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La UCO coordina un proyecto internacional para hacer frente a los retos medioambientales del planeta

Proyecto internacional de la UCO.

Redacción Cordópolis

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El proyecto de investigación internacional COOP+, correspondiente al programa de financiación europea Horizonte2020 que dirige la Universidad de Córdoba (UCO) y cuyo principal objetivo es fortalecer los vínculos y la organización entre distintas Infraestructuras de Investigación de la Unión Europea (UE) y otras infraestructuras internacionales, busca coordinar a cuatro infraestructuras de investigación para hacer frente a los retos medioambientales del planeta.

Así lo ha indicado la institución universitaria en una nota en la que ha detallado que el incremento de la contaminación, la escasez de recursos, la crisis hídrica o la extinción de especies son algunos de los principales retos a los que se enfrentará la humanidad a lo largo de las próximas décadas.

Se trata de desafíos globales de naturaleza transnacional y, como tales, no pueden ser abordados por ningún gobierno u organización en solitario, sino que necesitan de respuestas globales a gran escala que involucren a instituciones a nivel planetario.

Así, al contrario que en otros proyectos, el consorcio del trabajo de investigación internacional COOP+ está integrado por infraestructuras de investigación. Dichas infraestructuras son herramientas financiadas por los estados de la UE y que tienen como objetivo suministrar servicios de distinta naturaleza a la comunidad científica.

Los aceleradores de partículas o los radiotelescopios son buenos ejemplos de infraestructuras en el ámbito de la física. En el área del medio ambiente y en este proyecto en concreto, participan cuatro infraestructuras de investigación europeas relacionadas con la ciencia marina (EMSO), la investigación ártica y atmosférica (Eiscat), la observación del carbono (ICOS) y la biodiversidad (LifeWatch).

Se trata de centros especializados fundados a lo largo de los últimos años y que, a pesar de estar aún en fase de desarrollo, podrían estar llamados a protagonizar algunos de los avances científicos de los próximos años en distintos campos de investigación si consiguen coordinarse en torno a objetivos comunes.

Tal y como ha destacado el responsable del proyecto, Francisco Javier Bonet, el estudio busca analizar en qué medida estas infraestructuras de distinta naturaleza están lo suficientemente preparadas para abordar retos ambientales y globales.

“El objetivo es poner a trabajar a estas cuatro infraestructuras entre sí, coordinarlas con otras similares existentes en otras regiones, estudiar sus fortalezas y debilidades y analizar de qué forma pueden aportar su grano de arena para ayudar en la resolución de estos desafíos”, ha subrayado el investigador.

Para ello, se han escogido distintos casos de estudio como, por ejemplo, los cambios del ciclo de nitrógeno en la Tierra derivados de la actividad humana o la contaminación por plástico en los océanos.

La UCO, en concreto, se ha centrado en la caracterización de las infraestructuras de investigación disponibles en la región Mediterránea para abordar los retos ambientales de la costa, como, por ejemplo, la subida del nivel del mal, la presión urbanística o la erosión.

Además, también ha evaluado en qué medida la información existente en el registro fósil sobre la distribución de las especies puede contribuir a entender la dinámica ecológica de otras especies actuales con objeto de diseñar métodos ayuden a minimizar la crisis que afecta a la biodiversidad.

La finalidad de todos estos datos es abonar un terreno común para el desarrollo de una red global de infraestructuras que trabaje conjuntamente y de forma coordinada para abordar los desafíos medioambientales globales. Además, podrían suponer un punto de partida para establecer conexiones entre estas infraestructuras de investigación y los organismos públicos encargados de la toma de decisiones.

Frente a este cambio global, la alternativa de la comunidad científica se basa en la en la recopilación de datos que ayuden a canalizar las actuaciones. No obstante, según ha resaltado el investigador principal del proyecto, “abordar los retos ambientales a escala global no solo requiere de investigación científica y conocimiento, sino también un cambio de mentalidad a nivel de sociedad”.

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