Córdoba encara el 2025 con el doble de agua en sus embalses que el año pasado
A pesar de que Córdoba acaba de vivir el periodo de noviembre-diciembre más seco desde que hay datos, las lluvias del 2024 han sido tan irregulares, a la par que intensas en algunas ocasiones, que al menos la reserva en los embalses ha crecido de manera notable.
A la espera de las lluvias previstas para este domingo, lunes, miércoles y jueves, los embalses de la provincia tienen el doble de agua que hace ahora justo un año, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Al concluir el 2023, en los embalses de la provincia había unos 541 hectómetros cúbicos de agua. Al acabar el 2024 son 1.100 hectómetros cúbicos.
La provincia tiene una capacidad de almacenamiento de 3.375 hectómetros cúbicos de agua (contando con el embalse de La Colada, que está en la cuenca del Guadiana). Es decir, 2023 concluyó con un periodo de sequía extremo en Córdoba y los embalses a menos del 16%. Ahora, el 2024 ha acabado con los pantanos a casi el 33%. No obstante, la situación dista mucho de ser normal. En el periodo de los últimos diez años, la reserva media de agua en Córdoba por estas fechas era del 40%. Es decir, faltarían unos 240 hectómetros cúbicos de agua más para alcanzar cierta normalidad.
En Córdoba, el periodo que suele llenar los embalses es la primavera, siempre y cuando haya habido un otoño e invierno normal. Lo fue en octubre, con lluvias muy abundantes. Dejó de serlo en noviembre y diciembre. Está por ver lo que ocurre en enero.
El año pasado por estas fechas la provincia vivía una grave sequía. Las lluvias de enero comenzaron a aliviar una situación que mejoró mucho en Semana Santa.
Ahora mismo, el embalse que está en mejor situación es el Guadalmellato, del que bebe la ciudad de Córdoba, por encima del 82% de su capacidad de almacenamiento. En el otro extremo está La Breña II, que solo se usa para regadío, y que está por debajo del 16%. Mientras, el gran pantano de Córdoba, Iznájar, se encuentra al 22%.
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