El sector citrícola alerta del “alto riesgo” de plagas por “la permisividad” con las importaciones

El sector citrícola andaluz ha advertido sobre “el alto riesgo” de plagas por “la permisividad” de la Unión Europea (UE) con importaciones de terceros países, entre ellas la mancha negra o black spot, causada por la Phyllosticta citricarpa, que viene a sumarse al hundimiento de los precios en origen y a la débil estructuración del sector.

Este fue uno de los asuntos que abordaron Asaja-A, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y Asociafruit el pasado 1 de febrero en el encuentro que mantuvieron en Sevilla para analizar la deriva de la campaña citrícola y la evolución de los mercados y para plantear una serie de propuestas del sector citrícola andaluz.

Entre estas se incluyen, además del endurecimiento de los controles en frontera y el cierre cautelar, la demanda al Ministerio de Agricultura para reactivar la organización interprofesional citrícola (Intercitrus), como eje articulador del sector citrícola español.

En la reunión, y a la luz de los últimos datos de detecciones, se puso de manifiesto que las medidas contempladas en la Directiva de Ejecución (UE) 2017/1279 aprobada hace dos campañas eran “insuficientes tal como denunció todo el sector citrícola nacional”.

En concreto, en 2017 se alcanzaron 36 interceptaciones de Phyllosticta citricarpa en envíos de Sudáfrica, Argentina, Uruguay, Suazilandia, China y Zimbabue; mientras que en 2018 las interceptaciones han sido ya 54, casi un 34 por ciento más que el ejercicio anterior. En el caso de la Thaumatotibia leucotreta, que afecta a los cítricos y a otros productos como rosas, pimientos o granadas, las interceptaciones han experimentado un incremento de casi un 33 por ciento al pasar de las 141 de 2017 a las 208 de 2018.

De esta manera, el sector citrícola andaluz insta al Gobierno de España a que solicite a la Unión Europea que, con carácter de urgencia y ya para la campaña de importación de 2019, endurezca la Decisión Ejecución 2016/715 y anexos de la Directiva 2000/29/CE y que incluya un artículo que permita que de manera automática, y “sin necesidad de esperar a las siempre largas disquisiciones del Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos”, la CE cierre de manera cautelar su frontera tanto para la fruta en tránsito como para la destinada a industria.

Además, el sector citrícola andaluz insta a que se trabaje en la coordinación y armonización de los servicios de inspección en frontera del resto de Estados Miembros y que se intensifique el control fitosanitario en los puertos de entrada, especialmente en Holanda y el Reino Unido, puesto que es “un problema fitosanitario europeo que requiere de una estrategia de protección conjunta y coordinada desde Bruselas”.

Reactivación de Intercitrus

Respecto a la marcha de la campaña, Asaja-A, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y Asociafruit coincidieron en el diagnóstico para destacar algunos de los factores que han confluido en el difícil arranque de la presente campaña 2018/2019.

Entre estos han indicado el retraso en la maduración, la elevada presencia de híbridos de mandarina tardíos de Sudáfrica, el bajo calibre en algunas zonas de producción, la ausencia del frío, las lluvias torrenciales, las protestas de los chalecos amarillos o el colapso de los camiones en autopistas y carreteras nacionales.

También han señalado que se trata de una campaña en la que, tras dos años de cosechas más cortas, se recupera la producción española y andaluza y se vuelve a producciones próximas a los 7,3 millones de toneladas.

La consecuencia de este cúmulo de factores adversos es la situación de desequilibrio que se ha padecido*la primera parte de campaña y que, probablemente con un sector citrícola mejor estructurado, sería más fácil de prever y resolver.

Para ello, el sector citrícola andaluz, que con 2,3 millones de toneladas representa el 50% de toda la producción nacional de naranja y más del 30% de toda la producción citrícola española, insta al Ministerio de Agricultura a reactivar y renovar la organización interprofesional citrícola (Intercitrus).

En este sentido, ha pedido el traslado de su sede a Madrid para que el sector citrícola pueda trabajar de manera conjunta y coordinada en la promoción, la investigación, la estructuración y la defensa del producto y sus cualidades.

Por último, el sector citrícola andaluz manifestó a la conclusión de su encuentro su voluntad de seguir trabajando de manera conjunta en pro del sector citrícola regional y anunciaron que a lo largo de las próximas semanas celebrarán una jornada monográfica.

Este encuentro contará con expertos de las distintas áreas para analizar la marcha de la campaña y abordar más a fondo los problemas coyunturales y estructurales del presente y el futuro del sector citrícola andaluz y español, así como su preservación de la seria amenaza fitosanitaria que supone la entrada masiva de cítricos de países terceros -alarmante en el caso de Sudáfrica- sin control, y afectada por plagas y enfermedades inexistentes en Europa, y que podrían significar la desaparición de nuestro sector citrícola.