Pintar contenedores resistentes al fuego con Rakel Winchester

Los contenedores y papeleras de los barrios de Las Moreras, Las Palmeras, Sector Sur y Polígono Guadalquivir son hoy un poco más resistentes al fuego. Y más coloridos. Y casi un motivo de orgullo en muchas casas del barrio. Todo porque han sido sometidos a un trabajo cosmético por parte de los niños y niñas del barrio en una nueva edición del proyecto Pintamos Nuestros Contenedores de Sadeco.

Una edición que ha tenido una madrina de lujo en la cantante y artista Rakel Winchester, que ha ejercido de monitora y que, casi de una tacada, ha descubierto su vocación gracias a este programa. La de este año ha sido una de las ediciones más ambiciosas desde que se ideó este proyecto. Se han decorado un total de 6 papeleras y 14 contenedores, y en su cosmética han participado la Asociación de Vecinos Moreras, la Asociación Estrella Azahara, los colegios Antonio Gala, Gloria Fuertes, Albolafia y Federico García Lorca, y el instituto Averroes.

Verónica López, técnica responsable de la Unidad de Educación y Comunicación Externa de Sadeco, señala que no solo es una cuestión decorativa, sino que es casi un mecanismo de autodefensa para los propios contenedores. “En los últimos meses ha habido bastante menos quema de contenedores y papeleras. Y, en el caso de los barrios en los que hemos trabajado, ninguna”, señala López, que cree que esto se debe a que los menores que participan en esta actividad transmiten en sus casas el orgullo que sienten como autores de los dibujos.

El resultado salta a la vista allí donde uno se topa con las obras. La responsable de Sadeco señala que el estilo ha sido libre y solo se ha respetado el color que identifica cada uno de los contenedores. “Lo importante es que los niños se sientan protagonistas y que lo transmitan al barrio”, remarca la monitora, que reconoce que todo el proceso ha resultado fácil, en parte gracias a Rakel Winchester. “La verdad es que pensamos en contar con ella más veces porque es alguien que se maneja bastante bien con los chicos y chicas que estudian en centros de exclusión. Los niños y las niñas la admiran mucho y además ella tiene mucha mano y se los lleva al bolsillo de momento”, señala López.

Winchester recoge el guante: “Esto son niños que han tenido una vida muy complicada y, por un lado, están deseando enfadarse con alguien y por otro dispuestos a dar su cariño. Y además, dibujan que te mueres. Ellos se sienten importantísimos. Pero porque lo son”, afirma la artista, que recuerda que su primer contacto con este proyecto fue hace unos años.

En aquel entonces, Winchester acudió a un colegio acompañando a una amiga, que era la que participaba en el proyecto y que le había pedido que le entretuviera a los niños. “Ya entonces, que los niños me llamaran la maestra de pelo rosa me encantó. Yo no iba allí a pintar, a mí me interesaba mucho el rollo de los nenes”, rememora la cantante, que ha recibido este año una invitación a participar como monitora y se ha implicado desde el principio hasta el final.

Para la artista, no se trata solo de entretener a los niños. “Para ellos es exponer una obra de arte suya. Y, por otro lado, todo el vandalismo que hay en los barrios, y que son cuatro o cinco, desaparece. Yo siempre he pensado que ellos tienen esas cosas con las madres y con los niños, que son como sagrados. Así que supongo que, por el hecho de que esté pintado por los niños, no los queman”, reflexiona Winchester, que añade que ella, por su parte, es la verdadera beneficiada de este proyecto.

“Yo ya no quiero bares, yo quiero niños. Ahora estoy en una escuela de verano de monitora de arte. Como también tengo el título de Artes y Oficios, que yo nunca me acuerdo eso... Yo es que nunca había pensado que eso me iba a servir para algo, fíjate que pego. Y ahora soy la seño de arte”, sentencia la maestra de pelo rosa.