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Francisco Tamaral: “Es muy difícil mantener un negocio de moda”

Francisco Tamaral en su taller.

Rocío Aguilar

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Un cuarto de siglo. Eso es lo que lleva el diseñador cordobés Francisco Tamaral entre “costuras, telas, máquinas y patrones”. Aunque, realmente este vínculo se forjó desde la cuna, ya que su madre regentaba un taller de costura y bordados. El artista cordobés, que es apasionado de la moda artesanal y de las cosas “bien hechas,” lleva trabajando más de un mes en una colección nupcial destinada a presentarse en el Atelier Couture de Madrid y que verá la luz el 17 de octubre. Con un currículum admirable, el artista realiza una colección dividida en tres partes, que tiene como objetivo “enseñar todo lo que se puede hacer en su taller” para celebrar sus 25 años en la moda nupcial. 

PREGUNTA: ¿Qué recuerdos tienes del taller de costura y bordados de tu madre?  

RESPUESTA: Yo me crié en el taller, ya que al principio este estaba en mi propia casa. ¡Había vestidos por todos los sitios! Luego, cogieron otra sede. He estado desde los ocho años envuelto en costuras, telas, máquinas y patrones. Al principio, lo que más se hacían eran bordados y luego, empezamos con el tema de la confección.  

P. ¿Pensó que podrías llegar a ser su profesión o fue algo que salió solo?

R. En principio, mi profesión iba a ser la arquitectura, era lo que yo quería ser. Pero bueno, la cosa fue rodando y rodando, y de la noche a la mañana decidí que iba a buscar algo para estudiar diseño. Aunque estuviera estudiando el bachillerato, en el verano y en mis días libres trabajaba ayudando en el taller. Además de ir con mi madre a las fábricas, a las ferias…A mí, tirarme me tiraba, pero no lo había considerado como una profesión a largo plazo.  

P. ¿Cómo fue tu salto a la capital, donde estuviste diferentes años estudiando? 

R. Me fui a Madrid a estudiar porque en Córdoba no había nada de diseño. Estudié en una escuela que se llamaba Goymar, estudié tres años diseño y luego la tesis. Estuve un año entero aprendiendo sastrería y bueno, tres o cuatro años más haciendo cursos. Lo último que hice allí fue la cátedra de Alta Costura de Balenciaga. 

P. ¿Sigues creyendo que en la capital hay más oportunidades que en Córdoba?

R. Creo que eso es algo coyuntural, no tienes por qué irte a una capital grande. Quizás antes cuando yo me fui en el año 1991 no había ni la comunicación ni el movimiento de la gente, de ahora. Antes viajar de Madrid a Córdoba a hacerse un vestido era prácticamente impensable. Hoy en día, el movimiento es muy fluido, lo mismo te llama una clienta de Madrid que viene en el AVE a probarse por la mañana y luego vuelve. Yo creo que hoy en día no tienes que estar exactamente en una capital. Incluso en una capital grande la competencia es mucho mayor, aunque sí es verdad que a la hora de buscar productos es mucho más fácil.  

P. Llevas desde 2004 regentando el atelier, ¿cómo se fue construyendo este negocio?

R. Antes del 2004 yo ya trabajaba en el taller con mi madre y estuve haciendo muchísimas cosas: vestuario para teatro, dando cursos en escuelas taller… Cada vez me iba saliendo más trabajo así que decidí montar mi propia firma, empecé en Hinojosa y venía algunos días aquí a trabajar. Me busqué un local y enseguida tenía más trabajo, hasta que decidí venirme definitivamente hasta aquí. Aunque estoy también a saltos con Hinojosa que sigo manteniendo el taller y mi tienda. Allí es verdad que de toda la zona del Valle de los Pedroches, del Sur de Extremadura, del Sur de Castilla La Mancha, siempre tengo trabajo.

