El obispo defiende el “derecho” de los alumnos de Religión a recibir su visita en los colegios
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha defendido el “derecho” que tienen los alumnos de la asignatura de Religión Católica a recibir su visita en los propios centros educativos, ya que la “visita pastoral del obispo a toda la diócesis incluye la visita a cada uno de los centros escolares”.
De hecho, según ha señalado en su carta semanal, recogida por Europa Press, Fernández ha visitado ya “todos y cada uno de los centros” educativos de la provincia, “con el fin de satisfacer el derecho que tienen los alumnos a recibir la visita de su pastor”, la cual constituye una “obligación” para el obispo.
Junto a ello, ha asegurado que no visita los colegios “en virtud de ningún privilegio del pasado, sino en virtud de un derecho de los alumnos presentes”, resultando que en todos los centros ha sido “recibido con respeto, amabilidad e incluso cordialidad”, por lo que ha agradecido “a todos los directores y profesores esta deferencia” que han tenido con él.
La cuestión es, según ha argumentado, que “la clase de Religión Católica en la escuela pública sigue estando vigente, a pesar de todo”, tanto en Educación Infantil y Primaria, como en Secundaria y Bachillerato, aunque “no faltan quienes desearían que esta asignatura desapareciera, y hacen todo lo posible por eliminarla”, pero, “a pesar de todo”, en la Diócesis de Córdoba “el porcentaje de alumnos inscritos en religión católica es muy elevado”, de “en torno al 90%” en Primaria y el “70%” en Secundaria.
Es decir, “la inmensa mayoría de los padres y de los mismos alumnos eligen esta asignatura libremente cada año”, lo cual se debe, “en primer lugar a los padres, que tienen en alta estima que sus hijos cursen esta asignatura. Pero se debe también a los mismos profesores, que se han ganado el prestigio de sus alumnos y se han hecho un lugar en el claustro entre sus compañeros”.
La legislación vigente, según ha recordado el obispo, “ampara este derecho de los alumnos y de los padres” y, aún así, “se han cometido diversas tropelías, omisiones y discriminaciones, pero desde distintas instancias se han planteado recursos judiciales, que van ganándose uno tras otro” y “la clase de Religión ahí está”, pues “tanto la Constitución, como los Acuerdos Iglesia-Estado, amparan este derecho y no será tan fácil suprimirlo, como algunos pretenden”.
“Los horarios -ha proseguido- a veces son los menos deseables, y si un alumno se descuida, se da por no apuntado a clase de Religión; los profesores, en muchas ocasiones, son menospreciados o despreciados; las actividades complementarias no son tan fácilmente permitidas como a las de las demás asignaturas. En fin, toda una carrera de obstáculos, porque se trata de la asignatura de Religión Católica”.
En cualquier caso, desde la Iglesia se sigue animando a cursar la asignatura de Religión Católica, este año con el lema de Si te lo cuestionas todo, por qué no ir a religión, que, según ha precisado el obispo, “se centra en el protagonismo de los jóvenes”, a los que se invita “a cuestionarse los motivos de ir a clase de Religión, de manera que quede fidelizada la asistencia de los inscritos y se acreciente en los todavía no apuntados”.
“No es catequesis”
Junto a ello, Demetrio Fernández ha aclarado que “la clase de Religión Católica no es catequesis”, que “se da en la parroquia y se prolonga en la familia” y tiene “una preciosa función de suscitar la experiencia de fe, la oración, la pertenencia a la Iglesia”, mientras que “a clase de religión es una ocasión permanente para el diálogo fe-razón, tanto en las razones que hay para creer, como en el razonamiento consiguiente al acto de fe”.
De hecho, según ha resaltado, “la fe católica no es algo impuesto a la razón humana, sin más explicaciones”, sino que busca entender sus propias razones. Además, en el contexto cultural en el que vivimos somos herederos de una larga tradición cristiana, todavía viva en muchos corazones y que ha generado una sobreabundancia de arte en todas sus variantes: escultura, pintura, arquitectura, orfebrería, e incluso en el cine“.
En consecuencia, “es una fe que se ha hecho cultura en múltiples expresiones” y “un niño, adolescente o joven debe conocer esa tradición en la que se inserta, si no quiere permanecer analfabeto para interpretar la cultura de su entorno” y “para eso sirve también la clase de Religión”, a la que ha pedido el obispo que apunten los padres a sus hijos, instándoles también a defender “los derechos de los niños y jóvenes a recibir Religión Católica en la escuela”, para que “nunca falte esta propuesta en todo centro público o privado”.
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