El Ayuntamiento se reunirá con los dueños de la atracciones del Zoco y confirma que podría haber interesados en ocupar el espacio

El Ayuntamiento de Córdoba se reunirá mañana martes, a partir de las 11:00, con Pepe y Loli, los propietarios de las atracciones de la Plaza del Zoco a quienes el Consistorio no ha renovado su licencia tras 21 años ubicados en el mismo emplazamiento. La difusión de su caso ha originado una gran ola de solidaridad que ha llevado a que asociaciones de vecinos y empresarios hayan mostrado su apoyo.

La negativa de la renovación de la licencia parte, según la documentación facilitada a la pareja, del cumplimiento de una ley de 2003 del Patrimonio de Administraciones Públicas que estipula que la duración máxima para autorizaciones temporales es de cuatro años, incluida prórrogas. Durante estos 20 años, la Delegación de Seguridad, Vía Pública y Movilidad le ha otorgado la pareja su licencia para un tradicional tiovivo que hace tres años y medio se completó con unas camas elásticas.

Sin embargo, en la renovación de la licencia que se iba a efectuar en abril, el matrimonio obtuvo la negativa de la delegación, sustentada ahora en la ley de 2003. No obstante, el delegado de Seguridad, Miguel Ángel Torrico, ha señalado que “se han producido quejas vecinas por las molestias que estas atracciones causaban” y ha señalado la existencia de “algún interesado” por ocupar el lugar.

Así las cosas, en la reunión de este martes, Torrico planteará al matrimonio un nuevo emplazamiento para no causar “perjuicio económico ni impacto negativo en las posibilidades de ocio de la zona” pero, ha matizado, “hay que hacerlo cumpliendo la ley”. Por tanto, la solución que se pondrá sobre la mesa será “mantener la autorización y, mientras, buscar una solución alternativa siendo consciente de la situación personal”, mientras que ha asegurado que “no se van a ejecutar medidas coercitivas” por permanecer en la plaza ya que la orden de desalojo expiraba este lunes.

Posteriormente, Torrico ha matizado sus palabras y ha apuntado que este espacio público podría contar con interesados, un hecho que obligaría a un concurso público por competencia competitiva.