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Sanitarios y familias debaten sobre la primera alimentación infantil

Un bebé con su madre | PIXABAY

Redacción Cordópolis

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Profesionales de pediatría de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) Lucano del Distrito Sanitario Córdoba-Guadalquivir han organizado un taller sobre alimentación complementaria en el lactante y que se ha desarrollado a modo de debate y con carácter muy participativo por parte de las alrededor de 50 familias que han asistido al mismo.

Según ha indicado la Junta de Andalucía, los objetivos de esta sesión han sido la actualización de conocimientos de profesionales y ciudadanía sobre las novedades en la alimentación infantil además de consensuar unos criterios para llevar una dieta saludable desde el nacimiento y, con todo ello, contribuir al empoderamiento de los padres a la hora de tomar decisiones y mejorar su propia alimentación.

Para Javier Navarro, pediatra y conductor de este taller, “la ciudadanía reclama información sobre este tema ya que existe una gran disparidad de opiniones al respecto por lo que es fundamental que los profesionales podamos asesorar y guiar a los padres en esta crucial etapa”.

Esta sesión forma parte del programa de talleres que sobre lactancia materna viene organizando este centro de atención primaria desde 2014 dentro de la Iniciativa para la humanización de la asistencia al nacimiento y la lactancia (IHAN). Los talleres de lactancia o tetatalleres se celebran tres veces al mes desde octubre hasta junio versando en cada sesión sobre un tema concreto relacionado con la crianza al pecho siendo uno de los más demandados el de alimentación complementaria.

La lactancia materna es el alimento fundamental del lactante al menos durante el primer año de vida. Se recomienda dar pecho de forma exclusiva durante los seis primeros meses de vida y que, a partir de entonces, se complemente con alimentos sólidos que habitualmente consuma la familia.

Por tanto, los aspectos tratados en la jornada han sido, entre otros, cual es el momento más adecuado para la introducción de la alimentación complementaria, por qué los bebés no deben comer comida procesada, ventajas de darle al niño autonomía a la hora de decidir qué come En definitiva, se trata de analizar las ventajas e inconvenientes del sistema de alimentación a demanda (o dirigido por el bebé) conocido como 'Baby Led Weaning' (BLW) y el sistema 'finger foods' (comer con las manos).

La alimentación complementaria a demanda ('Baby Led Weaning') es una manera de introducir comidas sólidas en la dieta, permitiendo que el bebé se alimente por sí mismo --sin usar cucharas y sin purés--. El bebé se sienta con el resto de la familia a la hora de la comida y se une a los demás cuando está preparado, usando primero sus manos para comer y después los cubiertos.

Este sistema permite al bebé descubrir sabores, texturas, colores y olores; fomenta la independencia y la confianza en sí mismo y le ayuda a desarrollar y mejorar la coordinación ojo-mano y la masticación.

RECOMENDACIONES DE UTILIDAD PRÁCTICA

Los profesionales de la salud de la UGC Lucano han hecho una breve exposición sobre el tema y a continuación, se ha abierto un debate y un turno de preguntas en la que han participado madres expertas en el tema, además de contar con la presencia de Begoña Prats, autora del libro de recetas BLW. El objetivo final del taller es establecer una serie de recomendaciones de utilidad práctica lo cual debe redundar en un mejor estado de salud de la población infantil.

Una de las líneas estratégicas de la Consejería de Salud es el desarrollo del Plan Integral de Obesidad Infantil (Piobin), herramienta que pretende aunar esfuerzos para dar respuesta a un problema de salud que ha cobrado importante protagonismo dentro de la salud pública: la obesidad en edad infantil).

Una de las líneas de acción de este Plan es la promoción y protección de la lactancia materna y la introducción de la alimentación complementaria basándose en la dieta mediterránea ya que queda contrastado el efecto protector de la lactancia materna contra el desarrollo de la obesidad futura del adulto.

Parte del taller también se ha centrado en las precauciones que deben tener los padres cuando alimentan a sus hijos mediante este sistema para poder garantizar un consumo de calorías adecuadas y evitar posibles episodios de atragantamiento. La introducción del gluten, el consumo de leche de vaca y de bebidas vegetales fueron otros aspectos tratados en la jornada.

LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA

Durante los primeros seis meses de vida el lactante se puede alimentar exclusivamente con leche materna, o con una leche infantil, y sus necesidades nutricionales están totalmente cubiertas. A partir de los seis meses la leche materna no es suficiente por lo que son necesarios aportes suplementarios de otros alimentos como zumos, papillas de cereales, los purés de verduras, las carnes o los pescados, entre otros.

Es en esta etapa donde se inicia la adquisición de los hábitos alimentarios, que luego se establecerán como definitivos entre los dos y tres años de vida, en mayor o menor medida, y que serán difíciles de modificar. Por tanto, es fundamental que desde los primeros momentos de la alimentación complementaria se adquieran unos buenos hábitos que proporcionen una buena educación alimentaria del niño.

Los alimentos complementarios son a menudo de una calidad nutricional inferior a la leche materna y, frecuentemente, se ofrecen en edades demasiado tempranas lo que contribuye al desplazamiento de la leche materna. En consecuencia estos niños necesitan que su cuidador, con el consejo pediátrico adecuado, seleccione y ofrezca alimentos apropiados al niño en cantidad y calidad suficientes.

Durante mucho tiempo, se ha recomendado a los padres que introdujeran en la dieta de sus bebés la comida en trozos a los seis meses para ayudar a que desarrollasen y fortaleciesen la masticación. La única diferencia es que con la alimentación complementaria a demanda no se ofrecen purés.

Así que, siempre que se cumplan unas simples reglas de seguridad, la probabilidad de atragantamiento es la misma que con cualquier otro método de introducción de alimentos sólidos. De hecho, al permitir al bebé controlar lo que se lleva a la boca, se le ayuda a aprender a comer de manera segura.

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