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En la mirada de un niño

Procesión del colegio La Salle | MADERO CUBERO

Rafael Ávalos

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Amanece de manera diferente. El color es distinto, más vivo. La luz también tiene una especial intensidad. Bajo un cielo abierto, este día en nada se parece a cualquier otro. Es Viernes de Dolores, fecha de fervor popular en una ciudad cuyas calles recogen la devoción desde otro punto de vista. El incienso impregna no pocas calles y sonrisas brotan como flor en el mayo del Alcázar Viejo. La imagen más entrañable de la Pasión cobra forma de nuevo en Córdoba, que en esta jornada mira a Capuchinos y piensa en las campanas de San Lorenzo en la mañana del Domingo de Ramos al tiempo que descubre el brillo en los ojos de quienes componen su activa cantera cofrade. Domina la ilusión en diversos escenarios y a cualquier orilla del río. Es la Semana Santa en la mirada de un niño, ése que vislumbra su mañana en una hermandad en el hoy con la procesión de su colegio.

Diversas son las escuelas que este Viernes de Dolores celebraron su particular salida procesional. Las estampas se repiten en lo que es una imagen ya tradicional en esta antesala de la Semana Mayor. Así, desde el colegio Sagrada Familia (Las Francesas) partió uno de los muchos cortejos que esta mañana recorrieron las calles de Córdoba con una elevada dosis de ilusión. Los alumnos conformaron una numerosa comitiva de nazarenos -350 en total- y portaron dos pequeños pasos en su trayecto por el entorno de San Pedro. Precisamente de la Basílica Menor procedía la imagen de la Virgen de los Remedios, que fue cedida para esta especial ocasión. La talla mariana apareció en el segundo de los sencillos tronos, pues el primero representó un Misterio con Jesús Divino Salvador. La Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Fuensanta y la Banda de Música María Santísima de la Esperanza fueron partícipes de la cita con sus sones.

La procesión del colegio Sagrada Familia comenzó a las 10:15, sólo un cuarto de hora después de que lo hiciera la salida del centro Nuestra Señora de las Mercedes. Los alumnos de las Mercedarias también continuaron con su tradición y marcharon por las calles del Campo de la Verdad sin que faltara tampoco detalle alguno. Nazarenos, mantillas, sayones y música para un cortejo en el que las sonrisas predominaron. Sobre todo entre los más pequeños. Los estudiantes de mayor edad ejercieron de portadores de las imágenes, un pequeño Crucificado y una talla mariana que fueron en parihuelas por un barrio que acudió, como siempre suele hacer, a la cita. Durante dos horas, aproximadamente, el incienso se perdió entre los naranjos con la feliz mirada de los niños.

No faltó tampoco a su costumbre de enraizar la Pasión entre sus alumnos el colegio La Salle, cuya procesión también arrancó a las 10:00. En este caso los protagonistas fueron los benjamines de la escuela, que llenaron de color y alegría en una mañana diferente. Pequeños de Infantil y de primer ciclo de Primaria fueron los encargados de componer una comitiva en la que hubo esclavina o mantillas, al igual que simpáticos costaleros. Los niños portaron en parihuelas las imágenes de un Crucificado y de la Virgen en un sencillo recorrido en el que también tuvieron presencia sayones. Otra vez la ilusión afloró con intensidad en este Viernes de Dolores luminoso de Córdoba.

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