La Guardia Civil auxilia en Trassierra a un vecino que no podía respirar y tenía sus constantes vitales muy débiles
La Guardia Civil ha auxiliado a un vecino de Santa María de Trassierra, que presentaba sus constantes vitales muy débiles y respiraba con mucha dificultad. La Guardia Civil tuvo conocimiento a través de una llamada telefónica recibida la mañana del pasado día 11 de diciembre en la Central Operativa de Servicios (COS-062), de una persona que manifestó que al parecer su padre de avanzada edad (74 años), que reside solo, en una vivienda ubicada en urbanización de Santa María de Trassierra, llevaba varios días sin saber de él, no contestando el mismo a las llamadas telefónicas, cuando lo habitual es que se comunique todos los días con el mismo.
Asimismo, la Guardia Civil pudo saber que se habían desplazado a la vivienda las personas que se dedican habitualmente al mantenimiento de la casa y de la finca, quienes habían comprobado que el vehículo de esta persona se encontraba aparcado en el lugar habitual, pero el mismo no contesta a las llamadas que los cuidadores le hicieron.
Inmediatamente, la Central COS pasó el aviso a las patrullas en servicio en la zona, desplazándose rápidamente al lugar indicado una patrulla del Puesto de Córdoba, quienes a su llegada comprobaron tras llamar en varias ocasiones al portero automático de la finca, que su morador no contestaba y que la puerta principal de acceso se encontraba cerrada, si bien observaron que el sistema de calefacción se encontraba encendido.
Ante ello y al sospechar que el mismo pudiera encontrarse en el interior de la vivienda, en mal estado de salud, accedieron a su interior por el acceso de la parte trasera de la misma que se encontraba sin el cerrojo echado.
Una vez en el interior de la vivienda y tras identificarse como guardias civiles, escucharon unos ronquidos y alaridos, que provenían del interior, por lo que los agentes accedieron hasta el lugar de donde provenían los sonidos, localizando postrado en un sillón a esta persona, el cual no respondía a los estímulos sonoros y físicos que los agentes le realizaron, comprobándose que el mismo presentaba una temperatura corporal muy baja y sus constantes vitales muy débiles e irregulares, respirando con mucha dificultad, debido a que su propia lengua le dificultaba la respiración.
Ante ello y a la vez que los guardias civiles pasaron el aviso a los servicios sanitarios, procedieron dada la situación de extrema gravedad en la que esta persona se encontraba, a tumbarlo en el suelo y tras colocarlo en la posición de seguridad sobre su costado izquierdo, procedieron a realizarle las pertinentes maniobras de soporte vital básico, le elevaron la cabeza y consiguieron desencajarle la lengua de su garganta, con lo que consiguieron mejorar sensiblemente su respiración. Tras arroparlo para conseguir que el mismo entrase en calor, lo mantuvieron en posición de seguridad, hasta la llegada de los servicios médicos al lugar, quienes tras estabilizarlo lo trasladaron al Hospital de la Cruz Roja de esta capital, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Los servicios médicos pusieron de manifiesto a los guardias civiles que con su rápida y profesional actuación habían evitado una desgracia mayor.
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