La nueva terminal del Aeropuerto de Córdoba se construye en Pamplona
La empresa 3DModular, ubicada en Pamplona, es la compañía que se está encargando de diseñar y construir la nueva terminal del Aeropuerto de Córdoba. Y lo está haciendo en Pamplona, en la sede que tiene esta empresa en Orkoien.
El personal de esta empresa lleva semanas trabajando entre Córdoba y Pamplona en la construcción de la terminal por módulos, para su posterior ensamblaje en las instalaciones del aeropuerto. Se trata de una compañía que utiliza materiales de última generación y especializada en este tipo de construcción que abarata los costes y reduce tanto los plazos de ejecución (entre un 30% y un 50%) como el impacto ambiental, ya que la actividad en el emplazamiento donde se acomete la obra se reduce un 80% y la generación de residuos es significativamente menor.
“Frente a la construcción tradicional, esta tipología traslada el proceso productivo a un entorno cerrado que permite un exhaustivo control de los materiales utilizados –más eficientes y sostenibles–, un menor tiempo de ejecución, a unos costes menores, con materiales de primera calidad, menor generación de residuos y la posibilidad de personalizar el producto final”, explicaba el grupo empresarial navarro Amixalan, que ha formalizado recientemente la adquisición de una participación mayoritaria del 85 % de la empresa 3D Modular.
El proyecto
La ampliación del edificio terminal del aeropuerto cuenta con una inversión de 2,2 millones de euros, aportada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. El proyecto de ampliación contempla la ejecución de una nueva construcción, que quedará ensamblada con el terminal actual por la fachada norte (lado aire). El edificio resultante tendrá más de mil metros cuadrados, por lo que se duplicará la superficie con la que cuenta ahora.
El proyecto, para el que se aprovecharán todos los elementos instalados durante la reforma acometida recientemente y que está previsto que concluya hacia finales de 2024, recoge actuaciones en las principales áreas funcionales del edificio. Así, la zona de embarque pasará a ocupar 300 metros cuadrados, mientras que la sala de recogida de equipajes alcanzará los 350 y el vestíbulo de salidas superará los 200.
Esto permitirá la incorporación de más medios aeroportuarios, como un nuevo mostrador de facturación (pasará a tener tres) o un equipo de Rayos X adicional (tendrá dos) en el control de seguridad, que también dispondrá de dos lectoras automáticas de tarjetas de embarque y una zona para que los pasajeros puedan distribuirse en cola antes de acceder al filtro. Asimismo, se habilitará un área específica de 50 metros cuadrados para el tratamiento de equipajes facturados.
Gracias a estas mejoras, la capacidad operativa del terminal, que en estos momentos se estima en 100.000 pasajeros anuales, aumentará de forma significativa. Aunque el terminal dispone en estos momentos de capacidad para atender la demanda a corto plazo, las expectativas generadas tras la publicación de la carta de aproximación, el pasado junio, han aconsejado su redimensionamiento.
Y es que el creciente interés de las aerolíneas por el aeropuerto y el récord histórico que ha marcado la cifra de vuelos en los tres últimos ejercicios han llevado a adoptar esta decisión, con el objeto de dar una respuesta adecuada a las oportunidades de desarrollo que pudieran surgir a medio plazo.
El proyecto de ampliación del terminal incorpora, además, la mejora de todas las fachadas, la renovación del acerado y la habilitación de viales de acceso adecuados a la nueva realidad de las instalaciones.
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