El hígado de un solo donante salva a un bebé y a una mujer
Los dos trasplantes hepáticos se han realizado de forma simultánea mediante el empleo de la técnica 'split in situ'
María del Carmen Manzorro, una vecina de Chicana (Cádiz) de 65 años ha sido la protagonista, este jueves, de la semana del donante que celebra el hospital Reina Sofía. Ella ha recibido un hígado en el marco de una operación pionera: dos trasplantes hepáticos de forma simultánea, a ella y a un bebé, mediante el empleo de la técnica split in situ, que hace posible que de un único órgano se puedan beneficiar dos pacientes. Este procedimiento consiste en segmentar el órgano cuando aún se encuentra en el donante. Diez horas de intervención, tres quirófanos y tres equipos con medio centenar de personas fueron necesarios para realizar este logro.
“Doy las gracias a este hospital y a todos. Y animo a todas las personas a que sean donantes de órganos porque se salvan muchas vidas”, dijo la mujer, sentada en una silla de ruedas y todavía en fase de recuperación de una complicada operación que se realizó el día 10 de mayo en el hospital. Acompañada de su hija, Manzorro posó haciendo el signo de la victoria sabiendo que ha vuelto a vivir.
El responsable de Cirugía General del hospital y del programa de trasplante hepático, Javier Briceño, asegura que “es tan complicado que se reúnan todos los condicionantes para que esto se pueda llevar a cabo que es difícil reproducir la técnica en la mayoría de las unidades dedicadas al trasplante hepático. Por fortuna, en esta ocasión se dieron todas las características para que fuera posible que tres quirófanos funcionaran a la vez y se pudiera proceder a la extracción al tiempo que se preparaban a los receptores”.
Por su parte, el cirujano Pedro López Cillero, coordinador del programa de trasplante hepático infantil del Hospital Reina Sofía, asegura que esta técnica permite “ofrecer una alternativa a niños en lista de espera y viene a paliar, en parte, el problema de las escasez de donaciones infantiles. No solo se trasplantan antes y en mejores condiciones los bebés y niños, sino que el número de injertos realizados se multiplica por dos”.
López Cillero recordó también que el donante ha salvado otras muchas vidas pues todos sus órganos, además del hígado, se aprovecharon para atender las necesidades de otros enfermos en lista de espera.
El bebé que recibió el nuevo hígado ya ha sido dado de alta. Este pequeño -de un año, y 9 kilos de peso- padecía una patología conocida como atresia de vías biliares extrahepáticas, una enfermedad congénita y rara que se caracteriza por la ausencia de vía biliares extrahepáticas y para la que el único tratamiento definitivo es el trasplante.
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