Del “pelotazo” de Rosalía al desplante de Luis Miguel: los conciertos más caros pagados por el Ayuntamiento de Córdoba

El concierto que ofrecerá la banda escocesa Texas en la apertura del Festival de la Guitarra será uno de los más costosos para las arcas públicas de la ciudad de Córdoba en la historia reciente. El directo, cuya organización se ha subcontratado a la promotora Grupo Mundo, ha sido adjudicado por 155.000 euros, un montante que lo sitúa entre los desembolsos más altos que se han hecho desde el Ayuntamiento (en este caso, a través del Instituto Municipal de Artes Escénicas).
Como ya explicamos este sábado, determinados grupos o bandas de música requieren de la mediación de grandes promotoras, ya que no se exponen a la lentitud burocrática con la que se tramitan las actuaciones directamente desde la administración pública (que impide pagar, por ejemplo, anticipos para cerrar la fecha); o porque el montaje se escapa a lo que los técnicos de un ayuntamiento pueden llevar a cabo en cuanto a nivel de exigencia y criterios.
En el caso de Córdoba, la ciudad tiene varios antecedentes de conciertos que, al igual que va a ocurrir con Texas, han sido pagados con los impuestos de los cordobeses, pero han tenido que ser desarrollados por promotoras externas. El más sonado tuvo lugar en 2019, cuando el entonces concejal de Cultura, David Luque (PSOE), logró un “pelotazo” -en sus propias palabras-: cerrar a una entonces superestrella emergente llamada Rosalía.

217.800 euros para un directo de entrada libre
Luque le sacó a la cantante catalana -que aún no había publicado El mal querer- su compromiso para estar en La Noche Blanca del Flamenco de junio de 2019. Lo que ocurrió es que el contrato se apalabró en enero, pero se formalizó después de que la artista se convirtiera en estrella mundial con el lanzamiento de aquel disco. Y aquello hizo que su concierto en Córdoba acabara siendo el más sonado de cuántos ha habido en la ciudad en las últimas décadas.
También fue un evento que multiplicó el coste público proyectado. Finalmente, el concierto de Rosalía se fue por encima de los 215.000 euros. Para llevarlo a cabo hubo que subcontratar a una gran promotora para que se hiciera cargo de toda la cuestión técnica y de montaje. En aquel momento, el Ayuntamiento le pagó a Riff Producciones 217.800 euros por el espectáculo, incluída iluminación, sonido, vídeo, seguridad, limpieza, porteros, seguros, producción y el caché de la artista y su equipo.
El directo tuvo lugar en la plaza de Toros de Córdoba. La entrada fue gratuita, aunque hubo psicosis previa ya que había que sacar un ticket desde una web municipal, el interés que despertó fue tan sonoro como lo acabó siendo el concierto, que fue un triunfo a todos los niveles, especialmente a nivel artístico, aunque también durante criticado desde algunos sectores mediáticos y políticos de la ciudad.

Ricky Martin y la llamada de la SGAE
Unos meses antes, en El Arenal, tuvo lugar un concierto privado que, por su pésima tramitación, acabó siendo uno de los más caros para el Ayuntamiento si se suma lo que no cobró por él y lo que después se le reclamó. Fue el concierto de Ricky Martín del 1 de septiembre del año 2018. Se trató de un recital por el que la empresa promotora vendió casi 15.000 entradas a precios que iban desde los 30 a los 123 euros y por el que el Ayuntamiento pudo haber perdido más de 160.000 euros.
La historia es la siguiente: el Ayuntamiento, entonces en manos de PSOE e IU, pagó un patrocinio de más de 12.500 euros a una empresa que no figuraba como organizadora, defendiendo el impacto económico para Córdoba del concierto de la estrella puertorriqueña. Por su parte, la Delegación de Turismo intentó que la promotora se ahorrase el pago de 62.000 euros en tasas municipales por el uso de terreno público, que dos meses después reclamó a la Delegación de Seguridad.
Pero el colofón fue que la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) apareció un año después reclamando al Ayuntamiento unos 103.000 por derechos de autor del concierto, por no haberse solicitado los respectivos permisos. Aquello fue un Living la vida loca en bastantes despachos de Capitulares, un batiburrillo de desmanes administrativos que acabó sobre la mesa del hoy alcalde, José María Bellido, a los meses de tomar posesión.
Bellido, de hecho, amagó con montar una comisión de investigación sobre el asunto, pero finalmente la retiró del Pleno y dejó el caso en manos de la Asesoría Juídica. Este periódico ha preguntado en qué quedó todo aquello, sin haber tenido respuesta hasta el momento de si se han abonado las tasas o se ha pagado a la SGAE.

