Dos faros devocionales para Córdoba
Lentamente, la noche comienza a caer. Todavía es alta la temperatura en la calle, por otro lado circunstancia lógica dada la época. Aun así, parece correr una brisa costera en dos lugares de la ciudad. En realidad es tan sólo una sensación, la que se produce cada año en esta fecha. La imaginación concede también cierta esencia a sal. Es 16 de julio, como siempre, Córdoba sueña con su mar. Sucede a pulso de emociones y con la guía de dos faros devocionales. O de dos faros y una sola devoción más bien. Tal día es el mismo en que los cofrades de la ciudad abrazan a Nuestra Señora del Carmen por partida doble, entre la iglesia conventual de San José (San Cayetano) y la parroquia de Puerta Nueva a la que da nombre la Virgen. Una vez más, esta jornada de julio resulta intensa en el casco histórico. De aquí a allá y hasta la madrugada.
Tras una semana, unos días más de hecho, de culto en dos templos, el corazón de la Córdoba cofrade late impetuosamente. Ocurrió este martes a partir de las nueve de la noche. A esa hora el cielo aún estaba por oscurecer, lo que hacía muy pausadamente, y sin embargo era necesaria la luz. Dos escenas se repitieron de nuevo en la ciudad. A las puertas de la iglesia conventual de San José esperaba no pocos fieles, así como vecinos, para la salida de Nuestra Señora del Carmen. La Virgen coronada descendió un año más la Cuesta de San Cayetano para recorrer puntos emblemáticos como la Torre de la Malmuerta o la plaza de Capucinos, pero sobre todo Santa Marina. Dicho barrio vivió de nuevo con entrega el paso de María, que estuvo acompañada por la Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras.
Intensa fue la noche también en torno a la parroquia a la que da nombre la Virgen marinera en Puerta Nueva. En este templo las puertas se abrieron a la misma hora, a las nueve, instante en que las emociones crecían para los cofrades cordobeses. Esta hermandad, mucho más joven como tal, completó un trayecto que condujo a su titular hasta las proximidades de San Lorenzo para después caminar junto a otra importante iglesia -ya destinada a otros menesteres- como la Magdalena. Nuestra Señora del Carmen anduvo en este caso con los sones de la Banda Sinfónica de Dos Torres, que cada vez cobra mayor presencia en la capital. Fue después de la medianoche cuando las dos procesiones concluyeron y los dos faros de una sola devoción iluminaron ya las que son sus sedes canónicas.
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