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Críticas entre asistentes al concierto de Luis Miguel en Córdoba: “Ni saludó ni se despidió”

El concierto de Luis Miguel, en Córdoba

Alejandra Luque

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Luis Miguel arrancó anoche en Córdoba su gira por España con un espectáculo vibrante en lo visual y en el baile, pero que, para muchos asistentes, careció de algo más trascendental que la música: la sintonía con el público.

Había muchas ganas de que el artista actuara en Córdoba. Y aunque el tiempo levantó más de un temor ante una posible suspensión, el concierto finalmente se llevó a cabo sin que las lluvias hicieran de las suyas. Sin embargo, tras la actuación, los alrededores de la plaza de toros y las redes sociales se llenaron de comentarios de quienes esperaban muchísimo más del artista. Todas las críticas coincidían en dos aspectos.

El primero, la “frialdad” del artista, que “ni saludó ni se despidió” del público. Se limitó exclusivamente a cantar, por lo que la conexión con los asistentes, en ese aspecto, los dejó a todos con el cuerpo más que templado. Cuando el concierto llegó a su fin, como suele ser lo habitual, el público le coreó “otra, otra”. Pero Luis Miguel no salió. Minutos después de que el cantante esbozara la letra de la última canción, el público supo que el concierto había acabado.

Aunque a muchos sorprendió les esta forma de actuar del mexicano, es lo habitual. ¿Por qué? Luis Miguel nunca se ha referido a ello, si es que hubiera explicación. Por ello, no son pocos los medios de comunicación que excusan esta falta de comunicación con el público en una supuesta enfermedad que padecería: tinnitus. Esta dolencia causa un ruido constante o zumbido en los oídos de la persona que la padece. La misma le impediría a Luis Miguel cambiar el volumen de sus audífonos para poder comunicarse con el público.

La serie de Netflix, que aborda la historia de la carrera de Luis Miguel, ha tratado también esta enfermedad que sufriría el artista y que se remontaría a un accidente.

La segunda crítica de los asistentes ha sido relativa a la duración del concierto: una hora y media que, a muchos, les supo a poco por el tiempo que el artista llevaba sin actuar en la capital y por el elevado coste de las entradas.

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