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Los embalses cordobeses no tenían tanta agua almacenada desde hacía siete años

Desembalse de San Rafael de Navallana

Alfonso Alba

24 de marzo de 2025 19:58 h

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2018 fue el último año de un periodo relativamente húmedo en la cuenca del río Guadalquivir. A partir de entonces, y aunque hubo excepciones, arrancó una histórica sequía que dejó vacíos los embalses del sur de la Península. Pero desde el año pasado, la cuenca vuelve a vivir otro periodo diferente, en el que se suceden meses de lluvia muy importante con otros en los que apenas se recoge agua. No obstante, este mes de marzo parece haber acabado, de momento, con el periodo seco.

Los embalses de la provincia de Córdoba no tenían tanta agua precisamente desde 2018. Entonces, hace siete años, fue la última vez que se superaron los 2.000 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Los pantanos de la provincia tienen una capacidad para retener 3.320 hectómetros cúbicos, un número imposible de alcanzar, ya que por seguridad muchos embalses tienen que abrir compuertas antes de estar al 100%.

Este lunes, los embalses de la provincia de Córdoba superaron los 1.900 hectómetros cúbicos de agua en su interior. Al final de la jornada, la cifra exacta era de 1.930 hectómetros cúbicos, lo que supone el 58% de su capacidad. Es un número que no se registraba desde 2018. El año pasado, los embalses estaban al 24% de su capacidad. La media de la última década apenas superaba el 44%.

Aunque la cifra del 58% parezca escasa, hay una razón. Córdoba tiene dos embalses gigantes: Iznájar y La Breña II. Por sus dimensiones necesitan mucho más que un periodo de lluvias como el actual para llenarse. El caso de Iznájar es especial, ya que su cuenca es la del río Genil, que se alimenta del deshielo de Sierra Nevada. Este año, el Genil promete dar alegrías a Iznájar. En Sierra Nevada hay espesores de nieve superiores a los tres metros, algo que tampoco se veía en años en la zona.Actualmente, Iznájar está al 28% de su capacidad. Tiene 260 hectómetros cúbicos en su interior cuando su capacidad es de 920 hectómetros.

Por su parte, La Breña II está en otra cuenca, la del río Guadiato, que estaba especialmente seca. Primero se ha llenado Sierra Boyera y después se está llenando Puente Nuevo, cerca ya del 88% de su capacidad. La Breña II bombea también agua de la crecida del Guadalquivir. Pero por sus enormes dimensiones también crece poco a poco. Actualmente está al 35% de su capacidad, con 287 hectómetros cúbicos en su interior, para una capacidad total de 823 hectómetros.

Salvo Vadomojón, un embalse en Baena, en el río Guadajoz, que está al 29%, el resto de los embalses de la provincia o están llenos o casi llenos. Estas últimas lluvias, por ejemplo, han llevado a El Arenoso al 71% de su capacidad. Y es probable que la llegada de una nueva borrasca en el mes de abril haga que también se llene.

Por eso, la media en la provincia es del 58%. No obstante, esta cifra sí que hace vaticinar que finalmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir decretará en su próxima reunión el final de la sequía. Actualmente, hay recursos suficientes para garantizar gran parte del riego extraordinario de verano. Y hay agua más que de sobra para abastecer a toda la población.

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