 P. ¿Qué ha cambiado del Tamaral que comenzó en este mundo hace más de 25 años?

R. Ha cambiado mucho. El Tamaral de hace 25 años era como todos los chicos que salen de las escuelas de diseño, que le gustaba hacer cosas extravagantes, pero cuando haces pasarelas no piensas que tienes que vender las prendas. Una cosa es la pasarela y, otra, el público objetivo de la calle. Bueno, no todas las pasarelas, Atelier Couture, por ejemplo, si está orientado a un público objetivo, a gente que quiere hacerse cosas a medidas, a tiendas de ropa que buscan diseños de autor, cosas muy especiales y puntuales.  

P. ¿Qué sentiste en el momento que comenzaste a exportar sus diseños fuera de España?

R. Bueno, lo de exportar no pensábamos que iba a surgir de esa manera. Presenté una colección que era una costura de bastante nivel en Sevilla y me propusieron ir a Prêt-à-Porter París. Y allí, nos encontramos que el público que nos compraba era casi todo del Líbano, Dubái…Vendimos bastante.

A nosotros nos sirvió sobre todo para el tema de la temporalidad, ahora la novia, por ejemplo, es menos temporal porque durante todo el año hay bodas. Por aquellos años, sobre el 2010, la novia era muy puntual, se centraba en abril, mayo, junio… y en septiembre se cortaba, pero tuvimos la suerte que en aquellos países no existía esa temporalidad. 

P. Ahora que mencionas las temporalidades: ¿Es difícil mantener un negocio de moda? ¿Cómo se consigue que llegue a ser algo estable?

R. Es muy difícil. En un negocio de moda cuando empieza la campaña nunca sabes lo que va a pasar. Yo no tengo ahora mismo la agenda vacía porque tengo algunas citas, pero no sabes cuando pasen unos meses cómo va a estar. Yo llevo ya muchos años que estamos siempre a tope de trabajo pero es verdad que es complicado. Porque no solo es la imagen que se ve en los desfiles, es un negocio con muchos problemas, y al fin al cabo es un negocio.

La estabilidad llega un momento que la tienes pero siempre estás con el “¿qué pasará mañana?”. Cuando presentas una colección tu le pones lo mejor pero nunca sabes si va a gustar o no. El tema de la imagen es muy importante, y que la clienta de a pie de calle no te pide lo mismo que sale en las pasarelas.  

P. Se puede aprecia que en la moda ha cambiado un poco la forma de divulgación, ya que a través de las redes sociales llega más información ¿Cómo ha repercutido eso a los talleres?

R. Para mí, antes era muchísimo más fácil. Las clientes se dejaban guiar menos. Llegaba una clienta para hacerse un traje y sabías que venía a tiro fijo porque venía a que se lo hicieras, era raro que se echara para atrás. Lo poco que habían visto eran catálogos, pero no habían visto fotos de la gente en redes. Cuando tu le ofrecías tus productos, ellas elegían lo que les gustaba, y se arriesgaban. Las novias de hoy se guían mucho por las redes “porque he visto este diseño en tal persona” y les enseñas cosas que les gustan pero no se atreven porque no lo habían visto en nadie puestas. Antes me resultaba más fácil pero te vas adaptando. Antes se arriesgaba un poco más.  

P. ¿Qué es Qlamenco y cuál y su labor por la artesanía y el flamenco?

R. Qlamenco es una asociación en la que llevo desde que empezó. Y lo que intenta es darle valor a la artesanía y las tradiciones. Hacemos un evento al año que se llama Unico Qlamenco, en el cual cada diseñador presenta un traje que tiene que ser único, artesano, hecho a mano… que no tiene porque ser de flamenca. No dejamos de hacer eventos, por ejemplo, el 12 tuvimos un desfile inspirado en Barbie, porque se estaba celebrando Simof Madrid.  

P. Y, entonces, un diseñador tan comprometido con la moda artesanal, ¿cómo está viviendo las tendencias fast fashion?

R. Hombre, la fast fashion está repercutiendo por un lado, negativamente, porque es verdad que cuando vas a las bodas, hay un grupo que si utiliza ropa más de costura y el resto de invitados va a inclinarse por ese tipo de ropa.

