Salud y Roche avanzan en la investigación de varios tipos de cáncer con pacientes de Reina Sofía
Un total de 683 muestras de pacientes con cáncer de mama, pulmón, colorrectal y páncreas tratados en los hospitales Reina Sofía de Córdoba, Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, y Virgen del Rocío de Sevilla, están sirviendo para avanzar en la investigación de estos tipos de cáncer en el marco de la Alianza Andalucía-Roche.
Se trata, según informa la Junta de Andalucía, de una estrategia en oncología médica de precisión impulsada por la Consejería de Salud y Familias y la farmacéutica Roche, que se desarrolla en dichos hospitales con el apoyo de los institutos de investigación provinciales (Imibic, Ibima e Ibis, respectivamente) y la coordinación de la Fundación Progreso y Salud.
A partir del estudio de estas muestras, los investigadores tienen como objetivos mejorar estrategias de diagnóstico de tumor primario o del inicio de enfermedad metastásica del cáncer de mama, colorrectal, pulmón y de páncreas; caracterizar el microbioma que ayude a mejorar los actuales métodos de diagnóstico y progresión de la enfermedad; y desarrollar nuevas plataformas preclínicas para alcanzar una medicina más precisa en los cuatro tipos de tumores.
El incremento de las muestras analizadas (en febrero eran poco más de 300), que se ha dado a conocer en la reunión del comité científico de la Alianza celebrada este jueves, permitirá avanzar en la investigación de los grupos implicados en los proyectos.
Así, con respecto al cáncer de páncreas, el grupo de investigación 'Nuevas terapias en cáncer' del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), liderado por el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, por Enrique Aranda, persigue descubrir nuevos biomarcadores para garantizar la detección temprana de este tipo de cáncer, realizar un pronóstico más preciso y ayudar a predecir la recurrencia de esta enfermedad. Para ello, cuentan ya con 200 muestras de sangre de pacientes de cáncer colorrectal y 61 de cáncer de páncreas.
Con respecto al cáncer de mama, se han recogido ya 340 muestras de pacientes de los hospitales Virgen del Rocío de Sevilla y Regional y Virgen de la Victoria de Málaga. En concreto, sobre este tipo de cáncer la Alianza tiene varias líneas de trabajo.
Una de ellas, liderada por el investigador coordinador y jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío, Javier Salvador, pretende predecir la respuesta al tratamiento neodayuvante, tratamiento farmacológico antes de la cirugía, mediante biopsia líquida (muestra de sangre). Esto permitirá identificar biomarcadores predictivos, en muestras de fácil acceso, que ayuden a definir el tratamiento para la paciente en cáncer de mama.
La otra línea de trabajo se centra en definir las resistencias al tratamiento actual de la enfermedad luminal metastásica en cáncer de mama (receptores hormonales positivos y HER2-) mediante el desarrollo de plataformas preclínicas como son los organoides, procedentes del propio tejido tumoral de las pacientes, para alcanzar una medicina más precisa.
Esto permite estudiar, tanto a nivel de expresión genética, como de mutaciones todas las variantes que pudieran estar implicadas en tal resistencia. Además, se correlacionarán estos resultados, con tejido y sangre de pacientes, para poder definir un conjunto de biomarcadores predictivos de respuesta a inhibidores de ciclinas y poder definir la estrategia terapéutica combinada más apropiada a cada paciente.
Por otro lado, el investigador principal del proyecto del nodo de Málaga y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Regional y del Virgen de la Victoria de Málaga, Emilio Alba, lidera una línea de trabajo que investiga el papel de la biopsia líquida en el cáncer de mama localizado y metastásico.
En el cáncer localizado se está investigando la utilidad de esta tecnología en el diagnóstico de la enfermedad con el objetivo de detectar tumores más pequeños que los detectados por técnicas de imagen y en la detección de enfermedad mínima residual tras la cirugía con el objetivo de permitir conocer con más exactitud si hay enfermedad microscópica no detectable por ningún otro método de diagnóstico de los utilizados en la actualidad.
Además, en el cáncer diseminado esta técnica permite monitorizar casi en tiempo real los cambios biológicos del tumor que nos permitan detectar la resistencia precozmente y adecuar el tratamiento a la nueva situación biológica. Este hecho es importante porque estos cambios biológicos se producen meses antes que los cambios radiológicos o clínicos.
El equipo de Emilio Alba también está investigando si los diferentes patrones de microbiota se asocian a la presencia de cáncer y si hay también patrones diferentes en los diferentes subtipos de cáncer de mama (hormonosensibles, HER2, etcétera). También se está estudiando si la microbiota intestinal está relacionada con la sensibilidad o resistencia al tratamiento hormonal del cáncer de mama.
En cuanto al cáncer de pulmón, en el nodo de Sevilla las investigadoras Sonia Molina y Reyes Bernabé lideran está patología, donde se han recogido y procesado 82 muestras para la investigación en el Hospital Virgen del Rocío. A partir de ellas se prevé identificar biomarcadores claves en la respuesta al tratamiento con inmunoterapia en las propias células tumorales.
En paralelo, los investigadores están analizando la modulación de las subpoblaciones inmune acorde a dicha estrategia terapéutica y, por último, el equipo investigador estudiará el papel de la microbiota intestinal sobre la regulación del sistema inmune de los pacientes.
Por otro lado, se están estableciendo modelos preclínicos de organoides derivados de tejido pulmonar tumoral y sano. Estos modelos permitirán conocer mejor los mecanismos moleculares que subyacen en el proceso tumoral y utilizarlos como herramientas para probar nuevas estrategias terapéuticas.
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