La mujer que ocupó su casa tras ser desahuciada recurre la nueva orden de desalojo
“Los jueces son parte del pueblo y pueden hacer una interpretación de las leyes a favor del pueblo”, reclama Lourdes Castro
Lourdes Castro ha vuelto a los juzgados de Córdoba esta mañana. Allí ha presentado un recurso contra la sentencia judicial que ordena que vuelva a ser desalojada de su propia casa. El juez considera que la mujer reside con sus dos hijos de forma ilegal en esa vivienda de la que fue expulsada oficialmente el 19 de octubre de 2012 por impago de una hipoteca de 72.000 euros. Solo unos días después, Lourdes recibió la llamada de un vecino diciéndole que la puerta de su casa, en la calle Evaristo Espino, 51, en el Campo de la Verdad, estaba abierta. Lourdes cogió a sus hijos y ocupó de nuevo la vivienda.
La afectada exige comprensión por parte de los magistrados que dictan las sentencias de desahucios. “Los jueces son parte del pueblo y pueden hacer una interpretación de las leyes a favor del pueblo”, ha insistido. “Ellos pueden hacer una interpretación de las leyes que se ajuste a las necesidades del pueblo”,
Castro se pregunta qué puede hacer si finalmente se ejecuta la sentencia y termina fuera de su casa. “Nos podemos quedar en la calle, con dos críos. ¿Y dónde nos vamos ahora?”. “Si decido resistir, sé que van a estar a mi lado; si tengo que buscar otra casa, sé que me van a apoyar”, cuenta Lourdes, que lleva “veinte meses de lucha” por permanecer en su vivienda.
Lourdes acudió a Stop Desahucios cuando su caso ya estaba muy avanzado y la orden de desalojo ya pendía sobre su cabeza. Y es que, de los 72.000 euros que la familia pidió en 2005 al banco de Santander hipotecando su propia casa para reformarla, solo pudieron hacer frente a los primeros 12.000 euros. El Banco de Santander terminó subastando su casa, comprada por un fondo llamado Propiedades Residenciales con sede en Luxemburgo. “Nunca hubo toma de posesión real de la casa por parte de Propiedades Residenciales”, alega la afectada para recurrir la sentencia.
Por otro lado, la concentración de hoy ha servido para recordar el primer aniversario del fallecimiento de Francisco José Lema Bretón quien tenía 36 años cuando se arrojó por un balcón acuciado por las deudas. Estaba casado y tenía una hija. La entidad bancaria sigue reclamando a su familia los 25.000 euros de deuda pendientes de pago.
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