La Fiscalía rebaja de 20 a 16 años la pena de prisión para el hermano Manolo
El Ministerio Público retira dos de los nueve delitos por maltrato con los que acusaba al religioso de la Cruz Blanca, y rebaja a una multa la pena que pedía por un abuso sexual
La Fiscalía ha rebajado de 20 a 16 años la pena de cárcel que solicita contra el hermano Manolo, el fraile franciscano de la Cruz Blanca Manuel Ortiz, después que haya concluido hoy el juicio. El Ministerio Público ha pedido al Juzgado la rebaja en las penas de prisión ya que dos de los nueve delitos de maltrato que consideraba acreditados no han sido demostrados durante la vista judicial, que ha concluido esta mañana. El fiscal también ha rebajado la pena de dos años y medio de cárcel por uno de los tres delitos de abuso sexual que había previsto, y ha solicitado ahora una sanción económica.
El fiscal sí que ha mantenido la petición de las penas previstas para los otros dos acusados por el caso de los abusos en la Cruz Blanca (un religioso y un seglar). El abogado del primero, Luis Roldán, se muestra “convencido de la absolución para mi cliente, porque no hay pruebas. Y la otra imputación que hay es que es contradictoria, porque ha venido una testigo y ha dicho justo lo contrario de lo que ha dicho el interno. Para que se mantenga una declaración de un testigo-víctima, según el Tribunal Supremo, para que sea mínimamente creíble tiene que permanecer la incriminación de forma espontánea, no puede haber volantazos y mucho menos contradicción”.
Mientras, el letrado que defiende al hermano Manolo, Emilio Zegrí, ha asegurado que considera que el tribunal “va a tener en cuenta la inocencia del hermano Manolo” por que “una gran cantidad de testigos están muy de acuerdo con el clima que reinaba en la casa, con la forma de proceder del hermano Manolo y de los demás, creo que ahí no hay ninguna fisura y, por lo tanto, me reafirmo en mi convicción de la inocencia de mi defendido”.
El juicio ha quedado visto para sentencia, después de escuchar las conclusiones de las partes. En la vista, que se ha celebrado a puerta cerrada por la presencia de menores y además de discapacitados como víctimas y testigos, ninguno de los tres acusados ha querido hacer el alegato final de defensa y tomar la palabra, como tienen derecho.
El caso se destapó cuando la reina Sofía suspendió en octubre de 2009 su visita a la Casa de San Francisco de Asís, el centro de día que regentaba el hermano Manolo. Cuando solo quedaban horas para celebrarse, la cita quedó anulada. La Cruz Banca ya estaba siendo investigada por un presunto caso de abusos sexuales. Las pesquisas derivaron en la detención de un postulante a fraile que había trabajado en la casa. El imputado aceptó una pena de cinco años de cárcel tras declararse culpable de tres delitos de abusos sexuales a un discapacitado con 86% de minusvalía.
Para entonces, Manuel Ortiz y otros dos trabajadores (un religioso y un seglar) ya estaban imputados en otra investigación derivada de aquel primer episodio y que todavía iba a durar dos años más. Las pesquisas para sentar a los tres en el banquillo de los acusados arrancaron, de nuevo, con el envío de otra larga carta anónima en marzo de 2010, que daba cuenta detallada de nombres, lugares y episodios de abusos por los que han sido juzgados.
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