La Guerra Civil, a todo color en una foto de Robert Capa a Gerda Taro y tres milicianas cordobesas
Es probable que André Friedmann le pidiera a las cuatro mujeres que se juntaran un poco para caber mejor en la foto. Y que Gerta Pohorylle decidiera abrazar a las dos milicianas que tenía a derecha e izquierda. Todas ellas sonrieron en el momento en que la cámara hizo clic.
Fue en algún momento de septiembre de 1936. Y la foto, firmada por Robert Capa (que era entonces el pseudónimo con el que firmaban tanto André como Gerda Taro), acabó archivada en bello blanco y negro. Y así ha permanecido hasta que el artista Rafael Navarrete la ha llenado de color.
“Robert Capa y Gerda Taro estaban juntos en esa época y fueron testigos del éxodo de la población, huyendo en Cerro Muriano”, afirma este funcionario especializado en colorear fotografía antigua, y que cuenta con 50.000 seguidores en Facebook y casi 20.000 en Twitter.
Su página en Facebook se llama La historia a color, y tanto en ese perfil como en un tuit ha publicado la fotografía, que no es muy conocida, según señala el autor de esta labor de coloreado. “Siempre es gratificante encontrar fotos nuevas de Gerda Taro. Es como si no hubiera muerto del todo”, afirma en la publicación, en la que lanza varias cuestiones sobre la instantánea.
“¿Es Córdoba capital o la zona de Cerro Muriano? ¿Las mujeres son milicianas o es un posado? ¿Qué las hace reir tanto?”, se cuestiona Navarrete, que en el post atribuye la foto a Robert Capa, si bien aclara que es porque, tras separarse André y Gerda, fue éste quién mantuvo durante dos décadas más el pseudónimo de Robert Capa hasta su muerte, acaecida en 1954.
Nacida el 1 de agosto de 1910 en Stuttgart (Alemania) con el nombre de Gerta Pohorylle, terminó en París en 1933 huyendo del nazismo. Allí conoció al fotógrafo Friedmann, y ambos adoptarían el seudónimo de Robert Capa, que utilizarían en la cobertura de la Guerra Civil Española. Un día del mes de septiembre de 1936 Robert Capa y Gerda Taro entraron en la provincia de Córdoba.
Ella no abandonó España. Murió en un accidente en julio de 1937 durante el repliegue del ejército republicano. Así que no solo pasó a la historia como la primera fotoperiodista que acudió al frente, sino también la primera en fallecer mientras desempeñaba su labor periodística.
Pero, antes de su muerte y de los títulos de pionera, Gerda Taro fue una mujer que abrazaba a tres milicianas cordobesas en algún lugar de la provincia y que sonreía a cámara, ajena al destino que le esperaba.
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