Así votó Córdoba: 2019
Poco más de 40 años después de las primeras, tuvieron lugar las últimas elecciones municipales en España tras el franquismo. Las últimas hasta dentro de unos días, el domingo (28 de mayo), claro está. Fueron los undécimos comicios de este ámbito y se celebraron dentro de un contexto de convulsión en la política nacional. No en vano, en 2018 se produjo la primera aprobación de una moción de censura contra el Gobierno. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) arrebató el poder al Partido Popular (PP) en el Congreso y convocó a las urnas en abril de 2019, menos de un mes antes de que los ayuntamientos tuvieran que configurarse de nuevo. Los socialistas vencieron en esa cita, en la que los populares sufrieron el peor de sus resultados con sólo 66 diputados. Pero no hubo acuerdo con otro partido para la investidura de Pedro Sánchez, de forma que tocó repetir las generales a finales del año, en noviembre.
En el juego político habían entrado ya, definitivamente, Podemos, Ciudadanos y Vox, y también lo hicieron en el apartado municipal y autonómico. Se confirmó también en Córdoba el 26 de mayo de 2019, día en que los ciudadanos de los distintos municipios votaron en el plano local. En la capital, se dejó sentir esa nueva realidad política con la entrada de dos de esas formaciones y el crecimiento de la restante. Todo ello en una jornada electoral que deparó el tercer peor dato de participación en la ciudad desde 1979. Apenas un 56,43% de los votantes cumplieron con su derecho en esta ocasión, en la que sí hubo correlación entre la abstención y el descenso de las izquierdas. Ésta fue la segunda vez en que la teoría fue práctica en relación al Consistorio.
Otro cambio: el PP vuelve a la Alcaldía
Las elecciones municipales en la capital se llevaron a cabo por primera vez en este período democrático con el PSOE al frente del gobierno local. Isabel Ambrosio fue la alcaldesa y concurría a los comicios con la intención de salir reelegida. Sin embargo, no lo consiguió. Y eso que los socialistas mejoraron sus registros respecto de 2015. La formación del puño y la rosa creció en casi seis puntos hasta llegar a un 26,73% de los votos. Lo cierto es que ese incremento se tradujo en sólo un concejal más y se situó con ocho, un número que a la postre resultó insuficiente para reeditar el acuerdo de izquierdas de cuatro años antes. El triunfo se lo llevó, por cuarta cita consecutiva, el PP, que contó con un 29,86% del escrutinio a su favor y consiguió nueve ediles.
A todo esto, en 2019 tuvo lugar un hecho histórico en clave electoral en Córdoba. Por segunda vez en el presente sistema constitucional, todos los partidos representados en el Ayuntamiento quedaron por debajo de los diez concejales. De vuelta al repaso de los resultados, Ciudadanos disfrutó de un notable incremento y elevó sus ediles de los dos de 2015 a los cinco encabezados por Isabel Albás. La formación naranja tuvo un 15,08% de los votos. Esto quiere decir que Izquierda Unida (IU) continuó como cuarta fuerza en la capital. La coalición registró su mínimo con sólo un 10,68% de las papeletas y apenas tres miembros en el Consistorio. Este hecho tampoco favoreció la repetición del pacto de 2015. Por si fuera poco, en este sentido, Vox entró con relativa energía en la política municipal al conseguir dos asientos en Capitulares con un 8,04% del apoyo popular.
El reparto de concejales, que de nuevo supuso la presencia de seis partidos, acabó con los dos que sumó Podemos, que en su estreno terminó con un 6,24% del total de los votos. Dispuesta la perspectiva completa, antes de cerrarse la noche electoral ya se supo, o se generaron pocas dudas, que el PP regresaría a la Alcaldía. Su candidato era, por cierto, José María Bellido. Y fue así porque el bloque de derechas acumulaba más representación que el de izquierdas: esto era 16 ediles frente a 13. Pero desde el Partido Popular se tuvo que trabajar para cerrar la alianza, que debía ser de gobierno con Ciudadanos y de apoyo con Vox. La formación de ultraderecha tuvo en mente su entrada en la corporación local, que no se dio. Finalmente, hubo acuerdo y por tercera vez en lo que va de democracia los populares obtuvieron el bastón de mando. Ahora, con la teórica desaparición en el pleno de los naranjas y la confluencia en una sola fuerza de IU, Podemos y otras plataformas, habrá que ver qué ocurre.
El PSOE no cede en la provincia
Si algo debe quedar claro tras el recorrido por las elecciones municipales de Córdoba, eso es que suceda lo que suceda en la capital, en la provincia todo se desarrolla de un modo distinto. Si no siempre, casi siempre. En 2019 no hubo alternancia al frente de la Diputación Provincial, que sólo estuvo gobernada por el PP en una legislatura (2011-2015) y mucho antes por la Unión de Centro Democrático en otra (1979-1983). Como puede intuirse, el PSOE mantuvo el control de la institución. Aunque por el camino se dejó un escaño. Pero antes de llegar a la composición del pleno del organismo con sede en el Palacio de la Merced, bien está repasar los resultados en la totalidad del territorio cordobés, donde los socialistas no cedieron.
Muy levemente, sólo unas centésimas, pero también descendió la participación en el marco provincial. Se situó ésta en un 64,41%. Dicho esto, el PSOE logró el respaldo de un 34,79% de la ciudadanía del conjunto de la provincia, mientras que el PP vio reducido su porción en el escrutinio a un 29,36%. Con suma de las circunscripciones, los socialistas obtuvieron 405 concejales de los 907 a elegir y los populares, 261. Por su parte, IU logró un 14,78% de las papeletas y aglutinó a 136 ediles repartidos por los distintos municipios cordobeses. Con fuerza entró en este panorama Ciudadanos, que con un 8,04% del escrutinio a su favor, sumó 22 representantes públicos. ¿Se echa en falta otra formación? Sí, el Partido Andalucista (PA), que desapareció el mapa.
Con la vista puesta, ya sí, en la Diputación, el PSOE perdió un escaño para quedarse en 12. Fue suficiente para que Antonio Ruiz continuara como presidente. Así ocurrió gracias al apoyo de IU, que a diferencia de lo acontecido en la capital, creció en su representación para situarse con cinco diputados. Mientras, el PP prosiguió con su caída y logró ocho asientos en el pleno. El reparto se cerró con dos representantes de Ciudadanos y uno de Vox. La formación de extrema derecha también encontró hueco en la institución provincial. El domingo (28 de mayo) habrá que ver, igual que en Córdoba, qué deparan las elecciones municipales.
0