UGT exige a la Junta más medios de protección en los centros de menores

El sindicato UGT-Córdoba ha exigido este miércoles a la Junta de Andalucía más medios para velar por la integridad física de los menores ingresados en los centros de protección de menores, ya que a finales del pasado octubre “se produjo un hecho dramático” en un centro de la capital cordobesa, donde “una menor se precipitó voluntariamente por la ventana de su habitación, aunque las consecuencias fueron leves y, tras unos días hospitalizada, la menor ha vuelto de nuevo” al centro.

El problema, según ha señalado el sindicato en un comunicado, es que la menor “ha vuelto al centro”, el CPM Juan de Mairena, “sin que la Administración tome las medidas de protección necesarias para que este hecho no volviera a suceder”, lo que implicaría “dotar de rejas a las ventanas de las habitaciones”.

Para UGT, que “los centros de protección de menores están masificados es un hecho y, por ello, no son seguros para los menores”, de ahí la necesidad de adoptar medidas como la indicada, pues “estos hechos suponen incrementar la vigilancia para garantizar la integridad de la menor” y, “dada la escasez de recursos y que el centro ya está sobredimensionado, en cuanto a ratio de menores alojados allí, supone la desatención al resto de menores y de otras tareas imprescindibles en el centro”.

En opinión del sindicato, dicho centro “no cuenta con medios materiales ni humanos para atender a menores” como la afectada en este caso, “con conductas alteradas y que actualmente está con fuerte tratamiento farmacológico”, pero es que, de forma general, “la población de menores está sobredimensionada en los centros de protección, sobre todo en determinadas épocas del año, sin que se aumente la dotación de personal”.

Junto a esa demanda de más personal, UGT también ha reclamado “que sean revisados determinados perfiles de menores, para que sean ubicados en centros idóneos a sus características y necesidades, que se revise la dotación arquitectónica del centro, en cuanto a medidas de seguridad, tanto para los menores, como para los propios trabajadores”, colocando “rejas en las ventanas de las habitaciones y una escalera de incendios”.