Por otra lado, nos está beneficiando, por el hecho que la persona que realmente quiere diferenciarse, se diferencia acudiendo a talleres de costura. Yo cada vez veo que vamos teniendo más encargos. Las clientas aprecian más el trabajo bien hecho. Yo tengo clientas que vienen diciendo “es que no encuentro nada que esté bien hecho”. Además que en la costura sabes que el vestido que hagas, va a ser distinto.  

P. ¿Cómo es el día a día de un diseñador de cara a los horarios?

R. Pues bastante complicado, porque tienes que atender al taller, clientas, pedidos, comerciales, tema de oficina... Llega un momento que intentas limitarte un poco, yo antes trabajaba todos los fines de semana, yo ahora salvo casos más excepcionales, intento que el finde se me quede un poco más libre. Es verdad que cuando llegan ciertos eventos no les puedes poner horas. Trabajamos con fechas, si te tienes que casar, el día de la boda o unos días antes tiene que estar el vestido (dice entre risas).  

P. ¿Qué importancia tiene para tu firma participar en el Atelier Couture de Madrid?

R. Quería dar un poco el salto, para abrir un poco el campo y por lo que te dije antes, que la novia en cada región es distinta. Aquí en Andalucía, normalmente no quiere un traje que se inspire en trajes de flamenca, pero yo he tenido clientas de fuera que vienen buscando precisamente eso, que le hagas algo más flamenco. Este año cumplo 25 años y bueno… ya llevaba un par de años que he querido ir pero por circunstancias no he podido. Esta pasarela está orientada solamente a talleres de costura. Pueden presentar fiesta, novia… pero tiene que ser talleres artesanos.  

P. ¿Qué colección has preparado para el evento?

R. Yo voy a presentar solamente novia y se llama Opus 25. La he dividido en tres partes. La primera parte la he llamado Racial donde he querido meter algunos toques relacionados con la moda andaluza, algo de lunar, algún traje de inspiración flamenca…Un guiño a Córdoba y a Andalucía.

A la segunda parte la he llamado Romántica, que son los vestidos que están ahora muy en tendencia, con tules de algodón, bordados de algodón, líneas más lánguidas, algún pantalón. Esta línea es en tono hueso. La última parte denominada Nova, tiene diseños más actuales, más contemporáneos. La primera parte está enfocada a la clienta de la calle y la última parte más de pasarela. Aunque son vestidos ponibles. Lo que pretende es enseñar lo que en tu taller se sabe hacer. En un taller de costura no es como en una pasarela de temporada, se lleva el verde y todo verde. Aquí tú ves mi bloc de encargos y ves vestidos de distintos colores.  

P. ¿Cuánto has tardado en crear esta colección?

R. Empecé el día 4 de septiembre, ha sido bastante intensa. Sí es verdad que los materiales ya los tenía, que las ideas un poco también y bueno, ha sido intensa. Cada vestido es un total look, que lleva su tocado a juego. Los tocados me los ha hecho mi amigo Francisco De la Torre. Yo estoy muy contento con el resultado. Quería hacer una colección que llamara la atención, que guste y que la clienta se pueda ver con esa ropa puesta.  

P. Celebras 25 años en el sector, ¿qué pronóstico de futuro haría sobre los años que están por venir?

R. Lo único que quiero es que mi atelier siga funcionando, ya no tengo grandes expectativas de expansión. Llega un momento que te das cuenta que si creces muchos, los problemas son más grandes y como que te vas metiendo más en tu taller. Estoy contento con lo que hago, mis clientas me dan muchas satisfacciones. Y, hombre, sí podemos expandirnos un poco. Si te expandes mucho llega el momento que pierdes el control de tu trabajo. Aquí todo lo que hace tiene que pasar por mis manos.  

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