El “mar” de Córdoba: la rara estampa de niebla que pudo contemplarse desde las cimas de la provincia
Las nieblas, las brumas matinales, son viejas conocidas del paisaje cordobés. En situaciones de marcado poniente en el sur peninsular, cuando el flujo húmedo del atlántico encarrila el valle del Guadalquivir desde comienzos de otoño hasta primeros de primavera, la capital de la provincia, junto a la vega del río y buena parte de la campiña, acostumbran a amanecer invadidos por la niebla. Lo que no es tan frecuente es que esas nieblas persistan pasado el mediodía.
La fuerza del sol y los vientos dominantes en nuestra región son elementos más que suficientes para que en las últimas horas de la mañana las nubes bajas terminen por romper hasta dejar jornadas frecuentemente soleadas. Es lo que ocurría en la jornada del viernes 29 de enero cuando las nieblas que poco a poco fueron entrando desde aguas abajo del Guadalquivir, cubrían bajo un velo blanco las cotas bajas de la mitad sur de la provincia durante cerca de 24 horas. La imagen desde los “techos” cordobeses, en las cimas de la sierra de las Subbéticas son fiel reflejo de una estampa un tanto insólita pasado el mediodía.
Las temperaturas máximas registradas a lo largo de la tarde dan buena muestra de la rareza del fenómeno, tan poco frecuente en la mitad sur peninsular. Mientras que la previsión apuntaba a una máxima para la capital de 20 grados o más, el valor registrado en el observatorio meteorológico del aeropuerto de Córdoba a duras penas sobrepasaba los 13 grados a las 15.30 horas. Siete grados por debajo de lo previsto que dan buena idea de lo excepcional del fenómeno, y que de igual modo ocurría en otras estaciones secundarias y principales del valle del Guadalquivir como la de Sevilla, que registraba 14.3 °C frente a los 21 grados previstos.
Algo insólito en una jornada histórica por calor en la que el triángulo cálido ibérico no pudo estar a la altura. Mientras el levante peninsular rozaba los 30 grados en la capital alicantina, nuevo récord peninsular por calor para un mes de enero en la red principal de la AEMET, la campiña cordobesa y el valle del Guadalquivir vívian ajenas al episodio cálido que ha hecho historia en la meteorología peninsular. En la misma provincia de Córdoba las diferencias de temperatura en escasos 15 kilómetros dan medida de lo peculiar del evento.
Mientras la capital marcaba 13 grados, en el embalse de Guadanuño, en el municipio de Obejo, la temperatura máxima ascendía hasta los 18.2 °C. La jornada vivida en la mitad norte de la provincia poco o nada tuvo que ver con la que se vivió en la sur. La orografía permitía que áreas de Sierra Morena y la comarca de los Pedroches quedasen al margen del fenómeno con cerca de 8 grados de diferencia. Localidades como Villanueva de Córdoba o Hinojosa del Duque, que acostubran a liderar los puestos diarios por máximas más bajas, se aupaban al podium por calor en la tarde del viernes rozando los 21 grados.
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