La Junta supervisa a 982 personas vulnerables ante las altas temperaturas en Córdoba
La delegada de Salud y Consumo, María Jesús Botella, ha precisado que la Junta realiza un seguimiento a 982 personas que padecen mayor riesgo debido a factores personales, laborales, ambientales o locales, entre otros en Córdoba.
Botella ha informado de que las personas del grupo I son mayores de 65 años con patologías, mujeres gestantes, personas sin hogar, aquellas incluidas en el circuito asistencial de trastorno mental grave, así como niños menores 4 años y lactantes, con 696 personas. En el grupo II se encuadran las personas mayores que viven solas o con un cónyuge en las mismas condiciones y comprende a 188 personas. Por su parte, el grupo IIl incluye a mayores que viven solos o con su pareja en las mismas circunstancias, y que además no reciben visitas, constituido por 22 personas.
Por distritos sanitarios, 207 pertenecen al Guadalquivir, 370 al Área Sanitaria Sur, 257 al de Córdoba y 148 al Área Sanitaria Norte. María Jesús Botella ha recordado que este plan está coordinado con el Gobierno de España y otras administraciones desde hace 20 años con el objetivo de “reducir el impacto de las altas temperaturas sobre la salud, centrado los esfuerzos en la población de riesgo”.
Está vigente desde el 26 de mayo al 30 de septiembre y se basa en la predicción de altas temperaturas que suministra AEMET, así como definición de grupos de riesgo y alertas.
La delegada territorial ha destacado especialmente el papel desempeñado por la Atención Primaria y los profesionales de enfermería, que realizan el seguimiento a personas vulnerables ante el calor.
En especial, ha señalado el trabajo de las enfermeras gestoras de casos de Atención Primaria que siguen a las residencias de mayores, a la vez que ha destacado la implicación de los servicios sociales comunitarios de los ayuntamientos.
Botella ha informado de que el seguimiento depende del nivel de alerta. En este sentido, ha recordado que el nivel 0 supone ausencia de riesgo; el 1, riesgo bajo; el 2, riesgo medio; y el 3, riesgo alto. “En riesgo 0, se actúa preventivamente con información y se actualizan los censos de las personas vulnerables”, ha apuntado. Igualmente, desde los hospitales se realiza un seguimiento telefónico a aquellos pacientes frágiles al ser dados de alta del centro sanitario.
Botella ha añadido que “cuando se incrementa el nivel, se refuerza la información y, además, desde Salud Responde, o las propias enfermeras de Atención Primaria, se establece contacto telefónico con estas personas o son visitadas en sus domicilios”. En el nivel 3 de riesgo, se activa un plan de intervención local entre la Junta, los ayuntamientos y Protección Civil, y se identifica a las personas para trasladarlas a lugares climatizados y adecuados que no pongan en riesgo su salud.
La delegada de Salud y Consumo ha recordado el trabajo que se realiza por parte de los distritos y áreas sanitarias mediante campañas de información por redes sociales, así como actividades de formación con ayuntamientos desde Atención Primaria para toda la población, con recomendaciones como extremar el cuidado con los alimentos en esta época del año.
Por último, se ha referido al trabajo realizado por la Delegación de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad en las residencias de mayores, así como la Consejería de Presidencia con el Servicio de Emergencias 112 y Protección Civil, además de las delegaciones territoriales de Desarrollo Educativo y Turismo y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
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