrecerte todo lo que necesitas en tus vacaciones.  Una oferta turística tan segura como de calidad. Con la Fortaleza de La Mota como buque insignia, el municipio marida el turismo rural, el gastronómico y el cultural. El lema de la campaña estival es #ConfíaAhoraAlcalálaReal.

La Fortaleza de La Mota y el Palacio Abacial abren sus puertas desde el 1 de julio en horario de verano. El recurso con más visibilidad del municipio, a 1.003 metros de altura, es un Bien de Interés Cultural que seduce a los visitantes tanto por su belleza como por el componente histórico: aún se conserva la original estructura de las muralla almohade, el trazado urbano de la ciudad renacentista, y el paisaje fronterizo que diseñaron musulmanes y cristianos en el medievo. A través de Tu Historia es posible hacer visitas con audio guía explicativas en la Fortaleza.

Alcalá la Real la integran además dieciséis aldeas que de manera radial se distribuyen en torno a la urbe. Son el testimonio de una tradición rural cuya riqueza paisajística permite recorrer entornos tan diversos como lomas de cereal, sotos y arroyos, matorral bajo y olivar.

Senderos y gastronomía

Las cumbres de Alcalá la Real están al norte en Rompezapatos, el Marroquín y La Martina, que desafían al senderista y cobijan uno de los enclaves más singulares del término, la Hoya de Charrilla, territorio conocido por la calidad de sus quesos.

La orografía del municipio es un atractivo para los amantes de la naturaleza, pues hay un entramado de caminos y sendas que conducen a espacios naturales aptos para disfrutar de ellos a la luz de actividades como el senderismo, el montañismo, la orientación e interpretación del patrimonial natural, entre otras. Hay, además, rutas estupendas, como la de Los Zumaques, que discurre por el paraje de Los Llano y de los Tajos, y el PR-A 414 Río Velillos, patrimonio natural para descubrir la importancia del agua desde tiempos romanos.

Los productos autóctonos aportan el sabor genuino local, con el aceite de oliva, cargado de matices; los embutidos tradicionales, desde lomo de orza hasta salchichón y chorizo; los quesos de cabra y oveja, con su muestra anual de variedades artesanales; los vinos espumosos de la tierra; la cerveza artesanal; la cereza, y el espárrago, cada vez más industrializado. El arroz caldoso, los jarretes en salsa y la icónica secretaria son platos que dinamizan las quedadas de amigos y familiares. El colofón de cada velada llega con los dulces: roscos de San Antonio, anís, tortas de mantecas y milhojas de chocolate.

Comercios y empresas del municipio han trabajado para ofrecer un destino seguro y de calidad, adaptado a las circunstancias de la pandemia. Llegó el verano y la consigna es clara en la ciudad de La Mota: #ConfíaAhoraAlcalálaReal.

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