La renovación del Balcón del Guadalquivir: de isla de calor a una zona verde con sombras inspiradas en la Mezquita Catedral
Pasear por el Balcón del Guadalquivir se convertía en todo una actividad de riesgo cuando el sol ya empezaba a apretar en Córdoba, que, en el caso de la ciudad, va mucho más allá de los meses de calor. La mastodóntica obra del tanque de tormentas, cuya finalización está prevista para diciembre o principios de enero, irá acompañada de un proyecto de restitución de esta zona de Córdoba donde el gris del hormigón será sustituido por amplias zonas verdes y estanques naturalizados.
El proyecto ha sido presentado este martes de la mano del presidente de Emacsa, Daniel García-Ibarrola, quien ha reconocido la importancia del proyecto original de la zona, que data de 2003 y su autor es Juan Navarro Baldeweg. Junto a él le han acompañado el alcalde de Córdoba, José María Bellido; y el arquitecto Rafael M. Marín, quien ha visto en la obra del tanque de tormentas una doble oportunidad para mejor la ciudad. En primer lugar, por lo que supondrá la instalación y, en segundo término, por la necesidad que había de desmontar el Balcón del Guadalquivir y actualizarlo“.
El equipo técnico que está interviniendo en esta obra “siempre ha tenido claro que había que mantener el origen del proyecto por su indudable calidad arquitectónica, pero su actualización era necesaria porque el diseño anterior era un sitio árido y una plaza dura donde predominaban la piedra y el hormigón”. Esto hacía que la zona se convirtiera en una “isla de calor urbana”. Además, existían problemas de filtraciones en las albercas originales, lo que provocaba un “coste de mantenimiento elevado” y dificultaba tenerlas a punto.
La solución adoptada para esta restitución será “más verde, más arboleda y más natural”, actuando sobre más de 18.000 metros cuadrados y buscando que el principal color en la zona sea el verde y no el gris. Esta transformación se basa en cinco ejes fundamentales: ajardinamiento de las albercas, manteniendo su huella; la creación de estanques naturalizados -la zona que conecta las diferentes albercas se convertirá en humedales urbanos-, la implantación de sombras naturales y marquesinas -inspiradas en una de las puertas de San Ildefonso de la Mezquita, buscando “relacionar esa zona con el casco viejo”; la instalación de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenibles (SUDS) y el aumento de la biodiversidad y la eficiencia hídrica. Esos SUDS captarán el agua que se dirigirá hacia pozos de infiltración y se utilizará para diversos fines, como “la limpieza del tanque de tormentas, el riego y baldeo y llenado de estanques, cerrando el ciclo del agua”.
El objetivo, en resumen, es que la nueva zona sea un sitio donde “apetezca estar”, de “estancia e interrelación”, y donde “se ponga de manifiesto esa labor de incremento de la biodiversidad con los estanques”.
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha reconocido que el Balcón del Guadalquivir “era una plaza dura donde predominaba la pieza y el hormigón, y cuando llegaba el calor, era un espacio de paso o para ir corriendo”. Respecto a los plazos, ha indicado que, tras la finalización de las obras del tanque de tormentas, la misma empresa iniciará esta restitución cuya finalización se prevé para el primer semestre de 2026.
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