Investigan a un cordobés por supuesto blanqueo de capitales obtenidos en estafas en Internet
Guardias civiles pertenecientes al Grupo de Investigación de Marchena (Sevilla), dentro del plan de lucha contra el blanqueo de capitales y fraudes a través de Internet, han investigado a cuatro personas en Córdoba, Barcelona, Alicante y Sevilla por supuestamente blanquear dinero de estafas realizadas en Internet.
La investigación se inició en diciembre de 2016, tras una denuncia en dependencias de la Guardia Civil de Marchena, por una supuesta estafa en la compra de un teléfono móvil en Internet, según informa la Benemérita en un comunicado.
Los agentes comenzaron a investigar el hecho y, con ello, descubrieron un modo sofisticado y complejo de estafa y blanqueo del capital que ha permitido esclarecer, al menos, 15 estafas y una usurpación de identidad, ascendiendo el importe defraudado a 10.630 euros.
Según la investigación, el primer paso consistía en captar personas a través de anuncios en Internet, aprovechándose en la mayoría de las ocasiones del “estado de necesidad” de éstas, ofreciéndoles una cierta cantidad de dinero por realizar distintas acciones que se les solicitaban, todas ellas de sencilla ejecución.
Para lograr el engaño en los potenciales compradores -víctimas-, presuntamente creaban páginas web que, simulando el logotipo de alguna empresa dedicada a la venta de telefonía móvil, ofrecían terminales a precios muy competitivos, que nunca llegaban a los compradores, poniendo como persona de contacto a una de las que previamente habían captado como supuesta trabajadora.
La función de ésta seria remitir a los interesados a una tercera, otra supuesta trabajadora cuya función sería concertar el precio y la forma de pago, siempre bajo una identidad falsa.
En dicho entramado participaba otro tipo de supuestos trabajadores, captados igualmente, y cuya función, se limitaba presuntamente a facilitar su número de cuenta para que los compradores -víctimas de estafa- realicen el pago mediante transferencias bancarias o ingresos, y remitir el dinero a Nigeria. Son las denominadas en el argot policial como “mulas del dinero”.
De esta manera, la primera persona de contacto aportaba su número de teléfono, la segunda se encargaba de concertar precios y formas de pago -que utilizaba una identidad falsa- y la tercera persona recibía el pago para, posteriormente, enviar el dinero, aportando su número de cuenta.
La identidad falsa que utilizaba una de las trabajadoras de la organización correspondía a una tercera persona real, la cual acumulaba un gran número de denuncias por estafa. Esta persona había denunciado el supuesto uso fraudulento de su identidad, viéndose impotente ante las numerosas acusaciones por estafa que se le habían comunicado.
La operación se da por finalizada en una primera fase, en la que se identifica a la persona que recibía el dinero en Nigeria y a todos los participantes en cada uno de los demás escalones, aunque actualmente se continúa con las indagaciones y no se descartan nuevas detenciones, según precisa la Guardia Civil.
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