Alumnos del IES San Álvaro adaptan el musical 'Grease' a la realidad de uno de los barrios más humildes de Córdoba

Historias como la de Tadeo nos hacen reconciliarnos con la humanidad, aunque sea por tan solo un rato. Historias de superación, apoyo y solidaridad que sirven de empuje para quienes no eligieron dónde nacer. Y la historia que va a leer a continuación es otra, también de resiliencia, que desde el pasado mes de septiembre se está cociendo en el instituto público San Álvaro, ubicado en el Sector Sur, uno de los barrios más pobres de Córdoba y de España.

Los protagonistas de esta historia tampoco eligieron dónde desarrollarían su infancia y juventud, que determina muchísimo del devenir de cada uno de nosotros, pero sí han optado por agarrarse a las oportunidades que les llegan para desarrollarse en un entorno socioeconómico desfavorable. Realidades como esta, la de las adicciones al móvil o los embarazos adolescentes son algunas de las temáticas que protagonizan el musical Grease que estos estudiantes han adaptado, contextualizándolo en la Córdoba más actual.

Victoria Partera, profesora de Lengua castellana y Literatura, y Antonio Mariscal, docente de Educación Física, han sido los promotores de este proyecto, en el que también colaboran la Delegación de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Córdoba y el Consejo de Distrito Sur, buscando no solo exhibir el talento del alumnado, sino también abordar problemáticas contemporáneas y generar un impacto en la comunidad.

La ambiciosa iniciativa del IES San Álvaro comenzó hace dos años con la creación de la asignatura optativa Teatro musical para tercero de la ESO. Este curso, la participación se ha expandido para incluir a alumnos de cuarto de la ESO, gracias a la conexión con la asignatura de Aprendizaje Social y Emocional, que vincula el teatro con la gestión de las emociones, tal y como Partera explica a este medio. Si bien ya se habían realizado musicales en años anteriores, incluyendo una producción hace dos años en horas libres y un montaje más pequeño a nivel de centro el año pasado, esta versión es “mucho más potente y organizada, al ocupar el marco de una asignatura”, lo que ha permitido un trabajo más estructurado y profundo.

Todo el proyecto ha tenido la implicación directa del alumnado, desde la misma elección de Grease, que fue decidida mediante votación entre los propios estudiantes, quienes optaron por una reelaboración completa de la obra. La profesora impulsora de la iniciativa ha asegurado que la adaptación “es total, con escenas completamente cambiadas y la historia traída a la Córdoba de 2025”. Un ejemplo de esta reelaboración es la introducción de una hermana ficticia para el protagonista (Dani, por Danny Zuko), quien le enseña que las actitudes machistas “ya no se llevan” y que los chicos pueden expresar sus sentimientos. Otra escena emblemática, la del embarazo de Rizzo, ha sido simulada y grabada en el cuarto de baño del instituto. Debido a la complejidad de su representación en directo, esta escena se proyectará proyectándose durante el musical.

Una de las características más destacadas de este musical es su profundo arraigo en las problemáticas actuales, que también han sido planteadas por el alumnado. Pradera enfatiza que, “aunque el equipo docente ha guiado el proceso y ayudado en la redacción de algunas escenas”, la participación directa de los estudiantes ha sido “fundamental en todo momento”. El guion, que consta de 60 páginas, ha sido estudiado y ensayado por ellos, aportando incluso propuestas de cambio. Entre los temas que el musical abanderará se encuentran las adicciones al móvil, los patines trucados, el embarazo adolescente, el cuidado del barrio y la importancia de continuar los estudios, reflejando así una adaptación total a la realidad de los jóvenes de hoy.

Para muchos de los jóvenes que han participado en esta iniciativa, esta ha sido su primera experiencia teatral, por lo que el inicio de la misma “se dedicó a dinámicas de calentamiento corporal y técnicas básicas de teatro para que perdieran la vergüenza y entendieran aspectos técnicos”, explica la docente, quien ha realzado la importancia de este musical más allá de ser una asignatura optativa. Y es que los estudiantes no solo se han formado en interpretación, sino que han asumido roles diversos, como “técnicos de sonido, encargados de maquillaje, vestuario, escenografía y comunicación”. Este enfoque integral ha permitido a los jóvenes “ir un poco definiendo sus gustos y explorar la parte artística como una posible salida profesional, vislumbrando la posibilidad de futuros técnicos de sonido, maquilladores o diseñadores”.

Este martes, los estudiantes afrontarán el último ensayo general y el miércoles, a partir de las 22:00, representarán en su instituto una obra musical que no solo ha sido una vía de expresión, sino, también, una herramienta de transformación social.