Los Kiss en la plaza de toros
Otro concierto que también levantó alguna polvareda mediática y política fue el del grupo heavy metal Kiss, en la edición de 2018 del Festival de la Guitarra. Tuvo lugar en la plaza de Toros, y se adjudicó por 110.000 euros (IVA incluido) a la empresa Producciones Rocknrock (hoy extinguida).
Cuando se supo lo que iba a costar se afilaron los sables y se cargaron de tinta las imprentas, cargando contra un concierto que, por una vez, hacía justicia al propio nombre del Festival de la Guitarra, que no destaca precisamente en las últimas décadas por traer grandes bandas internacionales de rock. Kiss lo eran, sin lugar a dudas.
Así que el directo finalmente tuvo lugar el 12 de julio de 2018, con un lleno absoluto en la plaza de toros. El ruido de Kiss pareció, al menos durante unas semanas, sobreponerse al ruido mediático. Aunque duró poco, porque el PP, entonces en la oposición, acabó denunciando que se había superado el aforo permitido y acusando de negligencia al todavía equipo de Gobierno de PSOE e IU.

El desplante de Luis Miguel
Y el último concierto pagado por los cordobeses que ha superado los 100.000 euros y que ha sido presa del debate público y político tuvo lugar el año pasado. El astro mexicano Luis Miguel anunció que arrancaba su gira en Córdoba, en la plaza de Toros, cuya gestión concertística lleva en exclusiva Grupo Mundo. Antes de saberse que el Ayuntamiento de Córdoba iba a pagarle 100.000 euros a la promotora, ya se habían vendido miles de entradas, a precios que iban desde los 92 a los 742 euros.
De hecho, del patrocinio municipal, que tuvo observaciones de Intervención, no se supo hasta que quedaban unos pocos días para el evento, que finalmente se llevó a cabo con la curiosidad extra de que el cantante ni saludó ni se despidió del público cordobés que había pagado, directa e indirectamente, su concierto en la ciudad. La polémica estuvo aleteando por varios plenos municipales, con críticas furibundas de la oposición, toreadas con bastante pericia por Jesús Coca, concejal de Contratación y experto jurídico en materia musical -ha sido asesor jurídico de Riff Producciones-.

En cuanto al concierto de Texas, probablemente la polvareda esté en el hecho de que, aunque haga sold out, no se va a recuperar la inversión. El coste del contrato supera los posibles beneficios obtenidos por la venta de entradas, ya que todos los tickets tienen un precio unitario de 42,82 euros, y el aforo en La Axerquía no supera las 3.500 localidades.
Esto lo situará entre los conciertos más costosos para las arcas públicas de los celebrados en la ciudad de Córdoba. Una ciudad que en los últimos días ha visto como se presenta un nuevo festival musical privado, el Córdoba Live, que, por el uso del espacio que ocupará en El Arenal, similar al que en su día ocupó Ricky Martin (17.000 metros cuadrados), debería abonar teóricamente al consistorio una cantidad importante (según la ordenanza y, en función de la interpretación que se haga, puede ir de 88.000 a 366.000 euros).
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