El Supremo admite el recurso contra el fallo de la Capitalidad
El alto tribunal español ordena que el caso pase a manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y desestima la petición del Ayuntamiento de San Sebastián de paralizar el litigio
El Tribunal Supremo ha admitido el recurso presentado por el bufete de abogados de Mariano Aguayo contra el fallo de la designación de San Sebastián como Capital Cultural Europea para el año 2016, según publica en su edición de hoy el periódico El Día de Córdoba y ha confirmado a este medio el propio Mariano Aguayo, que ha subido el fallo de la Capitalidad a este enlace. Según este abogado, que representa al Ayuntamiento de Córdoba de manera altruista, el alto tribunal español ordena ahora que el caso pase a manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (fue en esa comunidad autónoma donde se produjo el fallo) y ha desestimado el recurso presentado por el Ayuntamiento de San Sebastián que intentó paralizar el proceso judicial argumentando que la justicia española no tiene jurisdicción para tumbar la decisión de un jurado europeo.
Ahora, será la sala de lo Contencioso Administrativo de Córdoba la que determine si fue correcto o no el fallo que declaró a San Sebastián como capital cultural para el año 2016, en una carrera en la que compitió Córdoba.
En principio, el bufete de Aguayo decidió llevar el caso hasta la Audiencia Nacional a finales del año 2011. Sin embargo, la Audiencia Nacional se declaró incompetente para investigar el asunto y en enero de este mismo año remitió el caso al Tribunal Supremo, que es quien ahora traslada todo el paquete al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La sala de lo Contencioso decidirá ahora qué hace con el caso. Al darle trámite, se investigará.
El origen de la judicialización de la decisión del jurado del 2016 tiene su origen en una denuncia pública del propio alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto. En julio de 2011, el Ayuntamiento recibió un sobre, sin remitente y procedente de Francia, con un sorprendente CD con tres archivos. Uno de los archivos de texto tenía el nombre de ‘cristina-propu1' y otro ‘cristina-propu2'. En el primero la autora es la usuaria ‘cortega'. El alcalde de Córdoba identificó a esta usuaria con Cristina Ortega Nuere, miembro del jurado internacional. Ortega trabaja, a su vez, para la Consejería de Cultura del Gobierno vasco, algo que se conoció después del veredicto del jurado del 2016. En el segundo, la autora es ‘ylazaro', identificada por el Ayuntamiento como Yolanda Lázaro, profesora de la Universidad de Deusto.
El primer documento está dirigido a la Universidad de Deusto, entidad colaboradora con el comité que trabajó por San Sebastián 2016, y está fechado en noviembre de 2010. Este documento, escrito en primera persona, recomienda a la Universidad de Deusto cómo se tienen que hacer las cosas para lograr el éxito con una serie de consideraciones. El autor o autora de este texto, que el Ayuntamiento identifica con Cristina Ortega Nuere, habla en primera persona y lo primero que le recomienda a la Universidad de Deusto es que se ponga en contacto con Eva Salaberría, una de las responsables de la candidatura donostiarra. A continuación, propone reuniones de trabajo, programas de colaboración y una estrategia de comunicación “muy innovadora”.
El segundo documento es una tabla Excel en la que se analiza el desarrollo y presentación del dossier de San Sebastián ante el jurado. El tercer documento es un archivo redactado, supuestamente, por Jacqueline Pacaud, responsable europea del programa de la Capitalidad Cultural. El texto, de 11 páginas en inglés, se centra en los requisitos para ser jurado internacional pero varios párrafos aparecen subrayados.
Estas denuncias ya fueron investigadas también por el Ministerio de Cultura, a donde se trasladó toda esta documentación, pero finalmente se acordó que la decisión tomada por el jurado había sido independiente.
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